Rumbo de colisi¨®n en la Ant¨¢rtida
Un iceberg de 130 kil¨®metros de largo, a punto de chocar con un glaciar
Casi cinco a?os lleva una mole de hielo de 130 kil¨®metros de largo por unos 25 de ancho flotando en un ambiente de compleja y cambiante interacci¨®n entre el mar y el hielo en el continente ant¨¢rtico, frente a Nueva Zelanda. En el inicio del verano en el hemisferio sur, el iceberg B-15A, que se desprendi¨® en marzo de 2000 de la plataforma del mar de Ross, estaba tan pegado a la helada costa que ha impedido que se deshiciera, como es habitual, gran parte del hielo, lo que permite acceder por mar a la base McMurdo de Estados Unidos y a la base Scott de Nueva Zelanda. Adem¨¢s, el iceberg parec¨ªa ir en diciembre en ruta de colisi¨®n directa con la lengua flotante del glaciar de Drygalski y los sat¨¦lites de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA, de su denominaci¨®n en ingl¨¦s) y otras instituciones cient¨ªficas han vigilado el rumbo de la masa flotante para obtener im¨¢genes de este magno choque, que puede causar la rotura de la fr¨¢gil lengua del glaciar.
El hielo hace que los ping¨¹inos tengan que recorrer m¨¢s de cien kil¨®metros para dar de comer a sus cr¨ªas
Por ahora, sin embargo, la colisi¨®n no se ha producido. El iceberg, que se mov¨ªa a una velocidad de uno a tres kil¨®metros por d¨ªa, parece haber encallado, porque en los ¨²ltimos d¨ªas pr¨¢cticamente ha dejado de moverse, a s¨®lo cuatro kil¨®metros de la orilla. "No hay seguridad de que se produzca una colisi¨®n, pero puede haberla, y ser¨ªa catastr¨®fica, tendr¨ªa grandes consecuencias", ha comentado a Reuters Neal Young, especialista australiano en la Ant¨¢rtida.
El choque puede fragmentar el iceberg, lo que har¨ªa m¨¢s f¨¢cil que se dirigiera al mar de Ross y dejara de bloquear el paso, pero tambi¨¦n puede romper la lengua del glaciar, con lo que habr¨ªa m¨¢s hielo flotando en el paso hacia la base italiana de Mario Zuchelli. La base espa?ola se encuentra muy lejos de all¨ª, en la zona de la Ant¨¢rtida m¨¢s cercana al continente americano.
Por otra parte, el suministro a la bases de McMurdo y Scott est¨¢ asegurado tras haber conseguido hace unos d¨ªas un rompehielos estadounidense abrir una ruta por el estrecho de McMurdo, entre el iceberg y la plataforma. La situaci¨®n, sin embargo, no ha mejorado mucho para las decenas de miles de ping¨¹inos que habitan en la zona, que tienen que recorrer muchos m¨¢s kil¨®metros de los habituales en esta ¨¦poca del a?o para alcanzar el mar abierto y obtener el alimento necesario, en forma de pescado, para sus cr¨ªas reci¨¦n nacidas.
El iceberg amenaza dos de las cuatro colonias de ping¨¹inos que los cient¨ªficos llevan estudiando un cuarto de siglo. En una de ellas, la de cabo Royds, con 3.000 parejas, los ping¨¹inos tienen que recorrer para llegar al mar unos 180 kil¨®metros si se suman el viaje de ida y el de vuelta. Transportan el pescado obtenido para sus cr¨ªas en una bolsa en el cuello, pero pueden llegar a com¨¦rselo si el viaje es demasiado largo para hacerlo sin alimentarse. En la otra colonia afectada -la de cabo Bird-, hay 50.000 parejas, el recorrido necesario es de 100 kil¨®metros, y los cient¨ªficos estiman que s¨®lo un 10% llegar¨¢ a sacar adelante una cr¨ªa.
El B-15A es uno de los dos trozos de mayor tama?o de los fragmentos en que se rompi¨® el primitivo iceberg -el mayor detectado hasta ahora- tras desprenderse en 2000. El desgaje de icebergs forma parte de un ciclo natural que los cient¨ªficos creen que se produce en la zona en periodos que oscilan entre los 50 y los 100 a?os.
El otro gran fragmento sali¨® de la zona pronto, pero ¨¦ste y otros m¨¢s peque?os han derivado a lo largo de la costa. Ahora, la suerte del iceberg B-15A sigue sin estar clara, ya que su rumbo se ve afectado por las corrientes, los vientos y las mareas. Si sigue intacto hacia el norte, puede llegar a fundirse, y si choca contra el glaciar, puede entrar en una trayectoria circular y hacerlo varias veces.
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