'Mogambo'
EL PA?S ofrece ma?ana, s¨¢bado, por 8,95 euros, el libro-DVD del filme de John Ford
Aunque dicen las cr¨®nicas que John Ford inici¨® sin demasiado entusiasmo, en 1952, el rodaje de Mogambo, la curiosidad por conocer ?frica acab¨® por sacudir su apat¨ªa. La pel¨ªcula iba a ser una versi¨®n recatada, propia de la ¨¦poca (C¨®digo Hays m¨¢s caza de brujas mandaban) de la t¨®rrida Red Dust, protagonizada por el propio Clark Gable, en su m¨¢s atractivo momento, y la explosiva diva rubia Jean Harlow. Sin embargo, como resultaba previsible, en manos de John Ford esta historia de pasiones bajo el sol se convirti¨® en una excelente sesi¨®n de cine de aventuras para s¨¢bado por la tarde, y tambi¨¦n en un fino manual sobre la catadura de los h¨¦roes y hero¨ªnas fordianos, tan sobradas ellas como ellos de temperamento y valor.
?Y qu¨¦ lugar mejor que la salvaje ?frica para que Dos Mujeres Blancas se disputen al Macho Cazador Occidental? Situ¨¦monos en la ¨¦poca, pol¨ªticamente incorrect¨ªsima, y no s¨®lo en sus manifestaciones culturales, a una de las cuales, el g¨¦nero de safaris, pertenece esta pel¨ªcula. Sobre todo, a causa de la realidad: el imperialismo puro y duro que los pa¨ªses europeos, sobre todo B¨¦lgica, Francia y Reino Unido, llevaban ejerciendo en el continente africano. En 1952, aunque la descolonizaci¨®n ya no parec¨ªa impensable (sobre todo a los movimientos de liberaci¨®n nativos), era dif¨ªcil creer que, en menos de una d¨¦cada, el Ser Supremo tendr¨ªa que pactar otro tipo de relaciones con sus colonizados. Las pel¨ªculas de safaris todav¨ªa fascinaban al p¨²blico. La f¨®rmula funcion¨®: Mogambo dio mucho dinero. Atardeceres sobre un r¨ªo cuajado de peligros. Los amenazantes sonidos de la selva en la oscuridad. Leones, leopardos, ?us, flamencos, hipop¨®tamos, cebras, rinocerontes, cocodrilos y gorilas enriqueciendo nuestros ¨¢lbumes de cromos, as¨ª como aquellos encantadores y agradecidos ind¨ªgenas que exhib¨ªan sus danzas (ancestrales) y sus lanzas (afiladas: nada qu¨¦ hacer contra un buen Winchester), sus muecas y sus chanzas (las ocurrencias de los negritos eran lo mejor en el cap¨ªtulo humor¨ªstico del cine safariano). Y qu¨¦ lujo de tejidos en las t¨²nicas.
De semejante arsenal de africanismos t¨®picos se nutre Mogambo, y no ser¨¦ yo quien se lo reproche, pues el p¨²blico de hoy, que posee informaci¨®n, puede situar la obra en su contexto y disfrutarla sin sentir verg¨¹enza, ni siquiera cuando el jefe de la guarnici¨®n brit¨¢nica en un poblado le explica a Clark Gable que los ind¨ªgenas nos atacaron porque les descubrimos rob¨¢ndonos el marfil. Las cursivas son m¨ªas.
Lo esencial de Mogambo es que se trata de un filme ejemplar acerca de lo buenas que pueden resultar las Chicas Malas y lo necias que son las Chicas Buenas, y de c¨®mo un Chicarr¨®n puede equivocarse, tal como suelen ellos, si no anda atinado en la elecci¨®n. Hablando de escoger, John Ford no quer¨ªa, en principio, a Ava Gardner para el papel de Eloise Kelly u Osito de Miel, la aventurera con coraz¨®n y heridas; su favorita era la pelirroja e irlandesa Maureen O'Hara, tan apreciable por tantos conceptos. Contra todo pron¨®stico, Ava (tan bella que nadie le conced¨ªa, ni ella misma admit¨ªa tenerlo, talento alguno) estuvo genial, y la propia actriz reconoci¨® m¨¢s tarde que fue la pel¨ªcula de su vida. El picajoso Ford incluso le permiti¨® improvisar alguno de sus jugosos di¨¢logos, lo mejor del filme: "No me permitir¨¦ que t¨² y tus cambios de humor me cubran de azahar s¨®lo porque vienen las nieves del invierno", le dice a un perplejo Gable que reci¨¦n se ha descolgado con una paternalista propuesta de matrimonio. Desde que entra en acci¨®n -con una presentaci¨®n digna de estrella: Gable recogiendo una a una sus prendas hasta que la descubre en su ducha- hasta que se despide, el esp¨ªritu burl¨®n de John Ford sonr¨ªe en los labios de Ava Gardner.
Tampoco Grace Kelly fue la primera elecci¨®n del director para el personaje de Linda Nordley, la fina esposa (o hermana, seg¨²n el doblaje impuesto por la censura franquista cuando la pel¨ªcula se estren¨® entre nosotros) del antrop¨®logo encarnado por Donald Sinden. Ford quer¨ªa a Deborah Kerr, cuya amenazada virtud vestida con prendas de safari hab¨ªa cautivado a los espectadores dos a?os atr¨¢s en la exitosa Las minas del rey Salom¨®n. En su defecto, el viejo perverso propuso a Greer Garson, de reconocida integridad. En resumen: quer¨ªa ver a una dama perder la dignidad, agarrada a las perneras del adulterio. Grace Kelly era casi una desconocida, s¨®lo hab¨ªa rodado un par de pel¨ªculas. Pero en Mogambo est¨¢ espl¨¦ndida. El futuro cisne de Hollywood consigui¨® algo improbable: convertir su belleza deslumbrante en un don monjil que le cae mal a todo el mundo, excepto al obtuso protagonista. Mientras, en la platea (y ahora, en el sal¨®n de casa) todos aullamos (espero) para que a) no maten al gorila, y b) que gane la mejor de las dos chicas.
Son los actores, con un excelente despliegue de secundarios, y los di¨¢logos, brillantes; es la tranquila forma fordiana de dirigir con sencilla eficacia lo que confiere a esta pel¨ªcula su toque de distinci¨®n entre la abundante iconograf¨ªa cinematogr¨¢fica africanista. Se la podr¨ªa despojar de todo su atrezzo ex¨®tico y seguir¨ªa funcionando como una s¨®lida comedia acerca de la lucha de sexos y de lo fieras que podemos ponermos las personas cuando de nuestras elevadas pasiones se trata.
Rica en anecdotario, tambi¨¦n. Durante el rodaje, Ava recibi¨® la visita de su marido, Frank Sinatra, y se qued¨® embarazada (dos veces), interrumpiendo voluntariamente ambas gestaciones. Grace y Clark se enamoraron y lo suyo dur¨® varios meses. Ava y Grace se hicieron amigas para siempre. En la vida real, Ava, la chica mala, elegir¨ªa seguir bebi¨¦ndosela, como dir¨ªa Marcos Ord¨®?ez. Vivi¨® ocho a?os m¨¢s que la chica buena, Grace, que eligi¨® ser princesa.
Este texto se incluye en el libro-DVD que ma?ana EL PA?S pone a la venta por 8,95 euros al adquirir el diario.
M¨¢s de 300 tiendas de campa?a
Mogambo, realizada en 1953. Sus actores protagonistas son: Clark Gable, Ava Gardner, Grace Kelly, Donald Sinden, Philip Stainton, Eric Pohlmann, Laurence Naismith y Denis O'Dea.
Director: John Ford. Productor: Sam Zimbalist. Gui¨®n: John Lee Mahin. Argumento: Wilson Collison. Fotograf¨ªa: Robert Surtees y Freddie Young. Montaje: Frank Clarke. M¨²sica: A. W. Watkyns.
Mogambo, que en swahili quiere decir "pasi¨®n", tuvo sendas nominaciones a los oscars de 1954 a la mejor actriz protagonista (Ava Gardner) y mejor actriz de reparto (Grace Kelly).
En 1953 se organiz¨® para el rodaje, no muy lejos de Ruanda y Burundi, un impresionante campamento con m¨¢s de 300 tiendas de campa?a. Incluso se instal¨® una sala de cine, con proyecciones diarias, para entretener a las m¨¢s de 500 personas contratadas para realizar el filme.
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