La perfecci¨®n de Durero llega al Prado
"Conf¨ªo en una soluci¨®n", declara Zugaza sobre las cinco obras que s¨®lo se ver¨¢n hasta el 4 de abril
"Es una colecci¨®n para quitar el aliento", afirm¨® ayer Klaus Albrecht Schr?der, director del Museo Albertina, de Viena, en la presentaci¨®n de los 57 dibujos y 29 estampas que ha prestado al Museo del Prado para la exposici¨®n Durero. Obras maestras de la Albertina, que se abre al p¨²blico el pr¨®ximo martes. El director del Prado, Miguel Zugaza, present¨® a Alberto Durero (Nuremberg, 1471-1528) como "el m¨¢s excelente dibujante de todos los tiempos" y los elogios se sucedieron por la perfecci¨®n del artista y la ocasi¨®n ¨²nica de contemplar unas obras que salen por primera vez de Austria. Zugaza conf¨ªa en que todas se puedan ver hasta el 29 de mayo, incluidas las cinco (entre ellas Liebre) que, por decisi¨®n de Viena, s¨®lo se expondr¨¢n hasta el 4 de abril.
"Creo que se va a solucionar", declar¨® Miguel Zugaza antes de comenzar la rueda de prensa sobre la presentaci¨®n de la exposici¨®n Durero. Obras maestras de la Albertina, que ser¨¢ inaugurada el lunes por los Pr¨ªncipes de Asturias. El montaje incluye 86 obras procedentes del museo vien¨¦s y las cuatro pinturas que tiene el Prado: Ad¨¢n, Eva, Autorretrato y Retrato de personaje desconocido, que se intercalan en el recorrido tem¨¢tico de las salas. La muestra est¨¢ patrocinada por la Fundaci¨®n Winterthur y cuenta con la colaboraci¨®n del Consorcio Tur¨ªstico de Madrid.
La ¨²nica pieza que no ha viajado ha sido Hierbas -que figuraba en el contrato de pr¨¦stamo entre los dos museos-, por decisi¨®n de las autoridades austriacas, que tambi¨¦n han decidido que las obras Liebre, Ala de carraca, Carraca muerta, Virgen con animales y Estudio para la cabeza de un anciano s¨®lo permanezcan hasta el 4 de abril por su delicado estado de conservaci¨®n.
Medidas excepcionales
Los directores de los dos museos se refirieron a los problemas surgidos en Viena con el traslado de las obras de Durero al Prado, los permisos necesarios y las condiciones de su exhibici¨®n. "Sinceramente, nuestro ¨²nico deseo es celebrar el aniversario de Durero el 29 de mayo", declar¨® Miguel Zugaza, tras agradecer la generosidad y confianza de la Albertina en un proyecto que ha superado "muchas dificultades, aunque queda alg¨²n cabo por atar". Se?al¨® que la limitaci¨®n de fechas de las cinco obras depende de "criterios estrictamente t¨¦cnicos", y expres¨® su confianza en que "las medidas excepcionales" en el montaje consigan que puedan permanecer hasta la fecha prevista. "Estamos muy cerca de resolver este problema".
Klaus Albrecht Schr?der asumi¨® la "responsabilidad ¨²ltima" de las decisiones de la Oficina de Protecci¨®n del Patrimonio Nacional sobre la falta de permisos para la salida de las obras a Madrid, que habitualmente los tramita la agencia especializada de transportes. Se?al¨® que a partir de ahora la Albertina se encargar¨¢ de realizar todas las gestiones para sus pr¨¦stamos de obras y traslados. "Lo m¨¢s importante es que para esta exposici¨®n tenemos todos los permisos y ahora se trata de conseguir convencer a las autoridades de que la iluminaci¨®n del Prado es la mejor posible y se puedan mostrar durante toda la exposici¨®n".
La decisi¨®n de no prestar la acuarela Hierbas se debe, seg¨²n el director de la Albertina, a que en Viena "hubo peque?os desacuerdos sobre las reacciones de la obra a las condiciones de transporte". Afirm¨® que el ¨²nico problema de Liebre es la iluminaci¨®n, que puede afectar a la conservaci¨®n de la obra, a pesar de los avances t¨¦cnicos de los ¨²ltimos cinco a?os. El Prado expone dibujos y grabados por debajo de la iluminaci¨®n permitida. En la muestra de Durero las obras est¨¢n a 40 luxes, y en el caso concreto de Liebre se ha reducido a 25.
Si para el director del Prado conseguir a Durero es tener un "museo ideal", un Durero con "manos de orfebre, ojos de cient¨ªfico y coraz¨®n de artista", el Leonardo del Norte, el comisario de la exposici¨®n, Jos¨¦ Manuel Matilla, jefe del Departamento de Dibujos y Grabados del Prado, pidi¨® la ayuda de un poeta para describir el "momento estelar" de cada obra maestra de Durero. "Es un lujo que no volveremos a repetir". Matilla se?al¨® el absoluto dominio de la t¨¦cnica y el orgullo de ser artista en el autorretrato que hace a los 13 a?os (1484), con el que comienza el montaje, planteado como un viaje de Nuremberg a Italia y los Pa¨ªses Bajos, como su propia biograf¨ªa.
En las distintas salas -las majas de Goya y sus grandes retratos se han desplazado a la galer¨ªa central- aparecen los dibujos y grabados, junto con las cuatro pinturas del Prado, con los temas que se repiten en su vida. El viaje, seg¨²n Matilla, comienza en Italia, con los grandes maestros de su ¨¦poca, ciudades y mujeres venecianas, para enlazar con el paisaje, el estudio de la naturaleza, las vistas de ciudades, en las que parte de la realidad para reelaborar las obras en su estudio.
En las series religiosas, Durero es un renovador que transforma la tradici¨®n en las nuevas im¨¢genes de devoci¨®n. En otra sala se juntan la Albertina y el Prado, con las tablas de Ad¨¢n y Eva al lado de otros estudios de desnudos, que se vuelve a repetir con los retratos, de amigos, familiares y la imagen de propaganda del poder en Maximiliano I, con un regreso final a las vistas de ciudades sin recurrir al color, como el cierre de la muestra con el puerto de Amberes, de 1520.
El ojo de la liebre
En el ojo de la liebre pintada por Durero se reflejan las dos ventanas del estudio del artista. El visitante podr¨¢ comprobar de cerca las pinceladas de esta aguada de colores de 1502, que se expone en una caja climatizada y con iluminaci¨®n baja. Es la liebre m¨¢s reproducida de la historia del arte, que compite con el beso de Klimt, tambi¨¦n en Viena, un humilde animal que se ha convertido en la imagen de la exposici¨®n del Prado y de su cat¨¢logo. En la misma sala se encuentran otras piezas sobre pergamino, como Ala de una carraca y Carraca muerta, que despiertan la admiraci¨®n por la perfecci¨®n de las plumas, como ocurre con las plantas y ¨¢rboles. Otras obras son muy difundidas, como el grabado a buril Melancol¨ªa I y la soledad del Patio del castillo de Innsbruck, una aguada de colores con toques de pigmentos opacos.
El recorrido sigue a Durero (con su logo como firma) en el aprendizaje, la recreaci¨®n de la naturaleza, el arte de la estampa, las im¨¢genes de devoci¨®n, el desnudo y la proporci¨®n del cuerpo, el dibujo y la pintura, los retratos, el emperador Maximiliano I y la reforma de Lutero. La visita (venta anticipada en 902 40 02 22 y www.museoprado.es) se puede seguir con audiogu¨ªa (3 euros) y en charlas del ¨¢rea de educaci¨®n. Para mayores estudios, el cat¨¢logo (30 euros en r¨²stica) ofrece estudios de Klaus Albrecht Schr?der, Ernst Rebel y Pilar Silva, y en un ciclo de conferencias.
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