'Tener y no tener'
EL PA?S ofrece ma?ana, s¨¢bado, por 8,95 euros, el libro-DVD del filme de Howard Hawks
Durante una excursi¨®n de pesca Howard Hawks hizo una apuesta con Ernest Hemingway: le pod¨ªa demostrar que era capaz de hacer la mejor de sus pel¨ªculas con la peor de sus novelas. Consist¨ªa, seg¨²n ¨¦l, en un relato menor acerca de un marino que arriesga vida y fortuna, seducido por una rubia peligrosa, para ayudar a unos contrabandistas de armas (eso s¨ª, en defensa de una causa noble). Hemingway hab¨ªa escrito la narraci¨®n tras comprarse ¨¦l mismo una casa y un barco en Key West, y enmarc¨® la historia en los a?os de la Gran Depresi¨®n.
Poco despu¨¦s, Hawks tuvo su oportunidad. Hab¨ªa firmado un contrato con la Warner, y los due?os de ¨¦sta andaban deseosos de reproducir y multiplicar el ¨¦xito obtenido por Casablanca. Se precisaban id¨¦nticos ingredientes: Humphrey Bogart de protagonista y, para la r¨¦plica, una actriz capaz de competir con el mito Bergman, una ciudad colonial bajo el r¨¦gimen de Vichy, un bar, un pianista y unos pocos buenos tiroteos. Hawks pens¨® que era el momento de adaptar To have and have not, la mediocre novelita de Hemingway, y doblarle el pulso al escritor. Encomend¨® el gui¨®n a William Faulkner y a Jules Furthnam, con los que ya hab¨ªa trabajado, y se eligi¨® la Martinica como escenario de los hechos. Jack Warner sugiri¨® que el papel de la chica lo interpretara una actriz nueva y Hawks eligi¨®, por indicaci¨®n de su mujer, a una modelo que hab¨ªa merecido los honores de portada en Harper's Bazaar, Betty Jean Perske, neoyorquina hija de inmigrantes que, tras divorciarse de su primer matrimonio, recuper¨® el nombre de soltera: Bacal. Su papel en Tener y no tener marcar¨ªa para siempre el rumbo de su existencia. Sobre ¨¦l edific¨® un inmenso mito cinematogr¨¢fico y, gracias a ¨¦l, conoci¨® al hombre de su vida, con el que se casar¨ªa y formar¨ªa una feliz familia.
La versi¨®n cinematogr¨¢fica del relato de Hemingway es una obra maestra
La relaci¨®n entre Bacall y Bogart est¨¢ basada en la complicidad y la inteligencia
Ya se ha dicho hasta qu¨¦ punto la decisi¨®n de hacer la pel¨ªcula ten¨ªa que ver con el precedente de Casablanca, por lo que, a simple vista, los puntos de coincidencia entre ambos filmes parecen muchos. La trama antinazi, la exaltaci¨®n de la resistencia antifascista, el marco colonial, ex¨®tico, y la identidad del protagonista contribuyen a ello. Sin embargo, Tener y no tener es de 1944, cuando ya se descontaba la derrota de Alemania en la guerra, y los aspectos pol¨ªticos del gui¨®n resultan, a la larga, marginales o anecd¨®ticos. La pel¨ªcula es, sobre todo, la historia de una seducci¨®n y no cabe duda de que el hecho de que Bogart y Bacall se enamoraran tambi¨¦n entre bastidores contribuy¨® a lograr esa formidable intensidad dram¨¢tica que emana de sus im¨¢genes. La relaci¨®n entre ellos es cualquier cosa menos lo que habitualmente se entiende por rom¨¢ntica: est¨¢ basada en la complicidad y en la inteligencia. Tambi¨¦n, sin duda alguna, en una sexualidad que trasciende a todo tipo de convencionalismo, tanto en los di¨¢logos como en lo que ahora se llama lenguaje corporal, tan bien expresado, por cierto, en la escena final, cuando la Flaca (Slim) abandona para siempre el hotel Marquis en compa?¨ªa de Steve. ?ste es un antih¨¦roe convertido, finalmente, en valeroso triunfador. Su entra?able relaci¨®n con el marinero alcoh¨®lico y la pasi¨®n que en ¨¦l despierta el car¨¢cter aventurero y retador de la mujer constituyen, sin embargo, la verdadera justificaci¨®n de sus actos. Tener y no tener es, desde ese punto de vista, una pel¨ªcula sobre el compromiso humano y la lealtad de aquellos que no se preguntan tanto sobre la justicia de sus actos en relaci¨®n con el orden convencional establecido, sino sobre la deuda que contraemos con las personas queridas (lo que ahora se llama, mucho m¨¢s expresivamente, nuestros compis, o colegas). La moralidad que emana del filme es la de la camarader¨ªa, fundada en los sentimientos humanos y en la condici¨®n fungible de nuestra existencia. Hasta el punto de que el ejemplo de los resistentes antifascistas, dispuestos a lo que sea en defensa de la libertad, palidece ante ese impulso vital fruto no tanto de las convicciones morales o intelectuales como del sometimiento a las necesidades del otro.
Lo que Steve y Slim, Bogart y Bacall, hacen durante m¨¢s de hora y media es darse marcha mutuamente, hasta l¨ªmites insospechados, en un despliegue de ego¨ªsmo amoroso en el que no hay lugar para blandenguer¨ªas. La mezcla de nobleza y oportunismo del marino contrasta con el explosivo c¨®ctel de dulzura y dureza de la chica. Los dos son unos supervivientes, y eso basta para definirlos, porque el gui¨®n no nos da apenas pista alguna para saber de qu¨¦, o por qu¨¦, o para qu¨¦ sobreviven. Las contradicciones y ambig¨¹edades de toda relaci¨®n pasional fluyen entre ellos con una sinceridad y una transparencia que choca con cualquier imagen prefabricada de la vida en pareja. La honestidad del planteamiento es tal que Hawks logra aquello de lo que s¨®lo los genios son capaces: el espectador forma parte integrante de la pel¨ªcula y los personajes, tan alejados en el tiempo, en la geograf¨ªa y en sus propias biograf¨ªas, nos son del todo familiares y entra?ables. De modo que queremos ser como ellos, queremos ser ellos, tener una chica o un hombre as¨ª, tan de verdad, unos amigos tan buenos, y vencer a los malos no tanto porque lo sean, sino porque han querido hacernos da?o, y eso no vamos a permitirlo.
Dec¨ªa antes que nos hallamos ante la historia de una seducci¨®n, pero en realidad es la cr¨®nica de muchas. La principal de todas ellas consiste en la que la pel¨ªcula ha ejercido, durante d¨¦cadas y sobre varias generaciones, con su mensaje acerca de la condici¨®n humana y el valor de la solidaridad. La maestr¨ªa del director, su eficacia narrativa, sobresalen por encima de cualquier otra cosa. Pero nada de ello hubiera sido posible sin recurrir a los usos literarios. La acumulaci¨®n de escritores en torno a un gui¨®n y a unos di¨¢logos memorables, la presencia de unos monstruos de la interpretaci¨®n, cuya sola mirada desborda cualquier gesto, y el recurso a una m¨²sica eficaz fueron materiales imprescindibles para que Hawks ganara su apuesta. No es seguro que To have and have not sea un libro tan mediocre como la cr¨ªtica dijo con motivo de su aparici¨®n, pero la versi¨®n cinematogr¨¢fica del relato es una obra maestra. Hoy se disfruta de su contemplaci¨®n con la misma o mayor intensidad que hace 60 a?os.
Este texto se incluye en el libro-DVD de Tener y no tener que ma?ana, s¨¢bado, pone a la venta EL PA?S por 8,95 euros al comprar el diario.
El nacimiento de un mito
Tener y no tener se realiz¨® en 1944. Sus principales int¨¦rpretes fueron: Humphrey Bogart, la debutante Lauren Bacall, Walter Brennan, Pat West, Hoagy Carmichael, Dolores Mor¨¢n, Dan Seymour, Walter Molnar, Marcel Dalio, Emmett Smith y Sheldon Leonard.
Director y productor ejecutivo: Howard Hawks. Guionistas: Jules Furthman y William Faulkner, basado en un relato de Ernest Hemingway. Director de fotograf¨ªa: Sidney Hickox. M¨²sica: Franz Waxman.
Howard Hawks dirigi¨® un total de 47 largometrajes desde The Road to Glory, en 1926, hasta R¨ªo Lobo, en 1970. No recibi¨® ning¨²n oscar en su carrera. Estuvo solamente nominado por Sargento York en 1942, pero tampoco lo obtuvo. En 1975, cinco a?os despu¨¦s de jubilado, la Academia le otorg¨® un oscar honor¨ªfico al conjunto de su carrera.
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