C¨®mo desertizar un continente
La aridez del interior australiano se debe al abuso del fuego por los primeros humanos hace 50.000 a?os
Lo primero que hizo la especie humana tras salir de ?frica hace 50.000 a?os fue migrar por la costa surasi¨¢tica hasta colonizar Australia. Y lo segundo fue desertizar ese continente, seg¨²n ha deducido un equipo de cient¨ªficos encabezado por Gifford Miller, del departamento de Ciencias Geol¨®gicas de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos).
El interior de Australia estaba por entonces compuesto de ¨¢rboles, arbustos y hierbas, y albergaba una fauna muy diversa. Pero aquellos viajeros precoces utilizaban el fuego para casi todo -para cazar, abrir senderos, mandarse se?ales y favorecer el crecimiento de algunas plantas-, y ese abuso de las llamas alter¨® muy pronto el ecosistema de forma dr¨¢stica.
El primer efecto fue la extinci¨®n del 85% de las especies animales de gran tama?o, que depend¨ªan de aquel paisaje para sustentarse. Hab¨ªa entre ellas un p¨¢jaro del tama?o de un avestruz, 19 especies de marsupiales (familiares lejanos del canguro), un lagarto de ocho metros de largo y una tortuga con unas dimensiones m¨¢s propias de un coche. Todas se extinguieron precisamente hace 50.000 a?os, y hoy s¨®lo quedan sus restos f¨®siles.
Pero el segundo efecto del fuego ha perdurado hasta hoy. Los primeros incendios provocados de la historia del planeta da?aron la flora local hasta tal punto que el agua dej¨® de intercambiarse eficazmente entre la tierra y la atm¨®sfera, los monzones dejaron de transportar humedad al interior del continente y Australia, con la excepci¨®n de las zonas costeras, se convirti¨® en el ¨¢rido paisaje salpicado de matorral y maleza que sigue siendo hoy.
Gifford Miller, que presenta estos resultados en el ¨²ltimo n¨²mero de Geology, explica a EL PA?S: "Sabemos que los primeros humanos verdaderamente modernos, que llegaron a Australia hace 50.000 o 55.000 a?os, utilizaban el fuego a voluntad. Pod¨ªan encenderlo cuando quer¨ªan, y no hay duda de que quemaban paisajes enteros como parte de sus t¨¦cnicas de caza".
Pero aquellos pioneros hab¨ªan atravesado todo el sur asi¨¢tico antes de llegar a Australia. ?Por qu¨¦ no lo desertizaron tambi¨¦n? "Que los fuegos causen o no cambios medioambientales extendidos depende de varios factores", responde Miller. "Por ejemplo, de cu¨¢nto puede viajar el fuego antes de extinguirse de forma natural, de la sensibilidad de los ecosistemas a los incendios y, sobre todo, de las reservas de nutrientes que tenga el suelo".
El cient¨ªfico prosigue: "Australia era particularmente vulnerable porque sus suelos son tan antiguos que tienen muy pocas reservas de nutrientes en su interior, de manera que las mismas actividades humanas pudieron provocar en Australia cambios mucho mayores que en la vecina Asia".
Nuestra especie, el Homo sapiens, fue el primer hom¨ªnido en llegar a Australia, pero los ecosistemas asi¨¢ticos ya ten¨ªan una amplia experiencia con representantes m¨¢s primitivos del g¨¦nero. "El Homo erectus hab¨ªa vivido en el sureste asi¨¢tico durante cientos de miles de a?os, y tambi¨¦n utilizaba el fuego", dice Miller. "Los cambios introducidos por nuestra especie, por tanto, no fueron en Asia tan repentinos como en Australia, un continente que jam¨¢s hab¨ªa visto a un hom¨ªnido, ni a ning¨²n otro mam¨ªfero placentario, hasta hace 50.000 a?os".
Los monzones -vientos que invierten su orientaci¨®n con las estaciones- siguen aportando mucha lluvia a la costa norte australiana cuando bajan desde el sur de Asia, pero esa valiosa humedad ya no puede llegar al interior del continente. El Lago Eyre, que hace 50.000 a?os pose¨ªa aguas muy profundas gracias a los monzones, es hoy poco m¨¢s que una costra de sal.
Las herramientas avanzadas y el arte rupestre son signos inequ¨ªvocos de la llegada del Homo sapiens a cualquier zona del planeta. La desertizaci¨®n ya puede unirse a la lista.
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