"Me han arruinado"
El due?o de una cervecer¨ªa cercana al edificio siniestrado ignora si podr¨¢ reabrir
Eduardo S¨¢nchez sab¨ªa que algo malo le iba a suceder cuando una vecina le avis¨® del fuego en la torre Windsor. Estaba en su cervecer¨ªa, la Pan y Pica, situada en la plaza de Manuel G¨®mez Moreno, junto al edificio. "Presum¨ª un desastre, pero no de estas dimensiones. Tem¨ªa que no iba a poder abrir durante unos d¨ªas". Ahora no sabe si volver¨¢ a ver en funcionamiento su negocio. Su vida no es la ¨²nica "arruinada". Ha tenido que presentar la suspensi¨®n de empleo para sus 14 trabajadores.
El Pan y Pica es una empresa familiar que regenta con su padre y su hermano. Comenz¨® a funcionar hace nueve a?os porque "en aquella ¨¦poca hab¨ªa muchas oficinas, pero muy pocas cafeter¨ªas".
La noche del incendio lo primero que sinti¨® Eduardo fue "rabia" y enseguida "incertidumbre" acerca de cu¨¢l ser¨ªa su futuro. "La cervecer¨ªa era mi vida. Le dedicaba 16 horas diarias", se lamenta.
Desde la fat¨ªdica noche s¨®lo ha podido entrar una vez porque el Pan y Pica est¨¢ situado dentro del per¨ªmetro de seguridad establecido en torno al rascacielos. "Entramos para quitar la bombona. No quise abrir las c¨¢maras. No quer¨ªa ver los alimentos pudri¨¦ndose". Ahora est¨¢ a la espera de que el Ayuntamiento le deje entrar a recuperar algunos productos para devolverlos a los proveedores. "Si tengo que pagarlos, no s¨¦ de d¨®nde sacar¨¦ el dinero", dice mientras mira con a?oranza la cervecer¨ªa desde una ventana de su otro negocio, El Prost, un restaurante que tiene alquilado. Debajo, un dependiente de la florister¨ªa 1.000 Rosas reparte gratis docenas de estas flores. Desde el incendio este local ha perdido el 40% de la clientela y a sus due?os se les ha ocurrido esta original promoci¨®n. "Todos estamos igual. Cada vez con m¨¢s p¨¦rdidas", afirma Eduardo.
?l tambi¨¦n sabe lo que es perder clientes. El Prost es un restaurante a la carta que viv¨ªa de los empleados del Windsor y las oficinas cercanas. "No me preocupa lo perdido, sino el futuro. Si no vuelven estos trabajadores, tendr¨¦ que especializarme en men¨²s y no tengo la estructura adecuada".
Eduardo lucha porque la Administraci¨®n les d¨¦ "ayudas urgentes" desde la vicepresidencia de la reci¨¦n creada Asociaci¨®n de Comerciantes Afectados por el Incendio. Se queja del trato recibido. "Ninguna autoridad se ha puesto en contacto conmigo de forma directa". S¨ª que lo han hecho a trav¨¦s de la asociaci¨®n. "Hasta ahora todo son buenas intenciones, pero yo, hasta que no se concrete algo... Todo est¨¢ en el aire", dice con desconfianza.
A Eduardo nadie le dice cu¨¢ndo podr¨¢ abrir el Pan y Pica. Calcula que como m¨ªnimo ser¨¢n seis meses. Pero se est¨¢ planteando cerrar definitivamente, instalar el negocio en otra zona o buscarse otro trabajo. "No creo que con el ruido y el polvo del desmontaje del edificio vuelva a recuperar mis clientes".
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