Luces del mal
Bernard-Marie Kolt¨¨s (Metz, 1948-Par¨ªs, 1989) tiene el aura de los artistas que mueren j¨®venes y en la cima del ¨¦xito. Hizo una carrera teatral mete¨®rica, gracias a que Patrick Ch¨¦reau se cruz¨® en su vida en el momento oportuno. Es el sue?o de cualquier autor: que un genio de la direcci¨®n se le aparezca y le conceda tres deseos. A Maeterlinck se le apareci¨® Lugn¨¦-Poe; a Ch¨¦jov, Stanislavski; a Tennessee Williams, Elia Kazan. "Su teatro no se parece a nada conocido, a ning¨²n autor que yo haya podido montar, ni siquiera a Genet, aunque a veces me haga pensar en ¨¦l", explicaba Patrick Ch¨¦reau con motivo del estreno de En la soledad de los campos de algod¨®n. Los protagonistas de esta obra, un peque?o traficante y un cliente violento que est¨¢n a punto de acuchillarse en un callej¨®n oscuro, filosofan como dos ilustrados. Genet hab¨ªa disociado el lenguaje de quien lo habla en Splendid's, donde una banda de g¨¢nsteres compiten en elocuencia con Rimbaud y Verlaine.
En Roberto Zucco, su ¨²ltima pieza, Bernard-Marie Kolt¨¨s sigue jugando a las disonancias. Su protagonista, un psic¨®pata joven, fan¨¢tico de los uniformes, habla del crimen con lirismo, y califica de asesinos a los dem¨¢s. El autor lo retrata con un halo ¨¦pico: "Los h¨¦roes son criminales", dice Zucco. "No hay h¨¦roes cuya ropa no est¨¦ manchada de sangre y la sangre es la ¨²nica cosa en el mundo que no puede pasar desapercibida. Cuando todo sea destruido y la niebla del fin de los tiempos cubra la tierra, quedar¨¢n las ropas manchadas de sangre de los h¨¦roes".
"En Roberto Zucco, Kolt¨¨s
acu?a una met¨¢fora implacable: el mundo es una c¨¢rcel, despu¨¦s de un muro hay siempre otro muro. S¨®lo se puede escapar hacia arriba, hacia lo alto", escribe Llu¨ªs Pasqual, que est¨¢ dirigi¨¦ndolo en el Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN). "En este fulgurante poema, Kolt¨¨s ha conseguido crear el ¨²ltimo gran personaje del teatro contempor¨¢neo". La obra est¨¢ inspirada en hechos reales. Su autor vio en febrero de 1988 en el metro de Par¨ªs un anuncio de "busca y captura" con cuatro fotos de un tal Roberto Succo (con "s"). "Su cara me fascin¨®", escrib¨ªa entonces en Le Monde. "Poco despu¨¦s volv¨ª a verlo en televisi¨®n: reci¨¦n encarcelado, se escapaba de entre las manos de sus guardianes, sub¨ªa a lo m¨¢s alto del tejado de la prisi¨®n y desde ah¨ª desafiaba al mundo". Succo (1962-1988), nacido en Italia de un polic¨ªa y de una costurera, mat¨® a sus padres cuando ten¨ªa 19 a?os. Fue internado en un psiqui¨¢trico, del que acab¨® fug¨¢ndose. Entre abril de 1987 y enero de 1988, cometi¨® otros cinco asesinatos, a los que hay que sumar varios secuestros y violaciones, todos en Francia. "El asesino de la luna llena", le llamaba la polic¨ªa. Un mes m¨¢s tarde le detuvieron. "Tras el espect¨¢culo de los tejados, fue recluido en un psiqui¨¢trico y se suicid¨®", relataba Kolt¨¨s, admirado. "Es un personaje m¨ªtico, un h¨¦roe como Sans¨®n o Goliat, prodigios abatidos finalmente por una pedrada o por una mujer". Pascale Froment, autora de un libro sobre el Succo real, opina que Kolt¨¨s estaba fascinado hasta la identificaci¨®n.
Kolt¨¨s no escribi¨® esta obra para Ch¨¦reau. "Prefer¨ªa que la dirigiese otro", recuerda ¨¦ste. "Se la ofreci¨® a Luc Bondy, pero finalmente la mont¨® Peter Stein, en la Schaub¨¹hne de Berl¨ªn". El estreno en Francia fue m¨¢s que accidentado. La viuda y los hijos de un polic¨ªa de Chamb¨¦ry asesinado por Succo, apoyados por los sindicatos, consiguieron que se anularan las representaciones en esta ciudad, por m¨¢s que el director Bruno Bo?glin se esforzara en subrayar que la obra es "una ficci¨®n y no una cr¨®nica de sucesos".
En 1993, Llu¨ªs Pasqual mont¨® Roberto Zucco en las ruinas del Palau de la Agricultura, de Barcelona, para echar a andar simb¨®licamente el proyecto del nuevo Lliure. Luego la dirigi¨® Jes¨²s Salgado en Madrid.
La primera escena de Roberto Zucco es un homenaje a Hamlet, tejido a la manera de Tom Stoppard: dos guardias carcelarios patrullan y filosofan en medio de la noche cuando, de improviso, aparece el protagonista caminando sobre la divisoria de aguas de los tejados, como el son¨¢mbulo de El gabinete del doctor Caligari.
Roberto Zucco. Madrid. Teatro Mar¨ªa Guerrero. Del 17 de marzo al 24 de abril.
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