A dirigir, Camps
Si Camps persiste en su inmovilismo, y si encima lograra, como pretende, que Pla se estuviera quieto, ser¨ªa tanto como desplegar del todo el negativo de la actual pol¨ªtica valenciana, en su penosa marcha hacia la hibernaci¨®n. Una imagen de estatuas yacentes, que ocultan su incapacidad en el sopor y en la r¨¦plica de granito. As¨ª, nuestra autonom¨ªa ve pasar, y perder, el tiempo y las ocasiones: desde la pasividad y el canguelo de sus m¨¢s altas instancias. Y sin embargo, el cronista ha puesto su atenci¨®n, no en las Cortes, sino en la cafeter¨ªa de las Cortes y en lo que all¨ª se cuece. En la cafeter¨ªa no se resolver¨¢n los debates institucionales, pero informalmente se dise?a la estrategia del descr¨¦dito, se resuelven repartos y se plantean conflictos. D¨ªas atr¨¢s, Zaplana se encontraba con sus debilitadas huestes, ante las que mont¨® unos numeritos y mostr¨® sus mermados poderes. Zaplana representa con soltura y se dedica a hacer bolos en el caf¨¦-pol¨ªtica. Desde un escenario tan propicio a sus intereses, encandila a sus disc¨ªpulos, hasta que babean, mientras escuchan y degluten el men¨². Y Camps ha dado en lo mismo. Su austeridad se ha rendido frente al camino con que su viejo maestro y flagelo a¨²n lo seduce. Est¨¢ visto que tira m¨¢s un expr¨¦s o una carta de vinos que una yunta de cien diputados en horario de servicio. Con motivo de la ponencia del Estatuto de Autonom¨ªa, este diario nos ha contado c¨®mo presidente y ex presidente de la Generalitat, interpretaron sus respectivos papeles, en presencia de sus fieles. En los pr¨®ximos comicios, los cabezas de lista no desperdiciar¨¢n su dial¨¦ctica por un esca?o, sino por un velador: da m¨¢s juego. Por cierto que Zaplana descoloca al m¨¢s esc¨¦ptico, cuando afirma, en lo que respecta a la reforma estatutaria, que ¨¦sta se base "en la gente", pero, ?en qu¨¦ gente? ?en la suya?, y si no, ?hasta d¨®nde vamos a llegar? Justamente donde va a llegar Camps: a v¨¦rselas, cara a cara, con Pasqual Maragall, para rizar el rizo, y darle vueltas a eso de poner en pie una eurorregi¨®n del Arco Mediterr¨¢neo. Y seg¨²n parece, tras el pleno del Consell en Alicante, se curs¨® la invitaci¨®n al presidente catal¨¢n, con quien en el plazo de unos d¨ªas tambi¨¦n se entrevistar¨¢, en Morella, el secretario de los socialistas valencianos. Y fue en ese rifirrafe, cuando Camps le recomend¨® a Pla que no se moviera. Ciertamente nuestra Comunidad puede convertirse, si todav¨ªa no lo es, por pelos, no en una tierra m¨ªtica, sino en un museo de figuras de cera. Si el jefe del ejecutivo ha apostado por la par¨¢lisis, que deje a los dem¨¢s a su aire y a su marcha, sobre todo a su marcha. Este pa¨ªs tiene que echarse al camino y caminar a prisa y adelante. No pueden ni deben los protagonistas de tales farsas de caf¨¦, entregarse a enfrentamientos y guerras intestinas. No pueden ni deben dirimir sus diferencias, sobre las espaldas de una ciudadan¨ªa que se merece un destino m¨¢s pr¨®spero y esperanzador. Los dos rivales de un mismo partido, al que ya han enfangado, siguen empecinados. Pues que se larguen, con sus peloteras, a otro lugar. O esa ciudadan¨ªa, harta de tanto exceso, concluir¨¢ por prohibirles el paso a las urnas. Se lo tienen m¨¢s que ganado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.