Luz y taqu¨ªgrafos en la evaluaci¨®n
Poco se ha divulgado la informaci¨®n aparecida en la red sobre estad¨ªsticas de la Comisi¨®n Nacional de Evaluaci¨®n de la Actividad Investigadora (CNEAI) del profesorado universitario y cient¨ªficos del Consejo Superior de investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Tal vez se deba a la dificultad de acertar con el notable l¨ªo en el que uno se sumerge al acceder a la (s) p¨¢gina (s) del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. Las nuevas estad¨ªsticas presentan los resultados desde la primera evaluaci¨®n de 1989 hasta la de 2002.
Aunque no se trata de una radiograf¨ªa de la calidad de las Instituciones, no cabe duda de que s¨ª es una importante referencia sobre las mismas que, cuando vaya siendo conocida, tendr¨¢ un fuerte impacto hacia fuera; saber qu¨¦ universidades obtienen los resultados mas brillantes en unas u otras ¨¢reas de conocimiento puede orientar a los usuarios (estudiantes, empleadores y demandantes de servicios de investigaci¨®n). Y tambi¨¦n un impacto hacia dentro orientando a las Administraciones en sus ¨¢mbitos competenciales. Esta es una base de datos que permite fundamentar pol¨ªticas de personal, valorar algo tan clave como la capacidad formativa de los grupos o dise?ar programas a partir de las tendencias operadas en la calidad de las distintas ¨¢reas.
Una evaluaci¨®n formal como esta no permite ser aplicada eficazmente para detectar la excelencia; ser¨ªa impropio. El sistema busca reconocer la solvencia con criterios conocidos que cada comunidad puede aceptar porque los detecta como propios y los considera homologables con los de colegas de otros pa¨ªses m¨¢s avanzados en la materia. Los criterios son modulados por comisiones de evaluaci¨®n que nombra la CNEAI para cada grupo de ¨¢reas, que son muy m¨®viles (renovables anualmente por mitades) y que est¨¢n constituidas por investigadores que cumplen sobradamente con lo que tienen que exigir a los candidatos de cada a?o. As¨ª se ha consolidado este proceso que ha sido positivamente comentado por organismos y revistas cient¨ªficas de relevancia internacional.
Es evidente que algunas ¨¢reas ten¨ªan una copiosa y competitiva productividad a finales de los a?os ochenta y la mayor¨ªa de los investigadores alcanzaba con creces el list¨®n propuesto por la CNEAI, pero no es menos cierto que en otras ¨¢reas no era as¨ª. Pues bien, los datos muestran que en la actualidad, en muchas de ¨¦stas el panorama se ha homologado de forma espectacular. Ciertamente queda un porcentaje minoritario de profesores que no se han querido someter a evaluaci¨®n y un n¨²mero comparable de ellos que no han sido positivamente evaluados en ninguno de los per¨ªodos sometidos (un 30% en total entre ambos grupos). Con todo, esto es un buen resultado y no se reparte caf¨¦ para todos.
En un pa¨ªs donde todav¨ªa la calidad de los servicios deja que desear, el hecho de la propia evaluaci¨®n efectuada por la CNEAI y sus resultados pone de relieve varios aspectos. El primero, que la actual Administraci¨®n ha optado por divulgar los datos, luz y taqu¨ªgrafos; esto parece una buena decisi¨®n que los ciudadanos agradecer¨¢n y probablemente har¨¢ mejorar el servicio. El segundo que la comunidad cient¨ªfica espa?ola (profesorado e investigadores del CSIC) ha aceptado ser evaluada en un proceso riguroso; esto desgraciadamente no puede ser sostenido por otros sectores y servicios que tambi¨¦n son cr¨ªticos para la modernizaci¨®n de este pa¨ªs.
El tercero que el resultado muestra una comunidad cient¨ªfica de calidad cada vez m¨¢s homologable a la de los pa¨ªses del entorno, por cierto mucho mejor financiados. El cuarto que se confirma que algunas de las tan temidas decisiones valientes (dif¨ªciles) en pol¨ªtica no siempre fracasan y desde luego, cuando son justas, dan credibilidad al sistema y propician el mayor respeto a la acci¨®n pol¨ªtica. El quinto (y no hay quinto malo, creo que dicen), que dada la continuidad desde 1989 con que se ha realizado cada a?o el proceso evaluador, la actividad de la CNEAI est¨¢ afortunadamente consolidada y ha sido objeto de un pacto t¨¢cito entre las fuerzas pol¨ªticas por el que muchos, much¨ªsimos cient¨ªficos se felicitan.
Ana Crespo es catedr¨¢tica de Bot¨¢nica de la UCM y miembro de la CNEAI entre los cient¨ªficos nombrados por el Gobierno.
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