Abbas califica de "insultante" la oferta israel¨ª para liberar presos

El proceso de liberaci¨®n de 900 presos palestinos acordado por el Gobierno israel¨ª ha quedado estancado. El Ejecutivo de Ariel Sharon y la Autoridad Nacional Palestina se encuentran enfrentadas respecto al n¨²mero de presos, pero sobre todo en lo relativo al perfil de los excarcelables: Israel se niega a liberar a militantes de Ham¨¢s y activistas detenidos por la Intifada. Este conflicto -el presidente palestino, Mahmud Abbas, califica de "insultante" la propuesta- pone en peligro la continuidad de la tregua y ensombrece la cumbre que el martes deben celebrar Ariel Sharon y Mahmud Abbas.

Israel¨ªes y palestinos se despidieron anoche con un portazo despu¨¦s de varias horas de reuni¨®n, en el transcurso de la cual trataron de confeccionar una lista de los presos palestinos que deb¨ªan ser liberados, de acuerdo con las directrices establecidas por el Comit¨¦ de Reflexi¨®n Ministerial del Gobierno de Ariel Sharon. El n¨²mero y el criterio de selecci¨®n de los presos enfrenta a ambas partes. El conflicto parece insalvable por un desacuerdo que surge cada vez que se habla de liberar a los detenidos palestinos.

La negativa israel¨ª a liberar a los reclusos con "las manos manchadas de sangre" ha llevado al Ejecutivo de Sharon a elaborar una primera lista de 500 excarcelables compuesta por mujeres, menores, presos comunes y reos a punto de cumplir la condena. La lista no incluye a ning¨²n preso importante del movimiento fundamentalista Ham¨¢s o de Yihad Isl¨¢mica, algunos de los cuales se encuentran detenidos por orden "administrativa" sin que se haya dictado sentencia.

Esta propuesta fue recibida con indignaci¨®n por los palestinos, que reclaman la puesta en libertad de los 8.000 presos, pero empezando por los que m¨¢s a?os llevan en prisi¨®n: un grupo de 237 prisioneros encarcelados desde antes de la firma de los Acuerdos de Oslo, en 1993. Para los palestinos, en esta primera lista debe incluirse tambi¨¦n a militantes de Ham¨¢s y otros l¨ªderes destacados, entre los que se encuentra el responsable de Al Fatah en Cisjordania e impulsor de la Intifada, Marwan Barghuti.

La posici¨®n cerrada de Israel, que se niega a ampliar los criterios de selecci¨®n de los excarcelables, coloca en una situaci¨®n muy delicada al presidente palestino, Mahmud Abbas. Por una parte, Abbas se encuentra presionado por los dirigentes radicales de Ham¨¢s y de Yihad Isl¨¢mica, que reclaman la libertad de sus detenidos como contrapartida a una declaraci¨®n oficial de tregua y a la continuidad del cese de hostilidades. Pero, adem¨¢s, el presidente est¨¢ presionado por los sectores radicales de Al Fatah, a los que en su d¨ªa prometi¨® la liberaci¨®n de su l¨ªder, Barghuti, a cambio de que ¨¦ste no se presentara como candidato a las elecciones presidenciales.

"La oferta israel¨ª es insultante", asegur¨® Abbas tras ser informado de la propuesta israel¨ª. Su indignaci¨®n era tan enorme que dio orden al ministro Saeb Erekat, al coronel Mohamed Dahlan y al jefe de la oficina del primer ministro, Hasan Abu Lidda, de abandonar las negociaciones, lo que dej¨® con la boca abierta a la delegaci¨®n israel¨ª encabezada por Dov Weisglass, asesor del primer ministro.

Cr¨ªticas de Peres

El gesto de protesta provoc¨® a su vez las iras de Ariel Sharon, quien en una conversaci¨®n telef¨®nica mantenida horas m¨¢s tarde con el primer ministro noruego, Kjell Magne Bondevick, acus¨® a Abbas de no "dar pasos sustanciales para combatir el terrorismo", olvid¨¢ndose que d¨ªas atr¨¢s se hab¨ªa deshecho en elogios hacia los palestinos.

El viceprimer ministro israel¨ª, Simon Peres, intentaba aportar sensatez. En unas declaraciones a la radio estatal critic¨® la doctrina de Sharon, seguida por los sectores m¨¢s conservadores del Gobierno, de oponerse a la liberaci¨®n de presos "con las manos manchadas de sangre". Peres asegur¨® que esta tesis puede ser ahora contraproducente porque mina al presidente palestino. Y a?adi¨® que a estas alturas la pol¨ªtica de no liberar a presos implicados en la muerte de israel¨ªes es un principio "pasado de moda".