"Soy previsor, por eso he venido el primer d¨ªa"
Hasta cuatro funcionarios tuvo a su entera disposici¨®n Sant Singh para hacer entrega, a las cinco de la tarde de ayer, de los tres documentos que le abrir¨¢n las puertas de su regularizaci¨®n. Este barcelon¨¦s de origen hind¨² y con 30 a?os reci¨¦n cumplidos ve¨ªa as¨ª m¨¢s cerca que nunca su meta de trabajar "sin tener que esconderme". En una oficina de la avenida Paral¡¤lel con m¨¢s funcionarios que inmigrantes, Sant Singh estuvo acompa?ado en todo momento del apoderado de la empresa por la que trabaja, Murli Harjani, tambi¨¦n de origen hind¨² pero con 30 a?os de residencia en Espa?a.
Lleg¨® a la oficina dos horas despu¨¦s de su apertura. "Soy previsor, por eso he venido el primer d¨ªa", dijo al ser preguntado por qu¨¦ tanta puntualidad. Y, sin espera alguna, comenz¨® a sacar los documentos requeridos. Llevaba d¨ªas, seguramente meses, esperando este momento: se le notaba en la cara.
Cada documento que entregaba era objeto de una sonrisa de satisfacci¨®n. ?El certificado de empadronamiento? "No hay problema, fui al Ayuntamiento hace ya m¨¢s de un a?o y medio", explic¨® Singh. ?Oferta de empleo? "La tengo, y con contrato indefinido", dijo antes de entregar el documento acreditativo. ?Certificado de antecedentes penales? "Nada de nada" respondi¨® su compa?ero.
Con todo el papeleo hecho, Sant Singh ir¨¢ hoy a trabajar como cualquier otro d¨ªa. Y es que este inmigrante hind¨² es el prototipo de extranjero que el Gobierno buscaba legalizar en esta regularizaci¨®n extraordinaria: personas que ya llevaban un tiempo en Espa?a y que, de una u otra forma, ya estaban trabajando. Singh lleg¨® a Barcelona hace tres a?os y medio y apenas un a?o m¨¢s tarde comenz¨® a trabajar para la empresa que ahora lo ha contratado de forma indefinida. Trabaja como mozo de almac¨¦n de una peque?a compa?¨ªa dedicada a la importaci¨®n de objetos de pl¨¢stico para bazares y tiendas de utensilios para el hogar. El propietario es un empresario holand¨¦s de quien afirma: "Siempre me ha tenido confianza, pese a no tener los papeles en regla". De la etapa en que ha trabajado sin documentos no tiene queja, pero s¨ª unas enormes ganas de dejarla atr¨¢s, pues ya no tendr¨¢ que pasarse la vida escuchando rumores de regularizaciones que nunca parec¨ªan llegar.
El apoderado de su empresa le recordaba ayer, no sin cierta iron¨ªa, las veces que tuvo que quitarle de la cabeza la idea de irse a M¨¢laga, Madrid o Valencia cada vez que afloraban rumores de una supuesta regularizaci¨®n en alguna de estas ciudades. "Yo siempre le dec¨ªa lo mismo: aqu¨ª la ley es igual para todos, no van a regularizar a los de M¨¢laga y a ti dejarte como est¨¢s. Por suerte me hizo caso y tuvo paciencia", explicaba ayer Jarjani.
Los documentos entregados ayer en la oficina de la Seguridad Social le permitir¨¢n a Sant Singh comenzar a pensar en reunirse de nuevo con su mujer y su hijo de cinco a?os, que siguen viviendo en el norte de la India. Tambi¨¦n se sabe afortunado por el hecho de disfrutar de un contrato indefinido, algo que le ayuda a hacer otros proyectos a medio plazo.
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