Brasil aprueba investigar con c¨¦lulas madre y comercializar transg¨¦nicos
De nada ha servido el rechazo del presidente del Parlamento brasile?o, el cat¨®lico tradicionalista Severino Cavalcanti, ni la oposici¨®n de una parte de los 62 diputados evang¨¦licos. Tampoco ha tenido efecto la condena de la Conferencia Episcopal de Obispos Cat¨®licos. El Congreso de Brasil, con 352 votos a favor, 60 en contra y una abstenci¨®n, acaba de aprobar un proyecto de ley que autoriza el uso de c¨¦lulas madre embrionarias humanas. Tambi¨¦n ha aprobado la Ley de Bioseguridad que permite la producci¨®n y comercializaci¨®n de productos transg¨¦nicos.
Decenas de minusv¨¢lidos, algunos en silla de ruedas, asistieron en el Congreso a la votaci¨®n sobre las c¨¦lulas madre. Cuando se anunci¨® el resultado positivo del voto se tomaron de la mano, gritaron, lloraron y entonaron emocionados el himno nacional.
La nueva ley, que deber¨¢ ser refrendada por el presidente de la Rep¨²blica, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, autoriza el uso de embriones humanos para investigaciones m¨¦dicas con c¨¦lulas madre, aunque por el momento podr¨¢ ser usado s¨®lo cuando el material lleve tres a?os congelado. Antes de dicho uso, los m¨¦dicos necesitar¨¢n la autorizaci¨®n de los familiares y de un comit¨¦ de ¨¦tica. Queda prohibida la venta de embriones para cualquier uso.
Ley de Bioseguridad
M¨¢s pol¨¦mica ha sido la aprobaci¨®n de la Ley de Bioseguridad, que permite de ahora en adelante la investigaci¨®n, cultivo, almacenamiento y exportaci¨®n de transg¨¦nicos, u organismos gen¨¦ticamente modificados (OGM). La derrotada en este caso ha sido la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, que siempre se hab¨ªa opuesto a la aprobaci¨®n de la ley, y sobre todo a que sea el reci¨¦n creado Consejo Nacional de Bioseguridad (CNBS), ligado a la Presidencia de la Rep¨²blica, quien decida las pol¨ªticas sobre el tema. Con la nueva ley, los ministros pierden la prerrogativa de vetar una decisi¨®n de la CNBS, aunque pueden recurrir a un consejo formado por 11 ministros, siempre que no se trate de cuestiones ambientales.
La ley abre nuevas perspectivas comerciales, aunque tambi¨¦n crea el peligro de que el Gobierno pueda abrir la mano a nuevas deforestaciones para aumentar la superficie cultivada de cereales y pastos.
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