Ly¨®n, sin complejos
No puede echar un pulso a la ?pera Nacional de Par¨ªs y, sin embargo, quiere mantener una personalidad propia, sin dar opci¨®n a que se la etiquete como un teatro l¨ªrico de provincias. La ?pera de Ly¨®n lo tiene claro. Sabe que es la segunda ciudad francesa para el teatro l¨ªrico. Sus opciones son la apuesta por la juventud y un proyecto cultural s¨®lido de dimensiones humanas y controlables. Tiene un edificio emblem¨¢tico y moderno desde 1993, fruto de la reforma de Jean Nouvel del teatro antiguo situado frente al Ayuntamiento, en esa "casi isla" entre los r¨ªos Rh?ne y Sa?ne. En la programaci¨®n de esta temporada se permite no incluir t¨ªtulos de Verdi, Wagner o Puccini (los dos ¨²ltimos tampoco estaban en la anterior), pero, sin embargo, hay tres ¨®peras de Jan¨¢cek -Jenufa, Katia Kabanova, El caso Makropoulos- que se pueden ver en d¨ªas consecutivos al menos en tres ocasiones durante los meses de mayo y junio pr¨®ximos. Y tambi¨¦n hay dos Henze, un Shostak¨®vich, un Monteverdi -L'incoronazione di Poppea, de la mano de William Christie con cantantes del Nuevo Studio de la ?pera-, un Chabrier, un Mozart y un Shostak¨®vich. Bien, no es lo que se entiende por una programaci¨®n convencional y viene despu¨¦s de otra temporada con t¨ªtulos de Tan Dun, Levinas, Berg, Debussy, Beethoven, Haydn, Rameau, Verdi -Falstaff- y, una vez m¨¢s, Monteverdi. Lo curioso es que al lado de todo esto hay jornadas de puertas abiertas que convocan hasta a 10.000 personas entre talleres, paseos ins¨®litos por las tripas del teatro, actuaciones de m¨²sicos y bailarines a la entrada del edificio, karaokes l¨ªricos, demostraciones de hip-hop o extensiones de la orquesta titular a campos como el rock, la zarzuela, el tango o los pasodobles. Es, qu¨¦ duda cabe, el de Ly¨®n un teatro de ¨®pera con vitalidad.
La historia viene de lejos. Las primeras representaciones l¨ªricas en Ly¨®n datan de hace ya tres siglos y medio, aunque el teatro m¨¢s antiguo para la ¨®pera se edifica en 1756 por Soufflot, arquitecto, entre otros edificios, del famoso Ode¨®n de Par¨ªs. En 1831 se reemplaz¨® por otro de estilo neocl¨¢sico, obra de los arquitectos Chenavard y Mollet. El 1 de julio se abri¨® con una ¨®pera c¨®mica de Boildieu pr¨¢cticamente desconocida hoy. El edificio se qued¨® peque?o para las necesidades de un teatro moderno de ¨®pera y fue a comienzos de los ochenta del pasado siglo cuando se convoc¨® un concurso de arquitectura para rehabilitar lo existente. Fue ganado por Jean Nouvel. Se manten¨ªan los muros de la fachada del teatro antiguo y el foyer, se multiplicaba por tres el volumen en un dise?o de 18 pisos, cinco de ellos por debajo del nivel de la calle, y se dotaba al teatro de un importante equipamiento. M¨¢s que una segunda Bastilla se pidi¨® a Nouvel que repensase el edificio original en un di¨¢logo entre historia y modernidad. Y as¨ª lo hizo. El nivel de la gran sala se sit¨²a entre los niveles +3 y +8, el volumen global es de 77.100 metros c¨²bicos y la superficie ¨²til es de 14.800 metros cuadrados. Fundamentalmente en negro y rojo, tiene al nivel +7 un restaurante en el lugar donde se encuentran las ocho esculturas conocidas como "Las musas" y a nivel -2 un anfiteatro que sirve de bar para fumadores y en el que se celebran con frecuencia conciertos de jazz, cabaret y m¨²sicas ¨¦tnicas.
El 14 de mayo de 1993 se
inaugur¨® el nuevo edificio de Nouvel con Rodrigue et Chim¨¨ne, de Debussy en una orquestaci¨®n de Denisov, bajo la direcci¨®n musical de Kent Nagano y esc¨¦nica de Georges Lavaudant. Al d¨ªa siguiente el propio Nagano volv¨ªa a dirigir otro t¨ªtulo l¨ªrico franc¨¦s -Los cuentos de Hoffmann, de Offenbach- y al otro un ballet -Coppelia, de Delibes-. Los actos de apertura se completar¨ªan con una ¨®pera barroca, evidentemente francesa -Pha¨¦ton, de Lully-, a cargo del especialista Marc Minkowski. Dirig¨ªan entonces el teatro Louis Erlo y Jean-Pierre Brossmann. Desde el comienzo la ?pera de Ly¨®n fue un foco de atenci¨®n para todo el mundo l¨ªrico. No es que saliese de la nada pues antes de la reforma, en la armoniosa ciudad francesa, John Eliot Gardiner hab¨ªa dejado su sello como director durante bastantes a?os y se hab¨ªan difundido internacionalmente por televisi¨®n montajes como el de Pierre Strosser para Pell¨¦as et M¨¦lisande, de Debussy, por ejemplo, pero el edificio de Nouvel rematado por una c¨²pula semiesf¨¦rica empez¨® a ser identificado como la imagen del nuevo Ly¨®n. El aumento de los costes sobre lo previsto (de los 12,2 millones de euros presupuestados inicialmente a cerca de 73) no ha dejado de suscitar pol¨¦mica y hoy todav¨ªa mantienen un conflicto jur¨ªdico las autoridades de Ly¨®n y el arquitecto sobre sus responsabilidades respectivas y el pago de facturas, seg¨²n inform¨® el diario Le Monde en un art¨ªculo publicado el pasado 25 de enero bajo el t¨ªtulo Ly¨®n, enferma de su ?pera fr¨¢gil y costosa. Frente a ello, la audacia de la programaci¨®n y la captaci¨®n de un p¨²blico joven tratan de cerrar viejas heridas.
En la actualidad la ?pera de Ly¨®n est¨¢ dirigida por Serge Dorny. ?pera "nacional" desde 1996, est¨¢ subvencionada por el Estado, la regi¨®n Rh?ne-Alpes, el departamento del Rh¨°ne y la villa de Ly¨®n. Tiene algo m¨¢s de 150.000 espectadores al a?o y un presupuesto de unos 30 millones de euros, emplean a unas 350 personas entre t¨¦cnicos, administrativos y artistas.
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