"Los chicanos somos los nietos macabros de Espa?a y la Am¨¦rica ind¨ªgena"
El artista mexicano reflexiona en sus performances sobre el arte fronterizo, las culturas h¨ªbridas y las identidades trans y pos nacionales. Har¨¢ esta semana una presentaci¨®n en Madrid.
Par¨ªs, Nueva York o Berl¨ªn no son hoy d¨ªa m¨¢s que s¨ªmbolos del mercado art¨ªstico, referencias nost¨¢lgicas a vanguardias pasadas, mientras que los territorios fronterizos, los lugares-puente donde confluyen varias culturas -la frontera m¨¦xico-norteamericana, las islas Canarias, el Caribe o los pa¨ªses africanos- son espacios de experimentaci¨®n donde se entiende la realidad de una manera diferente, donde se subvierten los conceptos tradicionales del arte y se proponen nuevos mensajes y lenguajes en los que ya no caben los prejuicios ni los dogmas de anta?o.
El artista del performance Guillermo G¨®mez-Pe?a (M¨¦xico, DF, 1950) no es en absoluto un personaje marginal en el mundo del arte, ya que desde que obtuviera en Estados Unidos la "beca para genios" MacArthur, a comienzos de los a?os ochenta, ha actuado regularmente en centros tan prestigiosos como la Tate Modern de Londres o el Museo Guggenheim de Nueva York. Sus propuestas sin embargo contin¨²an encontrando reparos institucionales en algunos pa¨ªses, quiz¨¢ porque se?ala con la precisi¨®n de un antrop¨®logo el doble discurso existente en el arte, porque como un artista mexicano y chicano a la vez se dedica a explorar los grandes debates sobre las identidades trans y pos nacionales. En Madrid, en la periferia de Arco, G¨®mez-Pe?a presentar¨¢ Post-M¨¦xico en X-Pa?a, dos performances arropadas por una instalaci¨®n que consta de ocho fotograf¨ªas de gran formato y por una serie de videograffitis. Ir¨®nicamente, el portafolio fotogr¨¢fico no incluye a ning¨²n performer madrile?o sino a emigrantes, porque G¨®mez-Pe?a quiere "invertir las relaciones de poder y recordarle al centro que el futuro est¨¢ en los m¨¢rgenes y que los m¨¢rgenes son ya el centro".
"Somos culturas fronterizas", explica G¨®mez-Pe?a refiri¨¦ndose por igual a chicanos en Estados Unidos y a canarios en Espa?a, "culturas de fusi¨®n y transici¨®n, culturas-puente y culturas-abismo. Somos el tercer mundo injertado en el primero y viceversa. Formamos parte de otra cartograf¨ªa, tenemos otros pa¨ªses y otras capitales".
El proyecto Post-M¨¦xico en X-Pa?a es parte de un di¨¢logo que G¨®mez-Pe?a comenz¨® en 1988 con el comisario canario Orlando Britto-Jinorio, que lo llev¨® a colaborar con otros artistas europeos y africanos interesados en "cuestiones de inmigraci¨®n, cultura fronteriza e identidades m¨²ltiples". La est¨¦tica de G¨®mez-Pe?a lo samplea todo: la cultura popular fronteriza, la televisi¨®n, el cine, el rock, el hip-hop, el c¨®mic, el periodismo, la antropolog¨ªa, el porno, las im¨¢genes religiosas y la historia de las artes visuales y esc¨¦nicas. Una de las f¨®rmulas con la que ha experimentado durante a?os es el formato colonial del diorama. "Elaboramos 'dioramas vivientes' que parodian y subvierten ciertas pr¨¢cticas de representaci¨®n que provienen de la ¨¦poca colonial", comenta, "e incluyen tableaux vivants etnogr¨¢ficos como los de los museos de Historia Natural, freak shows o vitrinas de tiendas porno. Emulando estos formatos nos exhibimos como artefactos humanos ex¨®ticos: a veces representamos 'espec¨ªmenes' etnogr¨¢ficos, como miembros de una tribu ficticia en v¨ªas de extinci¨®n; otras adoptamos identidades h¨ªbridas sugeridas por el p¨²blico, lo cual nos convierte en frankensteins multiculturales". G¨®mez-Pe?a lleva as¨ª a la pr¨¢ctica lo que el antrop¨®logo mexicano Roger Bartra ha llamado la construcci¨®n del salvaje artificial, "esa criatura m¨ªtica que el norte necesita demonizar para racionalizar su ethos colonizador". Los "salvajes artificiales" en exhibici¨®n son proyecciones culturales del deseo y el temor primermundista ante la ex¨®tica otredad cultural del Sur y Oriente Pr¨®ximo.
El artista chicano explica
de esta manera el trasfondo pol¨ªtico de sus pr¨®ximas performances en Madrid: "513 a?os despu¨¦s de la conquista y colonizaci¨®n espa?ola de las Am¨¦ricas, los hijos bastardos de Cort¨¦s y la Malinche, seguimos emigrando hacia el norte. Somos la gran di¨¢spora latinoamericana en Estados Unidos, 35 millones de hu¨¦rfanos del Estado-naci¨®n que constituimos una de las poblaciones flotantes m¨¢s grandes del planeta. Despu¨¦s de 513 a?os, los chicanos, que de alguna manera somos los nietos macabros de Espa?a y la Am¨¦rica ind¨ªgena, regresamos a una X-Pa?a que se ve a s¨ª misma como 'europea', 'global' y 'posmoderna', a una X-Pa?a que se niega a reflexionar sobre sus deudas hist¨®ricas con Am¨¦rica y Oriente Pr¨®ximo y sobre su problem¨¢tica relaci¨®n con sus comunidades de inmigrantes. Regresamos a un pa¨ªs que, curiosamente, experimenta procesos similares de transculturizaci¨®n y xenofobia a Estados Unidos, Reino Unido, Francia o Alemania, pero que a¨²n carece de modelos conceptuales para entenderlos
Guillermo G¨®mez-Pe?a y su grupo La Pocha Nostra actuar¨¢n los d¨ªas 12 y 13 de febrero a las 23.30 en Vers¨¢tile (San Marcos, 24, Madrid), patrocinadas por la Galer¨ªa Artificios y BRH Editions.
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