Ocho marineros desaparecidos al volcar su barco a 20 millas de la costa de Lugo
El ¨²nico tripulante despierto se salv¨® y vio desde la balsa c¨®mo su padre y patr¨®n se hund¨ªa
Mientras se pon¨ªa a salvo en un bote, el marinero Gerardo Taboada Fern¨¢ndez pudo ver c¨®mo su padre se arrojaba al mar y se hund¨ªa. Gerardo, de 24 a?os, logr¨® salvarse porque era el ¨²nico de los nueve tripulantes del pesquero Siempre Casina, con base en Burela (Lugo), que no dorm¨ªa. Los otros ocho, entre ellos su padre (el patr¨®n del barco, Gerardo Taboada Pardo), otro espa?ol, tres peruanos, dos senegaleses y un caboverdiano, est¨¢n desaparecidos despu¨¦s de que el buque volcase y quedase semihundido, en la madrugada de ayer, a 20 millas de la costa de Lugo, por causas a¨²n por determinar.
Las aguas del Cant¨¢brico, en el l¨ªmite entre Galicia y Asturias, voltearon bruscamente al Siempre Casina en circunstancias dif¨ªciles de explicar y que evocan otra tragedia todav¨ªa muy presente para la flota pesquera gallega, el hundimiento, el pasado junio en la Costa da Morte (A Coru?a), del O Bah¨ªa con 10 tripulantes a bordo. Como en la ocasi¨®n anterior, se trataba de un barco nuevo, construido en 1999, con casco de acero, gran arboladura y un patr¨®n muy experimentado.
"Gerardo era un hombre del mar y conoc¨ªa la zona perfectamente porque llevaba toda la vida faenando en esos caladeros", coment¨® Alfonso Garc¨ªa, patr¨®n mayor de Burela, uno de los principales puertos pesqueros de Galicia. "Quiz¨¢s el hombre m¨¢s sensato de la flota de Burela", lo definieron otros compa?eros.
Las condiciones meteorol¨®gicas en el lugar del naufragio no eran buenas, con olas de cinco metros, pero tampoco hab¨ªa temporal. El Siempre Casina, de 20 metros de eslora y 35 toneladas de registro bruto, sustituy¨® a otro buque m¨¢s peque?o, el Hermanos Casina, y se dedicaba a la pesca de bajura con volanta (grandes redes de arrastre). Se hab¨ªa hecho al mar el lunes. La tripulaci¨®n solt¨® el aparejo al caer la noche y se fue a descansar con la idea de retirar la pesca al amanecer.
De guardia en el puente
La se?al de socorro autom¨¢tica, emitida v¨ªa sat¨¦lite por la radiobaliza del pesquero, se capt¨® en tierra poco despu¨¦s de las seis de la madrugada y proced¨ªa de una zona a unos 35 kil¨®metros de la costa. En ese momento, el joven Gerardo Taboada hac¨ªa guardia en el puente, donde dorm¨ªa su padre. Bajo cubierta descansaban los siete marineros, Camilo Montes Fern¨¢ndez, natural de Burela; Vitor Jorge Correia Lopes, vecino del pueblo, aunque de origen caboverdiano, y cinco inmigrantes, los peruanos Jorge Luis Pe?a Orme?o, Richard Gustavo Manchego Vald¨¦s y Jos¨¦ Santos Clavijo Mogoll¨®n, radicados desde hace a?os en la localidad; y los senegaleses Mousa Npong y Souleymane Faye, domiciliados en Ondarroa (Vizcaya).
A falta de otra explicaci¨®n, las autoridades mar¨ªtimas y los pescadores de Burela especulaban con la teor¨ªa m¨¢s socorrida, la de un golpe de mar como el que se llev¨® al O Bah¨ªa hace ocho meses. Los responsables de las operaciones de salvamento esperaban a que el ¨²nico superviviente, internado en el hospital p¨²blico de la localidad, se recuperase (presentaba s¨ªntomas de hipotermia y estaba muy afectado emocionalmente) para requerirle m¨¢s detalles de lo sucedido. Gerardo Taboada, seg¨²n responsables del Ministerio de Pesca y de la Xunta, explic¨® que ¨¦l hab¨ªa tenido tiempo a subirse a uno de los dos botes salvavidas. A su padre lo vio tirarse al mar y desaparecer entre las aguas, mientras los dem¨¢s permanec¨ªan en el camarote.
El superviviente fue encontrado en la balsa sobre las 9.45 horas por el Barrero, un pesquero asturiano que, como otros que faenaban en la zona, se hab¨ªa sumado al rastreo. "Sufr¨ªa una hipotermia y estaba muy impresionado por lo sucedido. Apenas pudo articular algunas palabras", relat¨® uno de los tripulantes del barco que lo recogi¨®. Su estado no es grave y est¨¢ "peor en lo ps¨ªquico que en lo f¨ªsico", se?alaron fuentes del hospital de Burela. Gerardo era el continuador de una saga familiar de marineros encabezada por su abuelo, Pedro Taboada, propietario del Siempre Casina y ya retirado.
Un avi¨®n de Salvamento Mar¨ªtimo localiz¨® el buque semihundido, con la proa que sobresal¨ªa del mar. Los responsables del rescate se aferraban a la conjetura de que bajo el casco hundido se hubiese formado alguna burbuja de aire que permitiese sobrevivir a los tripulantes atrapados en los camarotes. La desaparici¨®n del segundo bote salvavidas tambi¨¦n contribu¨ªa a mantener un hilo de esperanza. "Pero cada vez es menos, porque el tiempo va pasando", confesaba a mediod¨ªa, en el puerto de Burela, Paloma Ballesteros, esposa de uno de los marineros peruanos.
El remolcador Alonso de Chaves recibi¨® el encargo de trasladar el buque a puerto despu¨¦s de que se le hubiesen adherido unos globos neum¨¢ticos al casco semihundido para mantenerlo a flote.
Anoche qued¨® estabilizado el Siempre Casina, seg¨²n inform¨® el secretario general de Pesca, Juan Carlos Mart¨ª, quien explic¨® que cuatro buzos de la Armada realizaron una inmersi¨®n pero no vieron ning¨²n cuerpo ni pudieron entrar en la nave porque se mov¨ªa "continuamente" y podr¨ªan enredarse en los aparejos. El rastreo proseguir¨¢ hoy.
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