Las elecciones llegan 20.000 muertos despu¨¦s

En pocos lugares del mundo como en Irak resulta una verdad tan tr¨¢gica el dicho cl¨¢sico de que s¨®lo los muertos conocen la paz. En los ¨²ltimos 25 a?os, los iraqu¨ªes han sufrido la guerra contra Ir¨¢n (1980-1988), que caus¨® medio mill¨®n de muertos; la guerra del Golfo de 1991 (m¨¢s de cien mil muertos); la represi¨®n del r¨¦gimen de Sadam Husein (300.000, seg¨²n las organizaciones humanitarias internacionales); la invasi¨®n de EE UU en marzo de 2003, y, desde el 1 de mayo de ese a?o, cuando el presidente George W. Bush proclam¨® el "misi¨®n cumplida" y el fin de las hostilidades, una dolorosa posguerra que se ha cobrado ya m¨¢s vidas que el propio conflicto b¨¦lico.

Profesores y pacifistas brit¨¢nicos crearon en 2003 una base de datos de la v¨ªctimas del conflicto (www.iraqbodycount.net). Seg¨²n sus datos, basados en las informaciones de la prensa internacional que cubre el conflicto, desde el inicio de la guerra hasta el pasado martes han muerto entre 15.500 y 17.700 civiles iraqu¨ªes. De este total, cuya diferencia hay que achacar a las variaciones de las fuentes period¨ªsticas -ese margen de error que depende de las informaciones de los testigos, el mando militar norteamericano, el Gobierno provisional iraqu¨ª o los hospitales-, fueron 7.350 los civiles iraqu¨ªes muertos durante las pocas semanas que dur¨® la guerra propiamente dicha.

El resto, entre 8.000 y 10.000 civiles iraqu¨ªes, han perdido la vida en los 20 meses transcurridos de la llamada posguerra, v¨ªctimas mayoritariamente de los atentados de la insurgencia y de las balas y bombardeos del Ej¨¦rcito de Estados Unidos.

Los civiles iraqu¨ªes muertos atribuibles a acciones armadas o atentados perpetrados por la insurgencia suman, seg¨²n este an¨¢lisis period¨ªstico, 3.716, lo que da una media mensual de 186 personas. Las cifras ofrecen una buena radiograf¨ªa de la escalada de la violencia en este tiempo, con picos de m¨¢s de 300 muertos algunos meses, y con el incremento de coches, camiones o incluso ambulancias bomba, hasta superar un total de 150.

El n¨²mero de muertos en grandes atentados, iniciados con el ataque a la sede de la ONU en Bagdad el 19 de agosto de 2003, revela tambi¨¦n las prioridades y la fortaleza o debilidad de los terroristas. Si en el verano de 2003, sus objetivos principales son los chi¨ªes -acusados no s¨®lo de polite¨ªstas por los integristas del islam sun¨ª, sino tambi¨¦n de cooperar con EE UU en la eliminaci¨®n de los dirigentes baazistas-, y las fuerzas norteamericanas, a medida que ¨¦stas refuerzan su seguridad, se vuelcan, en la segunda mitad de 2004, en una estrategia de socializaci¨®n del sufrimiento bajo la ocupaci¨®n atacando sobre todo a la poblaci¨®n civil colaboracionista -potenciales reclutas de la polic¨ªa y del Ej¨¦rcito iraqu¨ª- y a los grupos pol¨ªticos chi¨ªes.

Otro gran n¨²mero de civiles han perdido la vida en explosiones accidentales de arsenales, tiroteados en puestos de control estadounidenses o en protestas contra la ocupaci¨®n, por malos tratos en las c¨¢rceles, cogidos en el fuego cruzado entre insurgentes y tropas de EE UU o v¨ªctimas de minas y de los errores de los ataques a¨¦reos norteamericanos.

En cuanto al n¨²mero de militares iraqu¨ªes muertos desde el comienzo de la guerra, aunque no se dispone de cifras oficiales, diversos institutos de investigaci¨®n norteamericanos apuntan que oscila entre los 4.895 y los 6.370.

Si a este total de bajas iraqu¨ªes, m¨¢s de 20.000 entre civiles y militares, se sumasen las causadas por la violencia criminal, la cifra se duplicar¨ªa, seg¨²n tanto el Iraq Body Count (IBC) como el Brookings Institute, un centro de estudios independiente de Washington. El IBC desestima la cifra de 100.000 civiles muertos lanzada hace unos meses por la revista m¨¦dica brit¨¢nica The Lancet por ser una proyecci¨®n estad¨ªstica basada en entrevistas en 988 viviendas iraqu¨ªes.

El grueso de las muertes causadas por el Ej¨¦rcito estadounidense se debe a la represi¨®n de las sublevaciones lanzadas por el l¨ªder radical chi¨ª M¨²qtada al S¨¢der en marzo, abril y agosto del a?o pasado en las ciudades de Kufa, Kerbala y Nayaf, y en el aplastamiento de focos de la insurgencia como Faluya. En esta localidad del oeste de Bagdad, las tropas norteamericanas lanzaron una primera ofensiva en abril del a?o pasado. De las m¨¢s de 800 bajas enemigas proclamadas entonces por el mando militar de EE UU, el IBC asegura que entre 572 y 616 fueron civiles, la mitad de ellos mujeres y ni?os. En la segunda ofensiva, que tuvo lugar el pasado noviembre, la prensa internacional dio la cifra de m¨¢s de 1.500 insurgentes muertos. A¨²n no se dispone de informaci¨®n sobre cu¨¢ntos civiles cayeron entonces. ?Terminar¨¢n las elecciones con esta carnicer¨ªa?