Edward Burns, en picado

"Despu¨¦s de tres a?os, dos hermanos deber¨¢n enfrentarse a su pasado...", reza el eslogan promocional de Mi¨¦rcoles de ceniza. Una frase publicitaria que bien podr¨ªa haber sido: "Despu¨¦s de tres a?os desde su estreno en Estados Unidos, por fin llega a Espa?a la nueva obra de Edward Burns". Sin embargo, tras su visi¨®n, comienzan a entenderse las razones del retraso. Burns, que sorprendi¨® en 1995 con Los hermanos McMullen, pel¨ªcula independiente con la frescura por montera, se ha acabado diluyendo como un azucarillo. Cada nuevo filme (Ella es ¨²nica, No mires atr¨¢s, Aceras de Nueva York) era un poquito peor que el anterior, hasta llegar a este drama ambientado en las mafias cat¨®licas del barrio de la Cocina del infierno, en Nueva York, que se caracteriza por su desastre narrativo.

Escrita, producida, dirigida e interpretada por Burns, Mi¨¦rcoles de ceniza est¨¢ repleta de arbitrariedades y, para colmo, contiene una serie de sufridas reflexiones cat¨®licas sobre la culpa y el perd¨®n con la profundidad de una catequesis para la Primera Comuni¨®n.