Reforma
El Parlamento andaluz va a abrir su nuevo periodo de sesiones rechazando el Plan Ibarretxe. Teniendo en cuenta que ya se ha celebrado el muy importante y muy relevante y muy did¨¢ctico e impecablemente democr¨¢tico debate en las Cortes Generales, se corre el peligro de que por redundante sea poco efectivo. Pero en fin ah¨ª est¨¢ el acuerdo para llevar el asunto al Parlamento que en todo caso es seguro que va a servir para hablar de lo m¨¢s relevante, que es nuestra propia reforma estatutaria sobre la que ya se alzan voces pidiendo concreci¨®n. Los sindicatos UGT y CC OO han dado un toque a nuestros representantes y les han exigido que dejen ya de mirar a otras comunidades aut¨®nomas y expongan p¨²blicamente los contenidos reales y las propuestas concretas sobre la reforma en Andaluc¨ªa.
Est¨¢ bien la exigencia, pero no es cierto que no haya que mirar a otras comunidades, al contrario, hay que prestar atenci¨®n a lo que, por ejemplo, el PP est¨¢ aceptando en Catalu?a, mientras acusa al mism¨ªsimo presidente Chaves de ser el quien consiente reformas insolidarias. Es necesario prestar atenci¨®n a lo que se pretende sobre el d¨¦ficit fiscal de Catalu?a, que ha ascendido seg¨²n los expertos consultados por la Generalitat y los grupos parlamentarios, consulta que naturalmente se hace para tener en cuenta el dato en su reforma, lo que puede quedar traducido en menor aportaci¨®n de Catalu?a al resto de Espa?a, que es lo que realmente puede hacer profundamente insolidaria la reforma de aquel Estatuto.
As¨ª pues mirar y vigilar otras reformas-atenci¨®n tambi¨¦n a lo que el PP est¨¢ acordando en Canarias- no es in¨²til, pero lo m¨¢s importante es conseguir un consenso fuerte y comprometido con el derecho a la reforma de nuestro Estatuto en igualdad con cualquier otra comunidad que quiera llegar al techo m¨¢ximo de privilegios y competencias. Un consenso que evidencie la uni¨®n de todas las voluntades para conseguir la mejor reforma posible.
En fin, el Parlamento vuelve a celebrar sesiones, ser¨ªa bueno que m¨¢s que insistir en argumentos sobre lo que ya est¨¢ bien rechazado, se debatiera sobre la necesidad de afrontar de la mejor manera posible una reforma estatuaria que hable de t¨² a los dem¨¢s estatutos. Es lo que estamos necesitando ver y de lo que hay que empezar a hablar entre todos y con todos.
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