A prueba de fuego
La extrema vulnerabilidad al fuego que se ha puesto de manifesto en el edificio Windsor ha hecho saltar las alarmas frente a los riesgos de incendio en edificios de iguales o parecidas caracter¨ªsticas. A la espera de conocer con exactitud las causas del siniestro y de su r¨¢pida propagaci¨®n -algo que s¨®lo podr¨¢ saberse tras la investigaci¨®n que se inicie hoy con la entrada de bomberos y t¨¦cnicos al interior del edificio-, la Comunidad de Madrid ha reaccionado poniendo en marcha un plan de inspecci¨®n y actualizaci¨®n de las vigentes normas de prevenci¨®n de incendios en los edificios de m¨¢s de 50 metros de altura -entre 18 y 20 plantas- que existen en la regi¨®n.
Esa forma de actuar no es precipitada, como han se?alado algunos, sino obligada, adem¨¢s de oportuna. Tras el desastre del Windsor, una iniciativa de ese tipo era insoslayable, aunque hace tiempo que el plan anunciado ahora deber¨ªa haber estado vigente. Si, con el paso del tiempo, surgen nuevas y m¨¢s sofisticadas medidas de prevenci¨®n de riesgos -en materia de incendios o de otro tipo- que la legislaci¨®n incorpora por considerarlas adecuadas, parece l¨®gico que se apliquen no s¨®lo en las nuevas, sino en las edificaciones ya existentes. Bien es cierto que en ese caso la Administraci¨®n tiene que dar facilidades, en plazos y ayudas p¨²blicas, a las sociedades y comunidades de propietarios. En estos d¨ªas las empresas especializadas en sistemas de protecci¨®n contra incendios han detectado un significativo aumento de llamadas y consultas sobre la cuesti¨®n.
El edificio Windsor, una construcci¨®n de los a?os setenta de 106 metros de altura, ha ardido precisamente cuando se estaban realizando obras que inclu¨ªan la adaptaci¨®n a las exigencias de la reciente normativa sobre prevenci¨®n de incendios de la Comunidad de Madrid, aprobada en 2003. En todo caso, la seguridad de las construcciones, incluida la protecci¨®n contra incendios, no s¨®lo es materia de normas auton¨®micas y ordenanzas municipales, sino de legislaci¨®n estatal. No tiene ninguna l¨®gica que en un pa¨ªs europeo que se reclama moderno siga pendiente de aprobaci¨®n, cinco a?os despu¨¦s, el C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n, desarrollo reglamentario de la Ley de Ordenaci¨®n de la Edificaci¨®n de 1999, que refuerza las exigencias de calidad de los materiales y las medidas de prevenci¨®n de riesgos.
Su ausencia se hace todav¨ªa m¨¢s llamativa despu¨¦s de incendios como el que ha calcinado el edificio Windsor.
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