Abierto 24 horas

La f¨®rmula non-stop le ha granjeado a Taiwan gran parte de su ¨¦xito econ¨®mico. Una de las se?as de identidad del pa¨ªs es su organizaci¨®n del trabajo, consistente en producir sin descanso, tanto en el comercio como en la industria. El concepto de horario comercial es pr¨¢cticamente inexistente, con tiendas abiertas 24 horas al d¨ªa y mercados nocturnos. "Casi no hay limitaciones de horarios en el sector servicios", aseguran en el Instituto para la Planificaci¨®n Econ¨®mica y el Desarrollo. En la industria, las barreras son nulas. La producci¨®n se mantiene durante toda la jornada, eso s¨ª, con diferentes turnos.

El apego al trabajo forma parte de la idiosincrasia del taiwan¨¦s. El paro no constituye un problema para esta sociedad, que goza de lo que t¨¦cnicamente se denomina pleno empleo (un 4,99% de la poblaci¨®n activa). Las vacaciones representan un lujo bastante escaso. Por lo general, un trabajador pasa su primer a?o de empleo sin d¨ªas de asueto. El segundo y el tercer a?o le reportan siete d¨ªas cada uno. A partir de ah¨ª, se obtienen 10 d¨ªas anuales que van increment¨¢ndose conforme pasan los a?os, hasta llegar a 30. Pero no se suelen coger, seg¨²n apuntan en la Oficina de Informaci¨®n del Gobierno, especialmente en la empresa privada. Son las compa?¨ªas extranjeras asentadas en Taiwan las que m¨¢s descanso ofrecen, aunque sus empleados suelen tener reparos en aceptarlas.

Culmine a la hora que culmine la jornada laboral, el trabajador taiwan¨¦s siempre estar¨¢ seguro de encontrar un comercio abierto para las compras de ¨²ltimo momento. La franquicia 7-Eleven puebla pr¨¢cticamente cada manzana de las ciudades. Y existen otras muchas. Esto asegura las necesidades de consumo en todas sus variantes, desde una recarga de tel¨¦fono m¨®vil hasta la ¨²ltima exquisitez gastron¨®mica.

Gestos cotidianos como acercarse a un 7-Eleven tras la dura jornada laboral sostienen el crecimiento econ¨®mico. El consumo representa un 70% del producto interior bruto (PIB), una aportaci¨®n 10 puntos superior a la espa?ola y a la de la opulenta sociedad estadounidense, donde supone dos tercios. Con una renta anual per c¨¢pita superior a los 13.000 d¨®lares (casi 10.000 euros), los taiwaneses disfrutan de un poder adquisitivo alejado de las mayores estrecheces de sus vecinos en el continente.