Mois¨¦s, en el Supremo
El m¨¢s alto tribunal de EE UU debate otra vez la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado
?Es constitucional que haya monumentos o testimonios en suelo p¨²blico dedicados a los Diez Mandamientos? La separaci¨®n de la Iglesia y el Estado que se desprende de la Primera Enmienda de la Constituci¨®n ("El Congreso no legislar¨¢ respecto al establecimiento de una religi¨®n...") es clara, pero deja espacio para interpretaciones, especialmente en un pa¨ªs con una presencia tan fuerte de la religi¨®n desde sus or¨ªgenes como Estados Unidos.
El Tribunal Supremo escuch¨® el mi¨¦rcoles argumentos a favor y en contra de la exhibici¨®n de monumentos en Tejas y Kentucky relacionados con los Diez Mandamientos. Los magistrados dieron pistas sobre lo que piensan, pero no est¨¢ claro a¨²n si el fallo del Supremo se ce?ir¨¢ a los dos casos o podr¨¢ resolver de una vez por todas el debate.
Los casos son distintos: en los jardines del Capitolio de Austin, capital de Tejas, hay una representaci¨®n de los Diez Mandamientos junto a otras 16 esculturas, ninguna de ellas inspiradas en motivos religiosos; un tribunal ha denegado la petici¨®n de eliminar el monumento. En Kentucky, dos juzgados instalaron reproducciones de los diez preceptos; un tribunal lo prohibi¨®, y ahora los juzgados tratan de esquivar el fallo a?adiendo documentos hist¨®ricos no religiosos.
Los jueces no s¨®lo escucharon a los que quieren que se eliminen los s¨ªmbolos -porque entienden que su exhibici¨®n equivale a la imposici¨®n del monote¨ªsmo y viola la Primera Enmienda- y a los que luchan para mantenerlos -porque defienden que se trata del reflejo del papel de la religi¨®n judeo-cristiana en la fundaci¨®n de EE UU- sino que expusieron sus puntos de vista. Bajo un friso de la sala del Supremo en el que nada menos que est¨¢ el propio Mois¨¦s con las tablas de la Ley -junto a otros 17 juristas como Confucio, Hammurabi, Justiniano, Carlomagno y Napole¨®n- los magistrados se dividieron: el conservador Antonin Scalia dijo que los Diez Mandamientos son "un s¨ªmbolo de que la autoridad para gobernar procede de Dios". "Pero ¨¦se es un mensaje profundamente religioso", objet¨® Edwin Chemerinsky, que representa al querellante. "S¨ª, es un mensaje profundamente religioso, pero compartido por una amplia mayor¨ªa de la gente
y yo creo que la minor¨ªa deber¨ªa ser respetuosa de la opini¨®n de la mayor¨ªa", contest¨® Scalia, con la aquiescencia de otro conservador, Anthony Kennedy, que hace pi?a con Clarence Thomas y con el William Rehnquist.
Para un par de magistrados progresistas -David Souter y Ruth Ginsburg- "el mensaje de Tejas es que hay monumentos, incluidos algunos religiosos, dignos de veneraci¨®n". Los Diez Mandamientos no deber¨ªan estar al lado de otras representaciones, como las de los veteranos o los pioneros. Stephen Breyer, que suele votar con ellos dos y con Paul Stevens, dijo que "es muy dif¨ªcil generalizar", y el tribunal "deber¨ªa decidir caso por caso".
En 1980, el Supremo prohibi¨® la exhibici¨®n del Dec¨¢logo en las escuelas de Kentucky y, por extensi¨®n, en las de todo el pa¨ªs, pero luego permiti¨® manifestaciones religiosas como las im¨¢genes de Santa Claus y los nacimientos en Navidad o las menorahs, los candelabros jud¨ªos, en Hannuk¨¢. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ con Tejas y Kentucky? La soluci¨®n, o soluciones, en julio.
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