Maragall acusa a CiU de corrupci¨®n y lo retira tras la amenaza de Mas de boicotear el Estatuto
El pago de comisiones del 3% por la obra p¨²blica protagoniza el pleno sobre el Carmel
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el jefe de la oposici¨®n y l¨ªder de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), Artur Mas, protagonizaron ayer uno de los duelos dial¨¦cticos m¨¢s crispados que los parlamentarios recuerdan. Fue a prop¨®sito de la sesi¨®n plenaria monogr¨¢fica en la C¨¢mara catalana tras el hundimiento del t¨²nel del metro del Carmel, en Barcelona. Maragall acus¨® a CiU de quedarse con el 3% de los costes de la obra p¨²blica que adjudic¨® cuando estuvo al frente del Gobierno catal¨¢n. Maragall se vio obligado a rectificar ante la amenaza de Mas ante el pleno de romper el consenso para sacar adelante la reforma del Estatuto catal¨¢n, que se halla en tr¨¢mite de ponencia parlamentaria.
Carod-Rovira: "Si no podemos aceptar limitaciones de fuera sobre el Estatuto, tampoco de dentro; honradez s¨ª, cuentas claras tambi¨¦n".
Maragall: "Ustedes tienen un problema que se llama 3%".
Nadal: "El Estatuto que elaboremos no puede estar sometido a ninguna presi¨®n ni a ning¨²n precio".
Mas: "Sabe que nuestro grupo estaba dispuesto a colaborar y hacer cosas conjuntamente en esta legislatura, pero ahora mismo acaba de mandar esta legislatura a hacer pu?etas".
Piqu¨¦: "El clamor de la sociedad catalana se ha confirmado por boca del presidente, las adjudicaciones iban parejas a una comisi¨®n".
El 3% es el porcentaje que supuestamente pagan los constructores a Gobiernos o partidos pol¨ªticos para la obtenci¨®n de contratos de obra p¨²blica o concesiones de servicios. Este tema tab¨², que s¨®lo hab¨ªa sido mencionado en ¨¦pocas recientes de la Administraci¨®n convergente por el l¨ªder de los republicanos, Josep Llu¨ªs Carod-Rovira, camp¨® ayer de nuevo a sus anchas en el pleno dedicado al Carmel.
Por la ma?ana, el consejero de Pol¨ªtica Territorial, Joaquim Nadal, ya denunci¨® el funcionamiento de la empresa p¨²blica GISA, que gestiona y adjudica obras p¨²blicas por encargo directo del Gobierno catal¨¢n. Critic¨® "su burocracia, su enmara?ada toma de decisiones, su ineficaz estructura interna y el c¨ªrculo vicioso" de la "externalizaci¨®n, concentraci¨®n de adjudicaciones en unas pocas empresas, autocontrol y subcontrataci¨®n" de la obra p¨²blica. Nadal anunci¨® una profunda reestructuraci¨®n de la empresa. El consejero se abstuvo de hacer acusaciones directas contra CiU. Tampoco lo hizo en sus respuestas al portavoz nacionalista y predecesor en el cargo, Felip Puig, quien, por la tarde, denunci¨® que Nadal hab¨ªa roto el c¨ªrculo de confianza entre GISA, sus t¨¦cnicos y las empresas constructoras. "Mire", le respondi¨® el consejero, "quiz¨¢s hemos roto otra clase de c¨ªrculo".
Reto al presidente
Los convergentes, a cada insinuaci¨®n, se revolv¨ªan en sus esca?os. Hasta que Mas apareci¨® en la tribuna y desafi¨® al Gobierno catal¨¢n que lleve las pruebas de sus acusaciones a los tribunales. Al tiempo, ret¨® al presidente de la Generalitat a intervenir en el debate si no quer¨ªa convertirse "en la imagen viva de la impotencia pol¨ªtica".
Maragall inicialmente se resisti¨®. Al final accedi¨® al pulso "para no imitar", como afirm¨® el consejero Nadal, a Jordi Pujol, que se mantuvo impasible sentando en su esca?o cuando el ahora presidente de la Generalitat le present¨® una moci¨®n de censura en 2002. Maragall cogi¨® el micr¨®fono y acus¨® a Mas de haber roto una de las reglas parlamentarias no escritas. A saber, el respeto a los diputados y a la figura del presidente de la Generalitat. "Ustedes se han picado, se sienten culpables, se sienten se?alados por una acusaci¨®n que nadie les ha lanzado. La historia les pasar¨¢ factura". Mientras, desde la bancada de CiU se o¨ªa repetir que Mas hab¨ªa ganado las elecciones. "Ha ganado tantas que no le veo gobernar", le espet¨® el presidente catal¨¢n.
Mas, profundamente molesto, le contest¨®: "Usted tiene la piel muy fina, el orgullo lleno y el amor propio hinchado. No le hemos hecho ninguna acusaci¨®n personal". En este toma y daca, Maragall sentenci¨®: "Ustedes tienen un problema que se llama 3%".
Artur Mas se levant¨® con cara de pocos amigos y le amenaz¨®: "Usted ha perdido los papeles. Si deb¨ªa terminar su turno de esta manera se lo hubiese podido ahorrar. Sabe que nuestro grupo estaba dispuesto a colaborar, a hacer cosas conjuntamente con ustedes, pero ahora mismo acaba de mandar esta legislatura a hacer pu?etas y ha roto la confianza". Mas, sin mencionarlo, se refer¨ªa a que se pon¨ªa fin a la participaci¨®n de CiU en la redacci¨®n del nuevo Estatuto catal¨¢n, una amenaza con la que la federaci¨®n nacionalista ha amagado desde que el tripartito decidi¨® poner en marcha la reforma del texto.
"Accedo a su demanda", dijo Maragall a modo de disculpa, "porque Catalu?a tiene ante s¨ª cosas muy importantes que hacer y quiero que se cumplan". "Su rectificaci¨®n no le humilla. Pero si tienen pruebas vayan a los tribunales", respondi¨® Mas.
Pero la sombra del 3% sigui¨® planeando sobre el hemiciclo, hasta el punto de que el propio consejero de Pol¨ªtica Territorial, Joaquim Nadal, tuvo que aclarar que el Gobierno del que forma parte no se arredrar¨¢ por las amenazas de CiU. Sin citar el candente porcentaje, Nadal afirm¨®: "La transparencia es un compromiso que este Gobierno ha asumido y es evidente que el Estatuto que elaboremos no puede estar sometido a ninguna presi¨®n ni a ning¨²n precio", dijo en clara referencia a las presuntas comisiones ilegales.
El principal socio de Gobierno del PSC, Esquerra Republicana, tambi¨¦n abord¨® sin complejos la espinosa cuesti¨®n y, por boca de su l¨ªder, Josep Llu¨ªs Carod-Rovira, lanz¨® una clara advertencia a CiU: "Este Parlamento no puede tolerar ninguna expresi¨®n por parte de nadie que pueda ser interpretada como una amenaza que pueda ser utilizada como moneda de cambio para la elaboraci¨®n del nuevo Estatuto", afirm¨® Carod, antes de apostillar: "Si no podemos aceptar limitaciones de fuera,
tampoco de dentro". "Honradez s¨ª, cuentas claras, tambi¨¦n", concluy¨® Carod.
"Lamentable espect¨¢culo"
El popular Josep Piqu¨¦ ahond¨® en este conflictivo porcentaje y reclam¨® que la comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria sobre el Carmel aborde el sistema de adjudicaci¨®n de obras en la anterior Administraci¨®n de CiU. "El clamor de la sociedad catalana se ha confirmado por boca del presidente Maragall, es decir, que las adjudicaciones iban parejas a una comisi¨®n. Pues hablemos de ello. Que se discuta en la comisi¨®n", manifest¨® Piqu¨¦.
El l¨ªder del PP catal¨¢n lament¨® el "triste y profundamente lamentable" espect¨¢culo que dieron Maragall y Mas en el debate, sobre todo al tratar "una cosa tan seria como el Estatuto como una serie de intercambios extra?os o cambalaches". Piqu¨¦ insisti¨® en exigir la dimisi¨®n de Nadal y de varios consejeros.
El turno de intervenciones lo cerr¨® Joan Boada, portavoz de Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA), quien junto al de Esquerra, Joan Ridao, acus¨® a sus socios de Gobierno del PSC de haber hecho poco para cambiar "los fallos" que en su opini¨®n ten¨ªa la Administraci¨®n catalana cuando CiU perdi¨® el poder en favor del tripartito. Ambas formaciones pidieron una comisi¨®n de investigaci¨®n.
Las propuestas de resoluci¨®n se votar¨¢n hoy en el pleno de la C¨¢mara.
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