Un estudio alerta sobre la falta de seguridad en las instalaciones deportivas de los colegios

Porter¨ªas mal ancladas, canastas no acolchadas, pistas sucias y deterioradas que no guardan la distancia de seguridad con bordillos y vallas y tomas de luz al descubierto en vestuarios son algunas de las deficiencias constatadas en un estudio piloto realizado por la Universidad de Ja¨¦n en 50 centros de educaci¨®n primaria y secundaria de las provincias de Ja¨¦n y C¨¢diz. Realizado por los investigadores Pedro ?ngel Latorre, de la Universidad de Ja¨¦n, y Julio ?ngel Herrador, profesor del IES Antonio Muro de C¨¢diz, esta primera muestra se ver¨¢ completada por el an¨¢lisis de otros 300 centros escolares representativos de toda la comunidad.

Bajo la denominaci¨®n Centro escolar: ergosistema saludable. Riesgos en relaci¨®n con los recursos materiales y did¨¢cticos, espacios y equipamiento deportivo en educaci¨®n f¨ªsica, los dos investigadores alertan sobre el incumplimiento de la normativa establecida en materia de seguridad tanto en la utilizaci¨®n de los equipamientos como en la de los espacios en los que se desarrolla la clase de Educaci¨®n F¨ªsica.

Como herramienta de su investigaci¨®n los dos profesores han elaborado una ficha con un centenar de observaciones basadas en la normativa sobre instalaciones deportivas y de esparcimiento (NIDE), fijada por el Consejo Superior de Deportes, adem¨¢s de otras normas espa?olas y europeas sobre equipamientos deportivos, pavimentos e iluminaci¨®n. "Con la colaboraci¨®n de los profesores de Educaci¨®n F¨ªsica, esta ficha servir¨¢ para hacer el peritaje a las instalaciones y equipamientos deportivos de los centros seleccionados para el estudio", explica Julio Herrador, profesor tambi¨¦n en la Universidad de C¨¢diz.

A juicio de los dos profesores, detr¨¢s de la aparente "dejadez" de la seguridad en las clases de Educaci¨®n F¨ªsica se esconde la falta de reconocimiento de esta materia como una asignatura importante para la promoci¨®n de la salud y de la educaci¨®n integral de los individuos. "Todav¨ªa hoy se sigue considerando la Educaci¨®n F¨ªsica como una materia inferior a otras. Sin embargo no podemos aceptar que todo vale cuando est¨¢ en juego la salud tanto de los alumnos como la del propio profesor", resalta Latorre.

En una encuesta realizada a 400 alumnos de la Universidad de Granada y Ja¨¦n sobre su experiencia como escolares, ¨¦sta se?ala que la mayor parte de las lesiones se debieron a accidentes fortuitos, "aunque tambi¨¦n se deduce una implicaci¨®n negligente del profesorado en gran parte de las lesiones", reconocen los investigadores. El nivel de desperfecto de los espacios y equipamientos (porter¨ªas no ancladas, alambres salientes, espalderas en mal estado...) y la imprudencia y osad¨ªa del alumnado fue otro factor potencial de riesgo. "Todas estas circunstancias incrementan la posibilidad de sufrir una lesi¨®n y aunque la mayor parte de ellas son de importancia menor no podemos olvidar que tambi¨¦n hemos vivido m¨¢s de un episodio de muerte", lamenta Latorre, quien recuerda que la pr¨¢ctica f¨ªsico-deportiva supone en s¨ª misma una actividad arriesgada.

En cuanto a las lesiones m¨¢s frecuentes en las clases de Educaci¨®n F¨ªsica destacan los esguinces y aqu¨¦llas producidas en la piel como consecuencia de las ca¨ªdas. "En menor n¨²mero se encuentran las luxaciones y fracturas junto a otros traumatismos abdominales e incluso lesiones oculares", a?ade Latorre.

Esta investigaci¨®n se completa con otra l¨ªnea de investigaci¨®n sobre el an¨¢lisis ergon¨®mico y psicosocial del puesto de trabajo del docente de Educaci¨®n F¨ªsica. En este sentido Latorre advierte de los riesgos laborales espec¨ªficos de este profesorado ya que su actividad se realiza en muchos casos a la intemperie. Adem¨¢s se ven sometidos a una serie de cargas f¨ªsicas, est¨¢ticas y din¨¢micas al permanecer la mayor parte del tiempo de docencia en pie, transportando material pesado (vallas, potros, colchonetas, canastas...) y realizando los ejercicios de demostraci¨®n a sus alumnos. Por otro lado, la percepci¨®n del escaso reconocimiento social y acad¨¦mico de su ¨¢rea curricular provoca en el docente de Educaci¨®n F¨ªsica una mayor predisposici¨®n al s¨ªndrome de Burnout, como consecuencia de su insatisfacci¨®n laboral, concluye Latorre.