Dos v¨ªctimas reconocen sin dudas a Gal¨¢n como el 'asesino del naipe'
Un hombre tiroteado y su amiga declararon ayer en el juicio
Santiago Eduardo Salas, el hombre que fue tiroteado en Tres Cantos el 7 de marzo de 2003 y junto al que fue encontrada una carta del dos de copas de la baraja, asegur¨® ayer "con un cien por cien de seguridad", que Alfredo Gal¨¢n Sotillo, juzgado desde el pasado d¨ªa 7 por el caso del asesino del naipe, fue quien efectu¨® los disparos aquella noche. De id¨¦ntica manera se manifest¨® Anahid, su acompa?ante aquella noche.
En la quinta sesi¨®n del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra Gal¨¢n, Santiago Eduardo Salas, que compareci¨® sin biombo ni barrera alguna que le impidiera ver al imputado, relat¨® que el d¨ªa de los hechos estaba con la testigo protegida Anahid en un bar de copas, del que se marcharon a las 2.30.
"Fuimos a casa de Anahid y nos quedamos hablando en el portal. Al rato vi c¨®mo una persona se aproximaba a nosotros y sent¨ª retumbar mi cabeza. Ca¨ª al suelo y o¨ª como si cargaran el arma de nuevo", a?adi¨®. El declarante asever¨® que le llam¨® la atenci¨®n la forma de andar del hombre que le dispar¨®, al que describi¨® como un var¨®n alto, de nariz aguile?a, ojos y cejas oscuras, con el pelo corto de punta, labios finos y de aspecto simp¨¢tico.
"Esa cara no se me va a olvidar en la vida, es un rostro que tengo presente todos los d¨ªas", dijo Salas. La v¨ªctima tambi¨¦n expuso que est¨¢ en tratamiento psiqui¨¢trico desde hace a?o y medio por ansiedad y shock postraum¨¢tico y se?al¨® que como consecuencia de las heridas causadas por el disparo ha sufrido siete operaciones quir¨²rgicas, ya que perdi¨® el hueso maxilar superior y uno de los nervios de la lengua.
"Todav¨ªa me da terror este hombre. Tengo miedo de que esta persona salga de la c¨¢rcel y venga a matarme, pero hoy quer¨ªa que me mirara a los ojos como me mir¨® aquel d¨ªa", dijo Eduardo, quien destac¨® que desde entonces no ha podido llevar una vida normal.
Por su parte, Anahid refiri¨® que el arma que el agresor utiliz¨® para disparar a Eduardo ten¨ªa "un cord¨®n rojo colgando", lo que coincide con las declaraciones de Gal¨¢n en las que admit¨ªa haber hecho un recogevainas casero para evitar que se cayeran en el lugar del crimen.
Asimismo, declar¨® que no se fij¨® muy bien en el rostro del hombre que les dispar¨®, pero s¨ª en su forma de andar, en su cuerpo y en su mirada. "S¨®lo puedo identificar rasgos de tipo general pero reconozco a Gal¨¢n en un cien por cien aun sin recordar exactamente su rostro", agreg¨®. Tambi¨¦n dijo que actualmente est¨¢ en tratamiento psiqui¨¢trico porque despu¨¦s de los hechos ve¨ªa la figura del asesino en todas partes, "incluso en el autob¨²s", y asegur¨® que estuvo mucho tiempo "aterrada" por la idea de que el imputado fuera a buscarla para tirotearla, ya que en aquella ocasi¨®n se le encasquill¨® el arma.
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