?Por qu¨¦ se niegan a dialogar?

El acuerdo logrado entre el Gobierno del PSOE y el PP con el fin de que estos dos partidos establezcan, ¨²nica y exclusivamente, c¨®mo debe ser el Estado, cu¨¢l debe ser su organizaci¨®n y cu¨¢l es el autogobierno que deben tener los ciudadanos arroja dos conclusiones. Una, que el Gobierno del se?or Zapatero ha preferido el camino del pacto con el PP que la senda de di¨¢logo y negociaci¨®n ofrecida por las instituciones vascas para buscar un consenso y un punto de encuentro. Otra, segunda, que se le dice a los ciudadanos, y a los vascos en particular, que el autogobierno que vayan a tener no lo decidir¨¢n democr¨¢ticamente ellos sino el PP y el PSOE en Madrid, de forma unilateral y, por tanto, al margen de las instituciones y de la voluntad democr¨¢tica de todos los dem¨¢s.

Estamos ante una disyuntiva, construir la historia o repetirla

El presidente Zapatero y Rajoy saludaron el acuerdo afirmando que se ha abierto un nuevo tiempo. En realidad de nuevo no tiene nada, porque el acuerdo es una repetici¨®n de lo que muchas personas consideramos un error hist¨®rico. Estamos, pues, ante una disyuntiva: construir la historia o repetir la historia.

La transici¨®n pol¨ªtica tras la muerte de Franco (a los responsables de la dictadura jam¨¢s se les ha reclamado perd¨®n alguno y hoy se pasean con banderas de la Falange frente al Congreso de los Diputados llamando asesino al presidente del Parlamento vasco) trajo un consenso sobre el autogobierno vasco que AP y Batasuna no respaldaron ni compartieron. Se plasm¨® en el Estatuto de Gernika, se aprob¨® en las instituciones vascas, en las Cortes y se refrend¨® democr¨¢ticamente.

La ilusi¨®n y el bienestar que ha supuesto la parte desarrollada del Estatuto hace a¨²n m¨¢s sonora la denuncia de su flagrante incumplimiento. No se ha cumplido y han transcurrido 25 a?os desde entonces. ?Este incumplimiento que acordaron el PP y el PSOE en los Pactos Auton¨®micos, tras el golpe de Estado del 23-F, es o no es un incumplimiento de la Constituci¨®n? ?La definici¨®n del autogobierno para Euskadi, al margen de la voluntad democr¨¢tica que expresaron los vascos, es o no es una ruptura unilateral de las reglas de juego? La respuesta que o¨ªmos todos los d¨ªas a estos interrogantes es nuevamente que 'no'. Todo esto es y se pone como ejemplo de comportamientos pol¨ªticos que cumplen con las leyes, respetan las reglas de juego, respetan la Constituci¨®n y el Estatuto, cuando no, en un arranque de exaltaci¨®n, afirman que representan el paradigma de la raz¨®n democr¨¢tica.

O¨ªr, por lo dem¨¢s, c¨®mo se afirma con desparpajo que la decisi¨®n tomada por el Parlamento Vasco tras un debate que el Tribunal Constitucional defini¨® como leg¨ªtimo y democr¨¢tico supone romper el pacto que expresa el Estatuto de Gernika -cuando PP y PSOE pactaron incumplirlo deliberada y unilateralmente- deja el ejercicio de las libertades y de la democracia en el Estado espa?ol por debajo de lo simplemente admisible por cualquier dem¨®crata.

En el Pa¨ªs Vasco se abri¨® tras las elecciones del 2001 un debate democr¨¢tico sobre el autogobierno y su reforma. PP y PSOE han mantenido en el Parlamento vasco una actitud de obstrucci¨®n y bloqueo permanente, y han llegado incluso a paralizar la vida parlamentaria organizando un boicot junto con Batasuna. Estos tres grupos, PP, PSOE y Batasuna, han unido sus votos de forma permanente para derrotar en el Parlamento vasco al Gobierno, ya que la suma de sus votos es imprescindible para superar el apoyo parlamentario del Ejecutivo. Jam¨¢s nadie ha dicho que todas estas votaciones -85 veces en el pleno a lo largo de la legislatura- hayan sido ileg¨ªtimas por la presencia en todas ellas de 6 parlamentarios de Batasuna. Como jam¨¢s nadie hubiera titulado en peri¨®dico o medio de comunicaci¨®n alguno, por utilizar el lenguaje medi¨¢tico, que "el Parlamento Vasco rechaza el plan Ibarretxe con los votos de Batasuna". Quienes ahora dicen que la decisi¨®n del Parlamento "rinde servicio a ETA" no hubieran dicho nunca palabra alguna si la propuesta hubiera sido derrotada.

Pero el Parlamento Vasco ha tomado por mayor¨ªa absoluta una decisi¨®n que pocos esperaban, a juzgar por las nerviosas reacciones de pol¨ªticos y medios de comunicaci¨®n. Pero ello no le quita un ¨¢pice de legitimidad democr¨¢tica a esta decisi¨®n, como tampoco se la hubiera quitado si la decisi¨®n hubiese sido justamente la contraria. Durante cuatro a?os de trabajos, PP y PSOE no han presentado idea alguna en el Parlamento para su debate y discusi¨®n y se han negado permanentemente a dialogar para intentar, al menos, lograr un punto de encuentro. Quien no ha presentado sus ideas es porque no ha querido, as¨ª que resulta pueril llegar a la conclusi¨®n de que en un sistema democr¨¢tico las ideas se debaten en los medios de comunicaci¨®n -plan Guevara- y no en las instituciones que representan al pueblo. A no ser que la conclusi¨®n sea no entrar en debate democr¨¢tico alguno en las instituciones porque nos llevar¨ªa a tener que reconocer que las ideas del PP y del PSOE en Euskadi no consiguen el respaldo mayoritario de los ciudadanos.

Como lehendakari he ofrecido al presidente Zapatero iniciar un camino de negociaci¨®n y, por tanto, de encuentro tras la aprobaci¨®n en el Parlamento vasco del Nuevo Estatuto Pol¨ªtico para Euskadi. Y lo hice por una raz¨®n bien simple: solo hay un camino: hablar y dialogar. ?Hay otro camino que no pase por el di¨¢logo y la negociaci¨®n? Al parecer s¨ª lo hay. Este nuevo tiempo o camino pasa por decir 'no' al di¨¢logo y a la negociaci¨®n con las instituciones que representan a los vascos y pasa por el pacto y el acuerdo entre el PP y el PSOE para imponer a las mismas sus ideas. Pasa, en definitiva y al parecer, por no respetar la decisi¨®n democr¨¢tica de las instituciones que representan al pueblo vasco y por establecer sobre ellas la voluntad pol¨ªtica del PP y del PSOE desde Madrid. Como se ve todo ello muy democr¨¢tico y muy ejemplarizante. ?Exportar¨¢ el se?or Zapatero este modelo de resoluci¨®n de problemas pol¨ªticos al primer ministro de Canad¨¢? Quiz¨¢ le quite muchos dolores de cabeza y, de paso, trabajo al Tribunal Constitucional de este pa¨ªs. Puede hacerlo tambi¨¦n en Marruecos para solucionar el conflicto del S¨¢hara o en Irlanda para demostrarles que tomaron un camino equivocado y que los conflictos se solucionan de otra forma.

He repetido en m¨²ltiples ocasiones que si abordamos con valent¨ªa pol¨ªtica la negociaci¨®n de la propuesta aprobada por el Parlamento Vasco no estamos ante un problema, sino ante una oportunidad. La oportunidad de hablar, de dialogar y de negociar, rechazando el camino de la imposici¨®n, del insulto y la descalificaci¨®n permanente, porque no conduce a parte alguna. La sociedad vasca no est¨¢ crispada. Somos un pueblo pac¨ªfico y trabajador. Vivimos el debate con calma y serenidad. Deseamos, queremos y proponemos di¨¢logo y negociaci¨®n. Nos han dicho 'no' a todo. Declar¨¦ tras entrevistarme con el Presidente Zapatero que nuestra mano sigue tendida al di¨¢logo y que no la vamos a dejar de tener tendida. Pero con la misma convicci¨®n dije que mientras yo sea lehendakari denunciar¨¦ permanentemente que la voluntad democr¨¢tica de los ciudadanos vascos que viven y trabajan en Euskadi no puede ser sustituida por la voluntad pol¨ªtica del PP y del PSOE, se establezca en el Pacto Antiterrorista -reuni¨®n del d¨ªa 28 de diciembre- o en esta nueva reedici¨®n de los Pactos Auton¨®micos que supusieron quebrar y vulnerar la Constituci¨®n, la Ley Org¨¢nica que aprob¨® el Estatuto de Gernika, y que rompieron el pacto que los vascos establecimos en 1979.

Se ha dicho un 'no' rotundo. Lo ha expresado el Presidente del Gobierno espa?ol y se anuncia otro 'no' rotundo, el que ofrecer¨¢n las Cortes, negando todo, a¨²n sin dar la m¨¢s m¨ªnima posibilidad al di¨¢logo y la negociaci¨®n, sea entre los gobiernos o sea entre los parlamentos. ?Y bien! ?Alguien cree que hemos solucionado as¨ª las cosas? ?Alguien piensa en Espa?a que esto se solucionar¨¢ sin negociar y pactar con las instituciones democr¨¢ticas de los vascos? Podemos construir la historia o repetir la historia. El Pueblo Vasco siempre ha preferido caminar hacia delante y hoy, como desde 1839 -imposi-ci¨®n militar, abolici¨®n foral-, seguiremos buscando un camino, construyendo la historia.

El pueblo vasco ha sido, es y ser¨¢ un pueblo civilizado. ?Por qu¨¦ se niegan a dialogar?

Juan Jos¨¦ Ibarretxe es presidente del Gobierno vasco.