Una demolici¨®n a mano
Los t¨¦cnicos descartan la voladura y pronostican que llevar¨¢ meses desmontar el esqueleto
La demolici¨®n de la meseta superior del edificio Windsor, incendiado la noche del s¨¢bado, es un hecho anunciado. El fuego realiz¨® la mitad de la tarea. A partir de los pr¨®ximos d¨ªas, cuando se enfr¨ªen los materiales que han resistido all¨ª hasta 800 grados cent¨ªgrados, comenzar¨¢ su demolici¨®n de arriba hacia abajo, con martillos y compresores, en una tarea que, seg¨²n fuentes t¨¦cnicas, tendr¨¢ mucho de manual y durar¨¢ meses.
Ello precisar¨¢ de una gran delicadeza, ya que requerir¨¢ la fragmentaci¨®n uno por uno de los elementos a demoler, mediante sierras instaladas en los forjados -si es que han resistido- o bien su traslado directo a una estructura paralela edificada a prop¨®sito, mediante grandes gr¨²as que los desplacen. Se descarta el empleo de dinamita u otro tipo de explosivo, dada la complejidad de la trama urbana y subterr¨¢nea que presenta la zona meridional del complejo Azca, donde el edificio incendiado est¨¢ enclavado.
La complejidad de la trama urbana y subterr¨¢nea desaconseja el uso de explosivos
"El n¨²cleo de hormig¨®n no se funde, pero el enfriamiento puede da?arlo seriamente"
Otro caso ser¨¢ el de la zona inferior, desde la planta 14 hasta abajo, cuya estructura hormigonada no ha sido afectada de manera decisiva por el fuego. La conservaci¨®n de este tramo del rascacielos se discut¨ªa ayer, a la espera de los resultados que den los an¨¢lisis de los materiales expuestos a las llamas. As¨ª lo confirman arquitectos como Juan Casariego, del estudio Alas-Casariego, autor del proyecto entre 1974 y 1979, y miembro de la comisi¨®n que supervisa la remodelaci¨®n del edificio Windsor, por los arquitectos ??igo Ortiz y Enrique de Le¨®n. El ingeniero de Caminos Antonio Manada del Campo coincide con Casariego en se?alar que los estragos causados por las llamas sobre pilares met¨¢licos, con temperaturas superiores a los 800 grados cent¨ªgrados, convierten en irreversible el derribo de la zona superior. ?sta abarcar¨¢ al menos 15 plantas, incluida la que se estaba ampliando en la remodelaci¨®n que encaraba el edificio para adaptarse, parad¨®jicamente, a las nuevas normas contra incendios, dirigida por la empresa Proteyco.
Otra cosa ser¨¢ la zona inferior, desde la planta t¨¦cnica, a base de hormig¨®n, en la altura 15, hasta la cimentaci¨®n, que se asienta sobre una gigantesca losa rectangular igualmente hormigonada. Las llamas no afectaron a los soportes de esta vasta zona. Por ello, el dilema se encuentra ah¨ª, ya que otros factores m¨¢s van a ser igualmente determinantes. El primero de ellos, el dictamen de las compa?¨ªas aseguradoras. ?stas tendr¨¢n que calibrar qu¨¦ resulta menos gravoso, si reconstruir por completo el edificio, con una cimentaci¨®n nueva -previa demolici¨®n plena- o bien, si la losa hormigonada sobre la que se asienta el Windsor es recuperable para una distribuci¨®n, sea similar o diferente a la del anterior edificio de 106 metros de altura y una anchura de 40 metros en sus fachadas meridional-septentrional y 30 metros en las de orientaci¨®n oriental-occidental.
Asimismo desempe?ar¨¢n un papel muy importante las indemnizaciones fijadas para las personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas concernidas y cuyo monto determinar¨¢ la conducta de las aseguradoras que, a su vez, influir¨¢n en la ampliaci¨®n o reducci¨®n de las opciones t¨¦cnicas a seguir. Casariego, miembro de la comisi¨®n de seguimiento de las obras de remodelaci¨®n, subraya que el comportamiento del edificio frente al fuego "ha sido extraordinario. La llamada planta t¨¦cnica, situada a media altura de la torre, ha detenido el fuego en su progreso hacia abajo", destaca. Pero muestra preocupaci¨®n por los efectos que puede tener sobre el hormig¨®n. Para Antonio Manada del Campo, "el n¨²cleo del hormig¨®n no se funde, pero el enfriamiento desde las altas temperaturas hasta 10 o 12 grados cent¨ªgrados de su temperatura normal puede da?arlo o cuartearlo seriamente".
Seg¨²n Ricardo Aroca, catedr¨¢tico de Estructuras de la Escuela de Arquitectura de Madrid y decano del Colegio de Arquitectos, "lo sorprendente ha sido la enorme carga de fuego registrada en este incendio", en referencia a la cantidad de materiales combustibles que alimentaron las llamas. ?sta es otra de las inc¨®gnitas que los investigadores habr¨¢n de resolver antes de que propietarios, constructores y aseguradoras resuelvan qu¨¦ hacer.
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