Berl¨ªn exhibe una pol¨¦mica exposici¨®n sobre el terrorismo de Baader-Meinhof
52 artistas muestran su percepci¨®n del grupo que sembr¨® la violencia en los a?os setenta
La muestra La representaci¨®n del terror: la exposici¨®n de la RAF, centrada en la llamada Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF), el grupo Baader-Meinhof, que a principios de los setenta sembr¨® el terror en la Rep¨²blica Federal de Alemania, ha desencadenado ya la pol¨¦mica antes de su inauguraci¨®n, hoy en Berl¨ªn. La exposici¨®n, 88 obras de 52 artistas y un mont¨®n de textos de prensa y v¨ªdeos con informaciones de televisi¨®n, se realiza sin subvenciones p¨²blicas por el esc¨¢ndalo ante lo que se considera mitificaci¨®n de los terroristas y equiparaci¨®n entre v¨ªctimas y asesinos.
Feldmann expone 80 fotos de los muertos de las dos partes
Con el anuncio en el verano de 2003 de la exposici¨®n, que se inaugura esta tarde en las salas Kunst-Werke (Talleres de Arte) y en una iglesia evang¨¦lica del centro de la capital alemana, lleg¨® el esc¨¢ndalo. En pocos d¨ªas se publicaron m¨¢s de 500 art¨ªculos sobre un tema que m¨¢s de un cuarto de siglo despu¨¦s de su punto ¨¢lgido todav¨ªa provoca pol¨¦mica y resentimiento en Alemania: el terrorismo del grupo Baader-Meinhof en los a?os setenta. Hasta el canciller federal, el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, se pronunci¨® en contra. Ante la falta de subvenciones p¨²blicas, 50 artistas donaron obras para una subasta a trav¨¦s de Internet cuya recaudaci¨®n de 250.000 euros se destin¨® a financiar la exposici¨®n.
Los organizadores aseguran que se trata de "una exposici¨®n de arte y no un intento de dar una explicaci¨®n pol¨ªtica". As¨ª lo afirmaba ante un grupo de corresponsales extranjeros en Berl¨ªn uno de los patrocinadores, el ex ministro federal del Interior Gerhart Baum, del partido liberal (FDP). Sostiene Baum que el art¨ªculo 5 de la Constituci¨®n alemana garantiza la libertad del arte y "ver las reacciones ante el impacto de la RAF" le motiv¨® para apoyar la exposici¨®n. Otro sucesor de Baum en el Ministerio del Interior, el actual, el socialdem¨®crata Otto Schily (SPD), tambi¨¦n aparece de pasada en un v¨ªdeo que recoge los telediarios del 27 de octubre de 1977, el d¨ªa del entierro en Stuttgart de Andreas Baader, Gudrun Ensslin y Jan-Carl Raspe, los tres terroristas que se suicidaron en la c¨¢rcel de Stammheim. La imagen de un Schily joven con gesto grave en el entierro resulta reveladora de las evoluciones individuales y colectivas experimentadas el ¨²ltimo cuarto de siglo en Alemania. En aquellos tiempos, Schily era el abogado defensor de Gudrun Ensslin y, como recuerda Baum, sosten¨ªa que "en las celdas de aislamiento se ejecuta a plazos a los presos de la RAF". Hoy d¨ªa a Schily le llaman el sheriff rojo y sostiene que "en la duda, la seguridad est¨¢ por encima de la libertad".
Los hijos de los dos personajes que dieron el nombre period¨ªstico a la RAF se encuentran a ambos lados de la barricada ante la exposici¨®n. Felix Ensslin, hijo de Gudrun -que se suicid¨® en la c¨¢rcel de Stammheim en octubre de 1997-, es uno de los comisarios. Bettina R?hl, hija de Ulrike Meinhof -que tambi¨¦n se suicid¨® en la c¨¢rcel en mayo de 1976-, publica esta semana en el semanario Die Zeit una cr¨ªtica demoledora. Ensslin sostuvo ayer ante la prensa que "no se trata de una exposici¨®n hist¨®rica, sino que expone la transmisi¨®n de las im¨¢genes". Sobre su historia personal, Ensslin declar¨®: "Tengo una madre fundadora de la RAF, pero yo nunca me mov¨ª ni me socialic¨¦ en esos medios. No tengo recuerdos personales". Seg¨²n Ensslin, el terrorismo de la RAF "es un tema cargado de emotividad y es importante ver c¨®mo lo afrontan las generaciones actuales". Para Bettina R?hl, "la exposici¨®n no es ni mucho menos la ¨²ltima palabra sobre la RAF", y critica el "tratamiento ingenuo e irresponsable de los artistas y los medios con los iconos de la RAF a los que el museo Kunst-Werke ha levantado un nuevo monumento".
La exposici¨®n se extiende por cinco pisos del edificio. En la primera planta se dedica una atenci¨®n exhaustiva a la cobertura medi¨¢tica de un movimiento que se desencadena con la muerte del estudiante Benno Ohnesorg el 2 de junio de 1967 durante una manifestaci¨®n en Berl¨ªn, y concluye con los asesinatos de la llamada tercera generaci¨®n del terrorismo alem¨¢n en 1993. En el centro, los suicidios de los l¨ªderes de la RAF en Stammheim, tras el asesinato del jefe de la patronal alemana Hanns-Martin Schleyer y el fracaso del secuestro del avi¨®n de Lufthansa en Mogadiscio (Somalia). Un aut¨¦ntico aluvi¨®n de portadas de peri¨®dicos y monitores de televisi¨®n con los telediarios de aquellos d¨ªas del oto?o alem¨¢n de 1977 rodea una sala en forma de cubo donde el artista Hans-Peter Feldmann expone 80 fotos de los muertos de las dos partes. Sin el menor comentario sobre los muertos de uno y otro lado, terroristas y asesinados, la interpretaci¨®n de que all¨ª se equiparan v¨ªctimas y verdugos resulta casi obligada.
Entre los artistas cuyas obras se exponen figuran tres generaciones. Joseph Beuys, J?rg Immendorf, Gerhard Richter o el grafista Klaus Staeck figuran entre los m¨¢s destacados. Un pasqu¨ªn de Staeck resume la cr¨ªtica de la izquierda socialdem¨®crata a los terroristas. El pol¨ªtico democristiano Franz Josef Strauss aparece ante una pintada con el texto "Holger
[Meins, terrorista muerto en la c¨¢rcel tras una huelga de hambre], la lucha contin¨²a". Strauss ha a?adido una frase a la pintada: "Hasta la victoria final de la CDU / CSU", la democracia cristiana que se beneficia de la derechizaci¨®n del electorado como reacci¨®n al terrorismo.
Babelia
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