El fuego en la torre Windsor bloquea Azca
El incendio, que comenz¨® en la planta 21?, arras¨® en 10 horas el rascacielos de 106 metros de altura
Los sistemas contra incendios de la torre Windsor, en pleno centro de Madrid, no funcionaron adecuadamente la noche del s¨¢bado y un fuego devastador arras¨® en unas diez horas las 28 plantas (106 metros de alto) de este inmueble, construido entre 1974 y 1979, en el que trabajaban 2.000 personas. Los bomberos llegaron en cuatro minutos pero no pudieron controlar las llamas, que se extendieron a gran velocidad. El siniestro, extinguido a las 19.30 de ayer, fue subiendo desde la planta 21?, donde comenz¨®. De madrugada, cuando parec¨ªa que iba a ser extinguido, se expandi¨® por los pisos inferiores. El mayor incendio en la historia de Madrid por superficie afecta a unos 600.000 ciudadanos: trabajadores del complejo Azca y usuarios de transportes p¨²blicos.
Los bomberos tardaron cuatro minutos en llegar al siniestro tras recibir el aviso
Los t¨¦cnicos municipales tendr¨¢n que esperar 48 horas para entrar en el edificio
La primera llamada de aviso se recibi¨® en la central de bomberos a las 23.21. Proced¨ªa de un vigilante de seguridad de la empresa Prosegur que estaba en la planta 25? del n¨²mero 65 de la calle de Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde, en el complejo Azca, integrado por varios enormes edificios bajo los que se entrecruzan t¨²neles y pasadizos.
El comunicante informaba de que hab¨ªa un fuego en la planta 21?, alquilada por la firma auditora Deloitte. La primera dotaci¨®n de bomberos lleg¨® a las 23.25, seg¨²n Ruiz-Gallard¨®n. Sin embargo, el olor a quemado fue percibido por algunos vecinos de la zona unas tres horas antes. El Ayuntamiento de Madrid no descarta que el incendio llevara ese tiempo fragu¨¢ndose antes de ser detectado por el vigilante. Para determinar si el origen del fuego fue un fallo t¨¦cnico o una negligencia humana se revisar¨¢n los libros de registro de acceso al inmueble a fin de comprobar qui¨¦nes fueron las ¨²ltimas personas que estuvieron en la planta 21.
Los bomberos se dirigieron directamente a ese piso y comprobaron que hab¨ªa un fuego de grandes dimensiones, que en principio se atribuy¨® a un cortocircuito. Seg¨²n fuentes de Emergencias Madrid, los bomberos estuvieron a punto de controlar el siniestro, pero un repentino desprendimiento de parte de la fachada con el consiguiente estallido de un enorme ventanal aliment¨® de ox¨ªgeno el fuego. Las llamas alcanzaron tales proporciones que los bomberos tuvieron que abandonar a toda velocidad la estancia.
Siete bomberos tuvieron que ser atendidos por inhalaci¨®n de humo. Uno de ellos qued¨® inconsciente por respirar mon¨®xido de carbono. Los sanitarios del Samur-Protecci¨®n Civil atendieron a los afectados en los dos hospitales de campa?a que levantaron. Dos de ellos fueron trasladados a sendos centros sanitarios. Uno de ellos qued¨® ingresado para mantenerle en observaci¨®n.
El servicio de extinci¨®n de incendios se encontr¨® con serias dificultades para hacer frente a las lenguas de fuego. La planta en la que comenz¨® el siniestro estaba excesivamente alta para ser alcanzadas con las autoescalas, que no superan los 50 metros, de modo que los chorros de agua no alcanzaban la parte superior del inmueble hacia donde corr¨ªan las llamas. Los camiones de bomberos tampoco pudieron acceder a las cercan¨ªas de la torre Windsor, ya que las partes met¨¢licas del edificio, las m¨¢s exteriores, comenzaron a caer al suelo como lenguas de lava. Los bomberos tomaron agua de hidrantes (grandes bocas de agua) de las calles de Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde, Agust¨ªn de Bethancourt, Modesto Lafuente y Orense. "Hab¨ªa agua en abundancia. Todos las tomas funcionaron correctamente", asegur¨® un responsable municipal.
Pero una de las mayores angustias la provocaba la presencia de una enorme gr¨²a de obras instalada en la azotea para ayudar en los trabajos de remodelaci¨®n del edificio. Si las llamas llegaban all¨ª se corr¨ªa el grave riesgo de que el brazo met¨¢lico se precipitara al suelo y en su ca¨ªda aplastara otros inmuebles o a algunas personas. Ayer se manten¨ªa erguida pese a que finalmente el fuego lleg¨® a esa altura.
Estas circunstancias obligaron a cortar todo el tr¨¢fico del paseo de la Castellana, de la calle de Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde y de las lim¨ªtrofes del edificio, en un radio de unos 500 metros, lo que se tradujo en grandes problemas de circulaci¨®n. Estas restricciones se mantendr¨¢n al menos hasta mediod¨ªa de hoy, cuando las autoridades municipales valorar¨¢n cu¨¢l es la situaci¨®n. S¨®lo el paseo de la Castellana fue reabierto al tr¨¢fico, a las 17.40 de ayer.
El tel¨¦fono de emergencias 112 de la Comunidad de Madrid recibi¨® 240 llamadas alertando del siniestro, seg¨²n explic¨® el vicepresidente segundo del Gobierno regional, Alfredo Prada Presa.
El sistema antiincendios del edificio no funcion¨® o lo hizo de forma insuficiente, ya que no fue capaz de acabar con las primeras llamas, seg¨²n explic¨® el concejal de Seguridad de Madrid, Pedro Calvo Poch. "Al ver que no se pod¨ªa atajar el fuego desde dentro, hemos decidido pasar a una estrategia defensiva. Los bomberos han salido del edificio porque exist¨ªa riesgo de que se viniera abajo", explic¨® Ruiz-Gallard¨®n. Las compa?¨ªas que componen la mayor corporaci¨®n reaseguradora de Espa?a, el Pool de Grandes Riesgos, hab¨ªan valorado el Edificio Windsor en 84,2 millones de euros a finales de 2003. ?ste es el octavo rascacielos m¨¢s alto de la capital, donde en la actualidad se construyen otros 20, seg¨²n fuentes municipales.
Al lugar acudieron unos 180 bomberos del Ayuntamiento de Madrid en 32 veh¨ªculos que fueron ayudados por 25 efectivos y ocho camiones del Gobierno regional, adem¨¢s de decenas de efectivos sanitarios y t¨¦cnicos.
Las llamas fueron subiendo hasta llegar a la azotea. La parte exterior de los pisos m¨¢s altos se vino abajo a la una de la madrugada de ayer, provocando una catarata de cenizas y objetos incandescentes, como si de un volc¨¢n urbano se tratara. Diez minutos m¨¢s tarde, cay¨® otra parte importante del inmueble. Seg¨²n los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, esa zona, en la que se ve¨ªan vistosas llamas rojas y azules, pudo alcanzar hasta los 1.000 grados cent¨ªgrados.
La escena causaba una extra?a mezcla de pavor y fascinaci¨®n que llev¨® a cientos de ciudadanos a acudir a la zona para presenciar la gigantesca antorcha en plena madrugada, pese a los ruegos en contra de las autoridades.
Los bomberos centraron sus esfuerzos en que el fuego no se propagara a los inmuebles colindantes, en especial el edificio principal de El Cort¨¦s de Ingl¨¦s del paseo de la Castellana. Para ello, se dedicaron a echar gran cantidad de agua al suelo, a las fachadas y a las azoteas de forma que estuvieran h¨²medas y frescas y evitar que las planchas de hierro incandescentes prendieran.
Sobre las tres de la madrugada hubo un momento de optimismo. Las llamas hab¨ªan bajado hasta el piso 17?, denominada planta t¨¦cnica, en la que una gruesa plancha de hormig¨®n deber¨ªa haber frenado el avance del fuego. Y as¨ª lo dijeron las autoridades municipales, regionales y centrales: "En una hora m¨¢s o menos esto puede haber terminado, sin que se venga el edificio abajo", se?alaron. Pero el fuego salt¨®, por causas no explicada, la barrera y baj¨® hacia los pisos inferiores. La pasarela que une este edificio con El Corte Ingl¨¦s qued¨® arrasada por el incendio.
Decenas de cristales estallaron por el calor. La estructura met¨¢lica qued¨® hecha un amasijo de hierros y gran parte cay¨® a la calzada envuelta en llamas, pero la estructura central de hormig¨®n resist¨ªa.
A las cinco de la madrugada, el viento que soplaba en la zona se aplac¨® y el humo dej¨® de dispersarse de modo que el tel¨¦fono de emergencias 112 avis¨® a los vecinos en un per¨ªmetro de 500 metros para que no salieran de sus viviendas, cerraran las ventanas y bajaran las persianas. "Hemos sufrido el incendio m¨¢s importante por superficie quemada y por la envergadura del mismo de la historia de la Comunidad de Madrid. Cabe destacar la coordinaci¨®n que ha habido entre los diversos servicios de emergencia y la extraordinaria colaboraci¨®n de la Comunidad de Madrid y del Gobierno central", coment¨® Ruiz-Gallard¨®n.
Conforme bajaba el fuego, los bomberos colocaron equipos aut¨®nomos que dirig¨ªan potentes chorros de agua a los focos del incendio. De esta forma, tambi¨¦n refrescaban las fachadas y evitaban que la torre se viniera abajo. El suministro de gas fue suspendido en los inmuebles aleda?os. Tambi¨¦n fue desalojado un edificio de viviendas. La estaci¨®n de Nuevos Ministerios, por la que pasan las l¨ªneas 6, 8 y 10, fue cerrada, al igual que el servicio de Cercan¨ªas y de trenes de largo recorrido que pasa por este punto. El complejo comercial y de oficinas Azca qued¨® cerrado al tr¨¢fico rodado, ante el riesgo de derrumbe de la torre, informa ?ngel Zafra. Las restricciones de paso durar¨¢n por los menos hasta el mi¨¦rcoles.
El edificio ten¨ªa licencia de obras con fecha de 31 de julio de 2002, que se renov¨® en abril de 2003. La licencia era para adecuar el edificio a la nueva normativa contra incendios, para modernizar la fachada, para instalar una escalera exterior de evacuaci¨®n, para ampliar las plantas tercera y 27? y para remodelar las cinco plantas de aparcamiento del edificio. Tambi¨¦n se iban a instalar un nuevo montacargas y a modernizar los ascensores del edificio. "El edificio est¨¢ en una situaci¨®n cr¨ªtica y no podemos asegurar que no haya un colapso en las pr¨®ximas horas. Tenemos que esperar a que los bomberos y los t¨¦cnicos de Edificaci¨®n Deficiente certifiquen que se puede acceder", coment¨® el alcalde de Madrid.
Los t¨¦cnicos municipales calculan que no se podr¨¢ entrar a inspeccionar el edificio hasta el mi¨¦rcoles, cuando se espera que se haya enfriado lo suficiente. Las pr¨®ximas 48 horas ser¨¢n fundamentales. "Una vez que tengamos todos los elementos necesarios veremos las medidas pertinentes", se?al¨® Ruiz-Gallard¨®n.
Derribo 'manual'
El final m¨¢s probable de este edificio ser¨¢ el desmontarlo con grandes gr¨²as, ante la imposibilidad de una voladura controlada: abajo hay aparcamientos y subterr¨¢neos que har¨ªan peligrar la estructura del complejo Azca. "Hemos asistido a una enorme tragedia y desgracia, que se ha saldado por fortuna sin v¨ªctimas. Ahora debemos preguntarnos por qu¨¦ se ha producido y qu¨¦ medios hay que poner para evitarlo", explic¨® el delegado del Gobierno en Madrid, Constantino M¨¦ndez.
El decano del Colegio de Arquitectos de Madrid, Ricardo Aroca, coment¨® ayer que el edificio tardar¨¢ cinco a?os en ser reconstruido. Estos trabajos tendr¨¢ un coste de 26 millones de euros, seg¨²n sus c¨¢lculos.
El alcalde de Madrid se reuni¨® a mediod¨ªa de ayer con los concejales de Urbanismo, Seguridad y Medio Ambiente, junto con los dos vicepresidentes de la Comunidad de Madrid en un gabinete de crisis que evalu¨® la situaci¨®n. "Estamos preparados para afrontar cualquier situaci¨®n catastr¨®fica y ¨¦sta lo ha sido", explic¨® Ruiz-Gallard¨®n.
Miles de oficinistas que trabajan en la zona de acceso prohibido se ver¨¢n afectados, as¨ª como los usuarios del importante nudo de transporte p¨²blico de Nuevos Ministerios. En total, unas 600.000 personas. La sede central del BBVA, muy pr¨®xima al rascacielos incendiado, abrir¨¢ hoy sus puertas, al haber sido excluida del per¨ªmetro de seguridad fijado por las autoridades. Eso s¨ª, sus 1.400 empleados no se librar¨¢n de las restricciones de tr¨¢fico.
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