El Protocolo de Kioto ya est¨¢ aqu¨ª
El acuerdo ambiental entra en vigor el mi¨¦rcoles y afectar¨¢ a la vida cotidiana y a la econom¨ªa
Manuel N¨²?ez fabrica ladrillos. Su empresa, Cer¨¢micas N¨²?ez, mezcla tres clases de arcilla, les da forma de ladrillo y las cuece a 850 grados cent¨ªgrados. El horno, de 50 metros de largo, utiliza carb¨®n como combustible. Fabrica 90 toneladas de ladrillo al d¨ªa. Manuel tiene 61 a?os, vive en Bail¨¦n (Ja¨¦n) y es la prueba de que el Protocolo de Kioto ya est¨¢ aqu¨ª.
"Puede que mucha gente no lo sepa, pero en Bail¨¦n, reducir las emisiones, puede suponer una peque?a reconversi¨®n", explica Manuel en su nave. Viste una rebeca de lana y sus zapatos est¨¢n embarrados. El suelo est¨¢ lleno de arcilla con restos de carb¨®n. Su empresa tiene 15 trabajadores. La de N¨²?ez es una nave como muchas a la entrada del pueblo y donde los ladrillos, apilados, se secan al aire libre. Chapas met¨¢licas de colores los protegen de la lluvia.
El CO2 se acumula en la atm¨®sfera y causa el cambio clim¨¢tico al calentar la Tierra
El carb¨®n, el petr¨®leo, industrias cer¨¢micas, papeleras, de vidrio; todo emite di¨®xido de carbono
Bail¨¦n es un pueblo de 19.000 habitantes con 40 ladrilleras como la de N¨²?ez afectadas por el protocolo. El coque usado para cocer el barro emite CO2
(di¨®xido de carbono). La empresa de N¨²?ez emite unas 5.000 toneladas al a?o. El negocio comenz¨® en 1963, cuando Juan Miguel N¨²?ez, padre de Manuel, fund¨® el negocio aprovechando el primer boom de la construcci¨®n. El carb¨®n, la gasolina, el petr¨®leo, cualquier combustible f¨®sil, emite di¨®xido de carbono al quemarse. Eso es inevitable. No hay nada que hacer. Es de primero de qu¨ªmica.
El problema es que N¨²?ez no est¨¢ solo. En Espa?a se emiten 400 millones de toneladas de CO
2 equivalente, una medida que convierte en CO2 los seis gases de efecto invernadero (metano, ¨®xido nitroso y tres gases industriales adem¨¢s del CO
2). En el mundo se emiten unas 6.000 millones de toneladas al a?o, una cifra en continuo ascenso. Es el fruto del desarrollo, de la revoluci¨®n industrial, de la m¨¢quina de vapor, de la era del petr¨®leo. Casi todo lo que nos rodea emite CO
2.
Cuando usted enciende la luz por la ma?ana, emite CO2 en la central t¨¦rmica que le suministra la electricidad, que la gener¨® quemando carb¨®n. La gasolina de su coche emite CO
2; la f¨¢brica del vidrio de sus gafas emite CO2; el cemento para la autov¨ªa que le lleva al trabajo emite CO2, la calefacci¨®n de su oficina en verano y el aire acondicionado en invierno emiten CO2. Siderurgia, metalurgia, papeleras, cementeras, cer¨¢micas... todas emiten CO2.
Tanto CO2, desde la peque?a chimenea de Manuel hasta la gran t¨¦rmica de Iowa, tiene consecuencias. El CO2, y otros gases en menor medida, se acumulan en la atm¨®sfera. En la historia, la concentraci¨®n de CO
2 en la atm¨®sfera ha variado entre 200 y 300 partes por mill¨®n (ppm). Actualmente est¨¢ en 370 ppm. Las primeras previsiones calcularon que en 2050 la concentraci¨®n llegar¨ªa a las 550 ppm. Puede que se alcance antes.
La atm¨®sfera contiene peque?as proporciones de ciertos gases que son casi transparentes para la radiaci¨®n solar, pero casi opacos para la radiaci¨®n infrarroja que emite la superficie terrestre de vuelta al espacio. As¨ª la atm¨®sfera absorbe calor que sale de la Tierra y lo env¨ªa de vuelta a la superficie. Es el llamado efecto invernadero. Si aumenta la presencia de esos gases en la atm¨®sfera, la superficie terrestre aumenta su temperatura. La acumulaci¨®n de CO
2 y otros gases por la actividad humana est¨¢ causando una subida de temperatura a escala mundial.
El catedr¨¢tico de F¨ªsica de la Atm¨®sfera de la Universidad de Castilla-La Mancha y experto en cambio clim¨¢tico, Manuel de Castro, explica que "la temperatura global media ha subido 0,6 grados de media en el ¨²ltimo siglo y la tendencia es que siga subiendo, especialmente en las zonas m¨¢s cercanas a los polos". La d¨¦cada de los noventa fue la m¨¢s c¨¢lida del siglo XX.
De Castro ha modelado qu¨¦ puede pasar en Espa?a de seguir la emisi¨®n de gases de efecto invernadero. "Los modelos clim¨¢ticos nos dan un aumento de la temperatura media de hasta siete grados en verano para el interior de la Pen¨ªnsula en el ¨²ltimo tercio de siglo. En invierno, el aumento de la temperatura ser¨ªa entre dos y tres grados menor". Para el planeta, los cient¨ªficos prev¨¦n que la temperatura media ser¨¢ a finales de siglo entre 1,4 y 5,8 grados cent¨ªgrados m¨¢s alta que actualmente. El mayor aumento se dar¨¢ en las latitudes m¨¢s fr¨ªas.
Predecir la evoluci¨®n de la lluvia es m¨¢s dif¨ªcil. "Los modelos var¨ªan, pero en general se puede hablar de una disminuci¨®n de la precipitaci¨®n, que en verano puede ser de m¨¢s del 50% hacia finales de siglo. En primavera tambi¨¦n disminuir¨¢n las precipitaciones y esto es m¨¢s importante en la estaci¨®n que concentra una parte importante de las lluvias anuales en Espa?a", afirma De Castro. En el Levante y en oto?o, podr¨ªan aumentar las lluvias favorecidas por el aumento de la temperatura del mar Mediterr¨¢neo, aunque esto presenta algo m¨¢s de incertidumbre. La alteraci¨®n en las precipitaciones podr¨ªa deberse a que la Pen¨ªnsula estar¨ªa m¨¢s influenciada por el anticicl¨®n de las Azores y menos por las bajas presiones del Atl¨¢ntico norte, las que traen lluvia
El jefe del servicio de Investigaciones del Clima del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa, Luis Balair¨®n, apunta: "Lo malo no es el cambio de clima. La Tierra ha cambiado de clima otras veces de forma natural. Lo malo es lo r¨¢pido del cambio, que nunca se hab¨ªa dado en un siglo, sino en miles de a?os. Un bosque se adapta o cambia si la temperatura sube en 1.000 a?os, pero no sabemos qu¨¦ har¨¢ si sube en 100 a?os".
Los efectos del cambio clim¨¢tico son enormes. "Las plantas se est¨¢n desplazando a altitudes mayores en busca de su clima id¨®neo, como han comprobado investigadores espa?oles en el Montseny. All¨ª ha desaparecido una especie alpina y el bosque mediterr¨¢neo est¨¢ m¨¢s arriba que en 1950", explica el investigador en Ecolog¨ªa Evolutiva del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas Juan Jos¨¦ Sanz. Hay m¨¢s ejemplos: la floraci¨®n del olmo se ha adelantado unos 30 d¨ªas en los ¨²ltimos 30 a?os; la llegada de las golondrinas, 10 d¨ªas en 30 a?os, seg¨²n los registros del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa recogidos por Sanz. Sanz public¨® en 2004 junto a 20 cient¨ªficos europeos un art¨ªculo sobre c¨®mo las aves est¨¢n adelantando la puesta de huevos en respuesta al cambio clim¨¢tico.
Las aves y las plantas son buenos indicadores del cambio clim¨¢tico: o no tienen limitaciones geogr¨¢ficas o tienen demasiadas (o desaparecen si cambia el clima o migran). Otro ejemplo: desde hace cinco a?os se puede ver por Almer¨ªa, Murcia y Alicante un p¨¢jaro llamado camachuelo trompetero, que hasta entonces no hab¨ªa salido de ?frica. Las aves adelantan su migraci¨®n y se desplazan hacia los polos en respuesta al calentamiento. Buscan su temperatura id¨®nea.
Las observaciones de Sanz son coherentes con los datos recogidos en todo el mundo. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Austin (Tejas, EE UU) analiz¨® todo lo publicado sobre el tema, estudios sobre m¨¢s de 1.700 especies. La conclusi¨®n, publicada en la revista Nature, es que la mayor¨ªa de las especies estudiadas (m¨¢s del 70%) ha cambiado su distribuci¨®n de forma coherente con el cambio clim¨¢tico. Las especies se han movido una media de seis kil¨®metros hacia los polos en una d¨¦cada y la primavera se ha adelantado una media de 2,3 d¨ªas por d¨¦cada.
Puede que el camachuelo trompetero no tenga importancia, pero pueden cambiar m¨¢s cosas. Cada pa¨ªs est¨¢ pensado en funci¨®n de su clima. Su agricultura, sus embalses, el aislamiento de sus casas, sus infraestructuras, sus hoteles, su turismo, dependen en gran parte del clima.
Otro efecto del calentamiento es el aumento del nivel del mar, entre 10 y 20 cent¨ªmetros en el ¨²ltimo siglo seg¨²n la zona del planeta. La fusi¨®n del hielo marino y de los glaciares contribuye a subir el nivel del mar y sobre todo el calor: al aumentar la temperatura, el agua se expande.
Para combatir el problema surgi¨® el Protocolo de Kioto. El cambio clim¨¢tico es una preocupaci¨®n reciente. En 1988, la ONU cre¨® el Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC, en sus siglas en ingl¨¦s), un grupo de expertos que sentaron las bases sobre el cambio clim¨¢tico. En diciembre de 1997, tras maratonianas jornadas de negociaci¨®n en la ciudad japonesa de Kioto, 150 pa¨ªses firmaron el protocolo para al menos reducir en 2012 un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al nivel de 1990. El acuerdo fue calificado en su d¨ªa como de m¨ªnimos.
El texto entra en vigor el d¨ªa 16, despu¨¦s de que lo hayan ratificado 126 pa¨ªses que emiten m¨¢s del 55% de los gases de efecto invernadero. Entre los pa¨ªses que lo han ratificado est¨¢n los 25 de la UE, Rusia, China, Argentina, Chile, Canad¨¢... Estados Unidos, el mayor emisor de gases contaminantes, que emite el doble de CO2 por habitante que Europa, se niega a firmarlo.
La reducci¨®n de emisiones s¨®lo afecta a 33 pa¨ªses desarrollados porque los pa¨ªses en desarrollo no est¨¢n obligados a contaminar menos. La UE acord¨® reducir sus emisiones un 8%, pero como no todos los pa¨ªses part¨ªan de la misma posici¨®n, reparti¨®. Espa?a puede aumentar sus emisiones un 15% respecto a 1990. Algo que ya ha sobrepasado con creces pues triplica ese nivel de crecimiento y ahora tiene que reducirlas.
Para ello, el Gobierno ha contactado con Manuel N¨²?ez y con casi un millar de instalaciones y les ha asignado unos derechos de emisi¨®n de CO2. Si lo sobrepasan, tendr¨¢n que pagar en forma de compra de derechos de emisi¨®n a un precio a¨²n desconocido. Aunque las empresas como la de N¨²?ez pueden verse m¨¢s afectadas al ser empresas peque?as, el grueso de la reducci¨®n lo tendr¨¢n que hacer las el¨¦ctricas, que emiten un 25% del CO2 industrial.
"Me han asignado 4.300 toneladas de CO2 al a?o. Yo comprendo que si hay que emitir menos para evitar el desmadre del clima, lo tendremos que hacer, pero ser¨¢ dif¨ªcil reducir las emisiones lo que me piden", explica N¨²?ez. Y se pregunta: "?De qu¨¦ sirve que recorte yo las emisiones si Estados Unidos sigue quemando carb¨®n?". Bail¨¦n puede vivir "una reconversi¨®n" por el protocolo. La ciudad produce un 7% de los ladrillos de Espa?a y tiene 40 instalaciones incluidas en el Plan de Asignaciones. "Si no puedo usar carb¨®n, que me den una soluci¨®n. Dicen que usemos gas, pero cuestan muchos millones de pesetas y adem¨¢s aqu¨ª no llega gas suficiente", se?ala N¨²?ez inquieto. Su caso ilustra las implicaciones econ¨®micas que conllevar¨¢ cumplir el acuerdo.
Pese a los problemas, la industria cumplir¨¢ con el objetivo, seg¨²n el secretario general para la Prevenci¨®n del Cambio Clim¨¢tico, Arturo Gonzalo Aizpiri. El plan del Gobierno es reducir las emisiones un 0,4% hasta 2007 y deja el grueso de la reducci¨®n para el periodo 2008-2012. El Gobierno calcula que cumplir la primera fase costar¨¢ 85 millones a las empresas.
Pero no es s¨®lo la industria. Aunque todas las instalaciones cumplan, el objetivo estar¨¢ lejos. La industria es responsable de un 40% de las emisiones. El resto son los "sectores difusos", principalmente transporte y vivienda.
El director general de la empresa Isover, Ulpiano G¨®mez Agudo, afirma que "no es justo cargar la reducci¨®n de emisiones en la industria". G¨®mez Agudo vive el protocolo por partida doble. La empresa Isover tiene una decena de plantas que funden vidrio y que tienen que emitir menos. Por otro lado, Isover es uno de los principales fabricantes de vidrios y aislantes para las casas, algo imprescindible para cumplir con el Protocolo de Kioto.
Una casa nueva en Espa?a consume un 40% m¨¢s de energ¨ªa que en Francia, seg¨²n el Ministerio de Medio Ambiente. Para reducir el consumo, el Gobierno prepara desde hace cinco a?os un nuevo C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n, la norma que dice cu¨¢nto deben aislar muros, ventanas y suelos en las casas. El nuevo sustituir¨¢ a la edici¨®n de 1979, que surgi¨® tras la crisis del petr¨®leo.
"Hay un margen de ahorro enorme en la vivienda. Con 300 euros m¨¢s de gasto, se puede ahorrar un 30% de media de energ¨ªa por vivienda y se amortiza la inversi¨®n. Lo malo es que hemos perdido a?os en los que se ha construido much¨ªsimo", afirma G¨®mez Agudo. S¨®lo en 2004 se iniciaron 675.000 viviendas. Una directiva europea obligar¨¢ a etiquetar la eficiencia energ¨¦tica de las casas como se hace con los electrodom¨¦sticos. Adem¨¢s habr¨¢ que fomentar el transporte p¨²blico para ahorrar gasolina, algo que actualmente parece una utop¨ªa.
N¨²?ez, De Castro, Sanz, G¨®mez Ulpiano, empresarios, cient¨ªficos, bi¨®logos, son s¨®lo unos ejemplos del problema mundial que supone el cambio clim¨¢tico; del reto colosal de reducir las emisiones, y del cambio en la vida que requiere atajar el calentamiento del planeta. Suerte.
?Y si no cumplimos?
?Qu¨¦ pasar¨ªa si Espa?a no cumple el Protocolo de Kioto? Espa?a emite actualmente un 45% m¨¢s que en 1990. El acuerdo de la UE para cumplir con Kioto asign¨® que Espa?a pod¨ªa emitir en 2012 un 15% m¨¢s que en 1990, el a?o de referencia para el acuerdo. Espa?a es el pa¨ªs industrializado m¨¢s alejado de su objetivo. Rebajar las emisiones al nivel exigido no ser¨¢ sencillo.
La UE ha previsto multas para los pa¨ªses que incumplan, aunque a¨²n no est¨¢n detallados los mecanismos. ?sa ser¨ªa la primera sanci¨®n.
La segunda s¨ª est¨¢ detallada. Se trata de un mercado de emisiones. El sistema permite a un pa¨ªs que alcance 2012 con menos emisiones de las que se le autorizan a vender las toneladas que le sobren a otro que las necesite para cumplir con su tope m¨¢ximo. Este mecanismo ha sido b¨¢sico para lograr la entrada en vigor. Rusia ratific¨® el tratado en octubre pasado pensando en lo que puede ingresar debido a que ha reducido mucho sus emisiones debido al cierre de plantas industriales contaminantes heredadas de la ¨¦poca comunista.
Otra forma de cumplir con el acuerdo son los mecanismos de desarrollo limpio. Un pa¨ªs desarrollado, mediante un proceso de cooperaci¨®n en un pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo, consigue que este ahorre emisiones. El pa¨ªs desarrollado se resta las emisiones ahorradas de su cupo.
Espa?a ya cuenta con recurrir a la compra de emisiones. Los planes del Gobierno prev¨¦n que en 2012 las emisiones superen en un 24% el nivel de 1990. El 9% restante restante, hasta el 15% de aumento que fija el acuerdo, vendr¨¢ de la compra de derechos de emisi¨®n (un 7%) y de los proyectos de cooperaci¨®n (2%). Cu¨¢nto costar¨¢n los derechos de emisi¨®n es dif¨ªcil de predecir, porque el mercado de emisiones es como la Bolsa y los c¨¢lculos de precio var¨ªan mucho. As¨ª que el coste de incumplir con Kioto depende en parte de la bolsa del CO2. El Congreso aprob¨® por unanimidad cumplir el tratado.
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