Siguen los gritos racistas y la plaga de lesiones
La veterana pe?ista local midi¨® de un vistazo el reflejo de una bengala roja en un callej¨®n de Riazor. Escuch¨® atentamente el jaleo, encendi¨® un pitillo, y emiti¨® un dictamen de pitonisa: "Cuando la calle est¨¢ as¨ª gana el Depor". Faltaba una hora para el partido y la multitud llenaba los bares aleda?os al estadio. Las sensaciones colectivas, la taumaturgia, el misticismo, son cosas que Galicia lleva muy adentro. Desde 1991 el Madrid no gana en Riazor. Una tras otra, hasta 12 veces se hab¨ªa estrellado en el viejo estadio coru?¨¦s.
El huevo que le lanzaron a Beckham la v¨ªspera del encuentro es una an¨¦cdota folcl¨®rica y un ¨ªndice de falta de respeto por ciertas deidades de la globalizaci¨®n. En el estadio, sin embargo, se lleg¨® al insulto. Al cuarto de hora del encuentro, Roberto Carlos se dispon¨ªa a sacar de banda, pero no lo hizo. En ese momento, Losantos, el ¨¢rbitro, se dirigi¨® al lado contrario del campo para advertir al delegado de campo que grupos minoritarios de la grada ofend¨ªan al jugador con gritos que trataban de imitar el sonido de un mono."Rogamos a los espectadores que traten con respeto a todos los jugadores, sea cual sea su raza", gritaron los altavoces.
Ahora el deportivismo es religi¨®n. Y la feligres¨ªa se alimenta del rechazo al color blanco porque es el s¨ªmbolo de los obst¨¢culos hist¨®ricos que se ha propuesto derribar este equipo de talante subversivo.
Ya mientras corr¨ªa el autob¨²s del Madrid hacia el avi¨®n, el viernes por la tarde en Barajas, se percib¨ªa que los jugadores y el cuerpo t¨¦cnico ten¨ªan un aire feliz pero resignado. Frases como: "Es en la primera mitad de la Liga cuando las cosas se pusieron complicadas", o "con siete puntos de diferencia y contra un equipo que est¨¢ jugando as¨ª es muy dif¨ªcil [ganar el campeonato]" recorr¨ªan el grupo. Con este talante reflexivo y sereno lleg¨® el Madrid a A Coru?a. Tal vez, no era el mejor esp¨ªritu para afrontar un choque contra un adversario inflamado de belicosidad. Al menos ayer.
Tan bien funcion¨® el Depor que antes de quince minutos ya se hab¨ªa adelantado. Mauro, que jug¨® su ¨²ltimo partido contra el Madrid, campaba inflando el pecho: nunca hab¨ªa perdido este duelo y ya nunca lo perder¨¢. Zidane nunca lo hab¨ªa ganado y ayer apenas pudo intentarlo. Desde el minuto 27 descans¨® en el banquillo por problemas musculares , baja que se une a la plaga de lesiones que arrastra el Madrid y que despu¨¦s se vio aumentada con la de Ra¨²l Bravo. Tanto Zidane como Ra¨²l Bravo son duda para el partido del mi¨¦rcoles en Sevilla frente al Betis.
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