Los gn¨®sticos, el Concilio de Nicea y Agust¨ªn de Hipona

En la primera historia del cristianismo, de la que se ocupa el tomo VIII de la Historia Universal de EL PA?S, tuvieron una gran relevancia las herej¨ªas en los siglos II y III. Los enfrentamientos religiosos fueron reflejo de las luchas pol¨ªticas e ideol¨®gicas hasta que por fin se impuso una concepci¨®n ortodoxa que dio origen a la Iglesia cat¨®lica de Roma.

Entre las herej¨ªas, el gnosticismo ocupa un lugar importante. Se trata del primer intento de exponer una filosof¨ªa cristiana de la religi¨®n y de la historia. Posiblemente, los acontecimientos posteriores hubieran sido muy distintos si los principios gn¨®sticos se hubieran impuesto. ?stos, en palabras de Teodoto, pretend¨ªan responder a las preguntas ?qu¨¦ ¨¦ramos?, ?qu¨¦ hemos venido a ser?, ?d¨®nde estamos?, ?ad¨®nde hemos sido arrojados?, ?ad¨®nde vamos?, ?de qu¨¦ nos liberamos?, ?qu¨¦ es nacer?, ?qu¨¦ es renacer?

Unidad pol¨ªtica

La literatura gn¨®stica, entre ella los famosos evangelios ap¨®crifos (por decisi¨®n posterior de la jerarqu¨ªa), supera en volumen a la de la Iglesia. Esta herej¨ªa fue muy combatida y, finalmente, desarticulada. En el Concilio de Nicea, celebrado en esta ciudad asi¨¢tica en el a?o 325, se estableci¨® la ortodoxia, que tanto demandaba el emperador Constantino para mantener la unidad pol¨ªtica del Imperio, ya que su poder se basaba en la fortaleza del cristianismo. All¨ª se estableci¨® el credo del Dios trinitario en contra de los mon¨¢dicos arrianos. Con estas rivalidades, la Iglesia cat¨®lica consolid¨® su posici¨®n. A partir de ese momento se dedic¨® a desarrollar la doctrina teol¨®gica, labor en la que destac¨® san Agust¨ªn de Hipona, en la ciudad del norte de ?frica de la que fue obispo y en la que muri¨® cuando los b¨¢rbaros estaban a sus puertas.