S¨ª o no

Puede que cada voto s¨®lo sea una forma de inclinarnos por lo menos malo: hay lo que hay, perogrullada "realista" que nos impide permanecer al margen como muchos pretender¨ªan para su propio provecho. No tiene la presente campa?a pinta de levantar grandes entusiasmos, y el ¨²nico elemento de suspense consiste en qu¨¦ n¨²mero de votantes se molestar¨¢ en acudir al refer¨¦ndum. Entre el "s¨ª" cr¨ªtico de los socialistas y el "no" eur¨®fobo de la extrema derecha, campa todo un tropel de adjetivos y adverbios. "A¨²n contiene imperfecciones, pero es un paso adelante. Ya la iremos reformando". Las socialdemocracias prometen un futuro mejor para consolarnos de este Tratado que mantiene el grave d¨¦ficit democr¨¢tico de consagrar el papel secundario del Parlamento. "Dej¨¦monos llevar por la raz¨®n y no por el sentimiento". Y a?aden un adobo realmente apetitoso: una Europa m¨¢s fuerte pone barreras a las estrategias neoimperiales de los EE UU. Nada de esto basta para la izquierda m¨¢s izquierda. Tampoco para algunos nacionalistas: se sacrifica a los pueblos a favor de los estados, se potencian las capacidades militares, se consagra el modelo econ¨®mico neoliberal, se privatizan las prestaciones, se cae en la xenofobia... Por su parte, el PP, para quien cualquier tiempo pasado fue mejor, pide el s¨ª con la boca peque?a, de pi?¨®n, a?orando el momento en que en Niza O Rei Aznar parec¨ªa el rey del mambo. De ah¨ª la inteligente met¨¢fora del fino analista Alfonso Rus, aquella de una Espa?a de primera o tercera divisi¨®n, y no s¨¦ qu¨¦ m¨¢s sobre la Champions. Parece locura firmar contratos sin haber le¨ªdo antes la letra, pero ya cuesta entrarle a un texto tan barroco, sometido adem¨¢s a tan diversas interpretaciones. Es natural que parte del censo se debata entre dudas peludas. Sabemos que otra Europa es posible, pero tambi¨¦n que poco probable. Y pronunciarse en el mismo sentido que la caverna, aunque por motivos bien opuestos, da cierto repel¨²s. ?Va a ser que s¨ª? ?Va a ser que no? Coraz¨®n part¨ªo. C¨®mo se pueden querer dos votos tan distintos a la vez. Y no estar loca.