El problema de los pisos
Me sumo a la denuncia de Pablo Dom¨ªnguez Garc¨ªa en carta publicada en su peri¨®dico el d¨ªa 31 de enero de 2005, titulada Pap¨¢s ricos. Lo hago desde otra perspectiva, pero coincidiendo en su denuncia. Tengo un hijo en su misma situaci¨®n. No soy una madre rica y su padre tampoco, somos dos simples trabajadores, cualificados, pero s¨®lo trabajadores.
Hasta que a mi hijo le otorgaron una VPO del Ayuntamiento, ingenua de m¨ª, pensaba que el Plan Primera Vivienda consistir¨ªa en que a la entrega de la vivienda, cambiar¨ªan la cuota de alquiler por la cuota del cr¨¦dito hipotecario otorgado por los bancos autorizados por el Ayuntamiento de Madrid para ello.
Cre¨ªa, ingenua de m¨ª, que ser¨ªa algo diferente a las llamadas viviendas de precio tasado, a las de cooperativas... pues los m¨¢s j¨®venes o viven con sus padres o viven compartiendo piso con amigos o ya est¨¢n casados y es absolutamente irreal pensar que pueden ahorrar. ?No puedo yo, que tengo un sueldo y casa!
Pues no, hete aqu¨ª que mi hijo, casado y con dos ni?os peque?os, que paga una renta de 650 euros, tuvo que pagar 6.000 euros al firmar un documento para aceptar la vivienda que les toc¨®. Y no s¨®lo eso, en mayo de 2005 deber¨¢ abonar 9.000 euros y a la entrega, dicen que en diciembre, otros 9.000 euros. Los 24.000 euros que menciona Pablo en su carta y sin haber podido abrir ninguna cuenta vivienda, ?ahorrar? ?c¨®mo?
Soy s¨®lo una madre trabajadora, as¨ª que sin dudarlo, pedir¨¦ un pr¨¦stamo al banco donde tengo domiciliada una n¨®mina como trabajadora de plantilla, como est¨¢n las cosas no me negar¨¢n 24.000 euros para que mis hijos y mis nietos tengan una vivienda m¨¢s o menos digna, que eso habr¨¢ que verlo luego...
Pol¨ªtica obscena que la derecha, c¨ªnicamente, vende como pol¨ªtica social. Seguramente confunden lo social con lo "de sociedad", que se les da mejor.
Quiero denunciar como Pablo, y quiero tambi¨¦n convocar a los j¨®venes a la protesta y denuncia de estos hechos. S¨ª Pablo, la clase trabajadora es la que sigue y seguir¨¢ hipotecada mientras los responsables de gestionar las pol¨ªticas sociales no tengan enfrente a un colectivo que reclame con tes¨®n lo que la Constituci¨®n proclama: que todos los espa?oles tengan derecho a una vivienda digna. Y ese colectivo ya existe, s¨®lo hay que sumarse.
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