Los chi¨ªes designan a un moderado candidato a primer ministro de Irak
Al Yafari, l¨ªder de Al Dawa, es contrario al modelo teocr¨¢tico iran¨ª
La coalici¨®n ganadora en los comicios iraqu¨ªes design¨® ayer al n¨²mero dos de su lista, Ibrahim al Yafari, como candidato a primer ministro en el Gobierno de transici¨®n. Su elecci¨®n tranquilizar¨¢ a quienes temen que los islamistas chi¨ªes implanten una rep¨²blica isl¨¢mica al estilo iran¨ª. La rama de Al Dawa que dirige Al Yafari, uno de los dos pilares de la Alianza Unida Iraqu¨ª, es contraria al gobierno de los cl¨¦rigos.
Vicepresidente del Gobierno provisional, Al Yafari es el pol¨ªtico m¨¢s popular de Irak
Aun as¨ª, este pol¨ªtico seglar defiende que la shar¨ªa (ley isl¨¢mica)sea la ¨²nica fuente de la ley. De momento, prosiguen las negociaciones con otros grupos para distribuir el resto de los cargos y poder obtener el respaldo de dos tercios de la Asamblea Nacional.
"El doctor Al Yafari ha sido elegido despu¨¦s de negociaciones con las otras listas y se lleg¨® a un acuerdo el lunes por la noche", inform¨® a los periodistas Yan¨¢n el Obeidi, candidata de su misma lista y miembro del otro gran partido ch¨ªi, la Asamblea Suprema para la Revoluci¨®n Isl¨¢mica en Irak (ASRII). Al parecer, la ASRII decidi¨® apoyar a Al Yafari y retirar a su candidato "para preservar la unidad de la Alianza". Las diferencias en el seno de ¨¦sta, formada adem¨¢s por los chi¨ªes laicos de Ahmed Chalabi y peque?os grupos turcomanos, sun¨ªes y kurdos, hab¨ªan hecho temer su ruptura tras las elecciones.
El gesto no deja de ser significativo dada la relevancia del puesto de primer ministro. La presidencia tiene un car¨¢cter meramente institucional. El l¨ªder de la ASRII y cabeza de lista de la Alianza, el hoyatoleslam Abdulaziz al Hakim, dej¨® claro desde el principio que ¨¦l no aspiraba a un cargo en el Ejecutivo. Su candidato era su n¨²mero dos y ministro saliente de Finanzas, Adel Abdulmahdi. A diferencia de los otros aspirantes, Chalabi o el cient¨ªfico Husein Shahristani, Abdulmahdi tambi¨¦n pod¨ªa lograr un amplio consenso.
Sin embargo, a sus 57 a?os, el l¨ªder de Al Dawa y vicepresidente del Gobierno provisional, es el pol¨ªtico m¨¢s popular de Irak. En todas las encuestas realizadas desde la invasi¨®n estadounidense ha obtenido de forma consistente los mayores ¨ªndices de aprobaci¨®n. S¨®lo dos figuras p¨²blicas que no tienen una participaci¨®n pol¨ªtica directa le superan en popularidad, el gran ayatol¨¢ Al¨ª al Sistani, de quien es cu?ado, y el cl¨¦rigo rebelde M¨²qtada al S¨¢der.
Al Dawa, uno de los partidos m¨¢s antiguos de Irak, fue precisamente fundado por un t¨ªo de M¨²qtada, Mohamed B¨¢quer al S¨¢der, en 1958. Influenciado en sus or¨ªgenes por los Hermanos Musulmanes egipcios, se radicaliz¨® en la d¨¦cada de los sesenta, justo cuando Al Yafari se afili¨® a ¨¦l al concluir sus estudios de medicina en Mosul. Ejerci¨® una oposici¨®n activa al r¨¦gimen de Sadam y lleg¨® a contar con una rama armada que en 1982 trat¨® de asesinar al dictador, quien respondi¨® castigando con la pena de muerte la militancia en Al Dawa y lanzando una dura represi¨®n contra sus miembros.
Al Yafari se libr¨® de esos a?os de plomo porque hab¨ªa huido a Ir¨¢n tras la ejecuci¨®n en 1980 de Mohamed al S¨¢der. En 1989 se traslad¨® a Londres, donde encabez¨® la rama de Al Dawa establecida all¨ª. En el exilio, tanto ¨¦l como su partido terminaron por asumir la corriente del islamismo liberal que encabeza el fundador del Hezbol¨¢ liban¨¦s, Mohamed Husein Fadlal¨¢, un disc¨ªpulo de Mohamed al S¨¢der. Fadlal¨¢ defiende la necesidad de participar en el juego pol¨ªtico, renunciando a imponer un Gobierno isl¨¢mico, cuando, como es el caso de L¨ªbano o de Irak, hay diversas comunidades religiosas o nacionales. Tal actitud es consistente con la doctrina de Sistani, contraria a la participaci¨®n directa de los cl¨¦rigos en la pol¨ªtica, a diferencia de la l¨ªnea implantada en Ir¨¢n por el fallecido ayatol¨¢ Jomeini.
Sin embargo, eso no significa renunciar a la shar¨ªa. Tal como demostr¨® el a?o pasado durante la elaboraci¨®n de la Ley Administrativa Transitoria (la Constituci¨®n provisional que rige el pa¨ªs hasta que se redacte una definitiva), Al Yafari defiende que la shar¨ªa sea la ¨²nica fuente de la ley. Esa actitud y sus v¨ªnculos con Ir¨¢n han hecho que sus oponentes le acusen de favorecer un islam conservador que ignora los derechos de la mujer.
Algunos sun¨ªes tambi¨¦n le reprochan que su partido asesinara a miembros de su comunidad en los tiempos de Sadam. Pero este pol¨ªtico de hablar pausado ha adoptado una posici¨®n conciliadora. "Si ganamos, ejerceremos el poder en tanto que iraqu¨ªes y no s¨®lo como chi¨ªes, haremos part¨ªcipes a otras comunidades", declar¨® antes de las elecciones. Tambi¨¦n ha mostrado su pragmatismo en la aceptaci¨®n de las tropas estadounidenses. Siempre ha negado que haya riesgo de guerra civil, pero teme las consecuencias de una retirada demasiado precipitada.
Al Yafari fue uno de los primeros en regresar del exilio tras la ca¨ªda del r¨¦gimen de Sadam Husein en abril de 2003. Poco despu¨¦s estuvo entre los 25 seleccionados por Estados Unidos para formar el Consejo de Gobierno, del que fue primer presidente en agosto siguiente. El pasado junio fue designado uno de los dos vicepresidentes del Gobierno provisional que ha gestionado los asuntos iraqu¨ªes desde la asunci¨®n de la soberan¨ªa a finales de ese mismo mes. Nacido en la ciudad santa de Kerbala, est¨¢ casado y tiene cinco hijos que viven en el Reino Unido.
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