"Israel¨ªes y palestinos est¨¢n cansados de violencia"
Apret¨®n de manos firme. Estilo cordial y directo. Abdal¨¢ II de Jordania (Amm¨¢n, 1962) va al grano, sin perder tiempo en formalidades. Es un hombre ocupado y sus colaboradores se encargan de hacerlo notar, aunque ¨¦l no da sensaci¨®n de tener prisa. El nivel de visitas oficiales y contactos resulta desproporcionado para un pa¨ªs de escasos seis millones de habitantes y sin recursos estrat¨¦gicos importantes, pero la convulsa zona del mundo donde se localiza lo ha convertido en una parada obligada de cualquier negociaci¨®n sobre el conflicto israelo-palestino o la crisis iraqu¨ª. Su despacho privado en el Palacio Real est¨¢ decorado al estilo ingl¨¦s, adquiere un tono m¨¢s personal con las fotograf¨ªas de su esposa, la reina Rania, y sus hijos. Lo que m¨¢s destaca es la colecci¨®n de armas, una de las aficiones del rey, y los recuerdos militares, testimonio de su carrera en el Ej¨¦rcito antes de acceder al trono en febrero de 1999 a la muerte de su padre, el rey Hussein. Aun as¨ª, Abdal¨¢ II habla sobre todo de paz; paz entre israel¨ªes y palestinos, pero tambi¨¦n entre israel¨ªes y sirios, entre israel¨ªes y libaneses, y especialmente en Irak. Con ese mensaje llega el martes a Espa?a. Cuando el jueves recibi¨® a EL PA?S, la regi¨®n estaba a¨²n bajo el efecto del atentado que el lunes cost¨® la vida al ex primer ministro liban¨¦s Rafik Hariri.
"Si la opini¨®n es que Ir¨¢n constituye un factor desestabilizador por esas armas, tambi¨¦n tendremos que hacer frente al programa israel¨ª"
"Si escucha el lenguaje de palestinos e israel¨ªes, es m¨¢s esperanzador de lo esperado"
"Una vez que abres la puerta de la reforma y la democratizaci¨®n, ya no puedes cerrarla"
"Empezamos a sentir, por primera vez, que la animosidad no se dirige contra el Gobierno, sino contra el pueblo americano. Y eso es peligroso"
Pregunta. Usted ha condenado con firmeza ese asesinato. Israel acusa a Siria y el presidente sirio acusa a Israel. ?A qui¨¦n beneficia?
Respuesta. A nadie. He perdido a un buen amigo, un hombre moderado que trabaj¨® por la unidad y el futuro de L¨ªbano... Es una tragedia porque los libaneses han perdido una figura muy importante que estaba conduciendo a L¨ªbano en la direcci¨®n correcta. ?Qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s? Es demasiado pronto para decirlo. No tengo suficiente informaci¨®n. Hay que ser cuidadoso con las acusaciones. Lo que s¨ª puedo decir es que por la sofisticaci¨®n del atentado, as¨ª como por los medios utilizados, no creo que sea un grupo terrorista.
P. Su pa¨ªs respald¨® la resoluci¨®n de la ONU que exige la retirada siria de L¨ªbano. ?Ha afectado eso a sus relaciones bilaterales?
R. Siria es un pa¨ªs vecino y amigo. Personalmente, mantengo una muy buena relaci¨®n con el presidente sirio, Bachar el Asad. Respecto a la resoluci¨®n 1.559 del Consejo de Seguridad, Jordania ha dejado clara su postura: no podemos elegir de forma selectiva las resoluciones relativas a la legitimidad internacional. Pero siempre hemos pedido que se adopte un lenguaje de di¨¢logo como la mejor forma de tratar esos asuntos.
P. Su pa¨ªs est¨¢ situado en una zona especialmente convulsa con el conflicto israelo-palestino al oeste y un Irak inestable al este. ?Hasta qu¨¦ punto esto afecta al desarrollo de Jordania?
R. Es una realidad con la que tenemos que convivir, pero no debiera servirnos de excusa para no avanzar. A pesar de las dif¨ªciles circunstancias regionales y de los retos que Jordania afronta, adem¨¢s de sus limitados recursos, las reformas pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales avanzan firmes. Hemos subrayado que todos los planes de desarrollo adoptados tienen un objetivo prioritario: mejorar los niveles de vida de nuestro pueblo y permitir una mayor participaci¨®n en la vida pol¨ªtica.
P. Los resultados electorales iraqu¨ªes han dado el triunfo a una coalici¨®n islamista chi¨ª. ?Le preocupa que haya un Gobierno chi¨ª al otro lado de la frontera?
R. En Jordania respetamos la decisi¨®n del pueblo iraqu¨ª. Confiamos en que el nuevo Gobierno incluya a todos los sectores de la sociedad iraqu¨ª. Tal como he dicho con anterioridad, queremos que Irak sea para los iraqu¨ªes, al margen de cualquier influencia pol¨ªtica externa. Estamos convencidos de que Irak no puede alcanzar la estabilidad y la seguridad a menos que todos los iraqu¨ªes participen en el Gobierno y la redacci¨®n de una Constituci¨®n equilibrada y orientada a salvaguardar la unidad y la estabilidad del pa¨ªs. Eso exige la participaci¨®n y representaci¨®n de todos los grupos [chi¨ªes, sun¨ªes y kurdos].
P. El mentor de esa alianza, el ayatol¨¢ Al¨ª al Sistani, quiere que el islam sea la fuente de legislaci¨®n en el pa¨ªs. ?Cu¨¢les son las implicaciones de una Constituci¨®n dictada por la religi¨®n en vez de por las leyes civiles?
R. Corresponde a los iraqu¨ªes redactar su Constituci¨®n como les parezca m¨¢s conveniente para lograr un futuro pr¨®spero. La clave es que su redacci¨®n sea un proceso que incluya a todos y que se base en la igualdad, la tolerancia y la representaci¨®n; se trata de valores b¨¢sicos de nuestra religi¨®n. Mi preocupaci¨®n es que, si se va a redactar una Constituci¨®n y parte de la sociedad no est¨¢ implicada, puede generar sus propios problemas y, Dios no lo quiera, dar lugar a enfrentamientos. Tenemos que recordar que la participaci¨®n de los sun¨ªes en las elecciones fue relativamente baja, por lo que deben ser tenidos en cuenta cuando se elabore la Constituci¨®n. Lo que buscamos es la participaci¨®n de todos los iraqu¨ªes, lo que beneficiar¨¢ a Irak y tambi¨¦n contribuir¨¢ a la paz y la estabilidad regionales.
P. Se habla de un posible ataque de EE UU a Ir¨¢n si insiste en dotarse de armas nucleares. ?En qu¨¦ medida le preocupan las ambiciones nucleares iran¨ªes?
R. El Gobierno iran¨ª tiene un programa nuclear y me dio la impresi¨®n, durante mi visita a Teher¨¢n hace un a?o y medio, que desean continuar con ¨¦l. Si es con objetivos militares o no, eso es otro asunto. Ya tenemos bastantes problemas con la cuesti¨®n israelo-palestina e Irak. Si fuerzas occidentales iniciaran ahora un conflicto militar con otro pa¨ªs en esta parte del mundo, sea Ir¨¢n o cualquier otro, s¨®lo va a a?adir m¨¢s inestabilidad. As¨ª que esperamos que si hay un problema entre Ir¨¢n y Occidente, se resuelva de manera pac¨ªfica.
P. ?Pero a usted le preocupa la posibilidad de que Ir¨¢n est¨¦ desarrollando armas nucleares?
R. Estoy en contra de cualquier programa de armas de destrucci¨®n masiva en Oriente Pr¨®ximo. Jordania se ha opuesto a ellas hist¨®ricamente, sea en el caso de un pa¨ªs ¨¢rabe, Ir¨¢n o Israel. Si vamos a hacer frente a Ir¨¢n, si la opini¨®n occidental es que Ir¨¢n constituye un factor desestabilizador por esas armas, eventualmente tendremos que hacer frente al programa israel¨ª. Una de las razones por las que probablemente Ir¨¢n est¨¢ desarroll¨¢ndolo es porque Israel lo tiene. Esperamos que un d¨ªa haya una pol¨ªtica unificada para la regi¨®n, en realidad mejor para el mundo.
P. Las elecciones palestinas han confirmado a Mahmud Abbas, un l¨ªder pragm¨¢tico al que Occidente califica de moderado. ?Ve una oportunidad real de que avance el proceso de paz despu¨¦s de a?os de estancamiento?
R. El presidente Abbas tuvo un mandato dif¨ªcil hace dos a?os [como primer ministro] y no logr¨® el apoyo que debiera haber tenido. Esta vez tenemos que respaldarle sin fisuras para que pueda dar a los palestinos la seguridad y las mejoras econ¨®micas a las que aspiran y merecen; tambi¨¦n debemos ayudarle para que pueda cumplir sus compromisos de Sharm el Sheij. Las elecciones palestinas y esa cumbre han reafirmado que israel¨ªes y palestinos est¨¢n cansados de violencia y piden a sus l¨ªderes un futuro mejor. Pienso que ahora tenemos una verdadera oportunidad para alcanzar la paz, crear un Estado viable y soberano para los palestinos, que ofrezca dignidad y futuro; as¨ª como una paz global que d¨¦ a Israel seguridad y aceptaci¨®n en la regi¨®n, y, por supuesto, tambi¨¦n avances en los asuntos sirio y liban¨¦s. Sabemos que el ¨¦xito va a exigir mucho trabajo y tambi¨¦n compromisos, pero no m¨¢s que las p¨¦rdidas que generan las actuales sangr¨ªa y divisi¨®n. Exigir¨¢ coraje para hacer la paz. Debemos tener ¨¦xito ahora porque es un momento oportuno.
P. ?Por eso ha decidido reenviar a su embajador a Tel Aviv tras cuatro a?os de ausencia?
R. S¨ª. La decisi¨®n se ha tomado tras consultas con los israel¨ªes y los palestinos. Resulta dif¨ªcil coordinar el trabajo con ellos si nuestro embajador est¨¢ en Jordania. Considero que es un buen signo, un signo de que volvemos a la situaci¨®n pre-Intifada. Soy optimista. Si escucha el lenguaje de israel¨ªes y palestinos, es m¨¢s esperanzador de lo esperado.
P. Los dirigentes ¨¢rabes han aplaudido las elecciones en Palestina e Irak. ?No resulta contradictorio cuando los pa¨ªses que dirigen no tienen esa oportunidad?
R. Las recientes elecciones en Palestina y en Irak han marcado una pauta en Oriente Pr¨®ximo. Eso es bueno porque ayudar¨¢ a los dirigentes a impulsar la reforma y la democratizaci¨®n, y estoy seguro de que los resultados ser¨¢n favorables. Cuando mencionamos reforma, deber¨ªamos tener presente que cada pa¨ªs tiene su propio ritmo y circunstancias. Tenemos que subrayar que nos referimos a un proceso aut¨®ctono que se inicia desde dentro y no a algo impuesto desde fuera. En general, la gente rechaza cualquier imposici¨®n exterior, y como recordar¨¢, esto es lo que sucedi¨® cuando se lanz¨® la iniciativa del Gran Oriente Pr¨®ximo. Sin embargo, desat¨® un proceso de debate sobre la reforma que a¨²n est¨¢ en marcha y que la ha convertido en una prioridad. Desde entonces ha habido un mayor entendimiento en la regi¨®n sobre la necesidad de introducir reformas propias. Considero que la reforma es el resultado de la exigencia de democracia y cambio por parte de la gente, y del entendimiento y la respuesta de los l¨ªderes a ese cambio. Una vez que abres la puerta, ya no puedes cerrarla.
P. Todos los dirigentes ¨¢rabes enfrentan dos retos comunes, el extremismo religioso y las relaciones con Estados Unidos. ?Cu¨¢l es la ra¨ªz del primero y de la violencia que desencadena? ?Qu¨¦ est¨¢ haciendo Jordania para combatirlo?
R. El extremismo no s¨®lo es una amenaza para los ¨¢rabes, sino para toda la comunidad internacional, lo que exige un esfuerzo global. En Jordania apoyamos todos los esfuerzos internacionales y regionales para combatirlo. Creo que la ra¨ªz del extremismo en esta parte del mundo es el conflicto israelo-palestino. Debe afrontarse y resolverse lo antes posible. Otros elementos que deben atajarse son los males gemelos de la pobreza y el desempleo que conducen a la frustraci¨®n. Tambi¨¦n debemos prestar m¨¢s atenci¨®n a los j¨®venes si realmente queremos combatir el extremismo. Debemos trabajar duro para darles esperanza.
P. En cuanto a las relaciones con Washington, se puede decir que cuanto m¨¢s cercanos a Estados Unidos est¨¢n los dirigentes, menos populares son en la calle. ?Por qu¨¦ la opini¨®n p¨²blica ¨¢rabe se siente humillada por los v¨ªnculos con ese pa¨ªs?
R. En el pasado, muchos ¨¢rabes, y puede incluir los jordanos, han tenido problemas con la pol¨ªtica exterior estadounidense, no con el pueblo estadounidense, porque se percib¨ªa como desequilibrada en apoyo de Israel a costa de los palestinos. Sent¨ªamos que era una injusticia. Hoy, con la presencia de EE UU en Irak, creen y sienten que se ha agrandado esa injusticia. Y empezamos a sentir, por primera vez, que la animosidad no se dirige contra la pol¨ªtica exterior del Gobierno americano, sino contra el pueblo americano. Y eso es muy peligroso. De ah¨ª nuestra preocupaci¨®n con el choque de civilizaciones. Seg¨²n hablamos, estoy repitiendo que el problema central es el conflicto israelo-palestino, pero por primera vez en nuestra historia nos encontramos en un punto de inflexi¨®n en el que el israelo-palestino puede no ser el problema central. El problema central puede estar en Irak, y eso es lo que centra mi preocupaci¨®n en este momento.
P. Va a visitar Espa?a el martes. ?Con qu¨¦ fin? ?En qu¨¦ ¨¢reas desea mejorar las relaciones?
R. Jordania y Espa?a gozan de lazos hist¨®ricos muy fuertes. Hay adem¨¢s una relaci¨®n especial entre nuestras dos familias reales. Mi visita es parte de las conversaciones que mantengo regularmente con amigos en Europa sobre los medios para impulsar el proceso de paz, en especial ahora tras el ¨¦xito de las elecciones palestinas y la productiva cumbre de Sharm el Sheij. Considero que Europa, y particularmente, Espa?a, puede tener un papel positivo en impulsar la paz y ayudar a los palestinos a poner en pie sus instituciones y reconstruir sus aparatos de seguridad. Ayer me reun¨ª con el ministro espa?ol de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, y estuvimos de acuerdo en que tenemos que trabajar duro para aprovechar la nueva oportunidad de paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.