Instrucciones para cin¨¦filos
?ste pretende ser un art¨ªculo memor¨ªstico, y quiz¨¢ memorable, ya que pertenece al subg¨¦nero Hagamos Ejercicio con el Cerebro, como bien saben quienes no han olvidado que me leen. Yo hago tanta gimnasia como puedo con el dicho m¨²sculo situado entre orejas. Y, cuando se me ocurre un nuevo y placentero m¨¦todo, me apresuro a comunic¨¢rselo a ustedes, si es que me acuerdo. Lo cual me vale bonitas cartas de profesionales de la medicina, anim¨¢ndome a seguir por tan ejemplar camino.
Bien, la inspirada lecci¨®n de hoy va dedicada especialmente a los cin¨¦filos de fuste, condici¨®n en la que, por cierto, cualquiera puede iniciarse mientras tenga salud y dos dedos de frente. Y la dedico tambi¨¦n a la memoria de Thelma Ritter, enseguida ver¨¢n por qu¨¦ (y qui¨¦n fue, para aquellos a¨²n no iniciados, aunque es de esperar que no del todo v¨ªrgenes).
Consiste la cosa -mis instrucciones- en rehacerse y mejorarse el medio ambiente familiar, amistoso e incluso del sector servicios, y no mediante operaciones quir¨²rgicas, sino sustituyendo virtualmente a sus integrantes por personajes de la ficci¨®n cinematogr¨¢fica que fueron inmortalizados por nuestros actores y actrices de car¨¢cter favoritos (nunca secundarios, porque el hecho de que nosotros ocupemos el centro de nuestra acci¨®n no quiere decir que ellos no ocupen el centro de la suya). De ah¨ª mi menci¨®n a Thelma la ?nica (mucho mejor que la que iba con Louise: otra cosa, m¨¢s que nada), de quien este a?o conmemoramos (los no olvidadizos, pero s¨ª agradecidos) el centenario de su nacimiento, en Brooklyn, Nueva York. ?D¨®nde iba a ser, si no?
Vayamos por partes. Empecemos por hurgar en nuestro pasado en busca de ?una madre! Si la quieren ?o?a pueden ir a por Greer Garson en La se?ora Miniver, pero a estas edades a m¨ª me vendr¨ªa muy cuesta arriba tolerar, adem¨¢s de los rezos de Bush Jr., tanta dulzura gringa. Nada como una malvada, que espabila mucho. Y dado que Alfred Hitchcock puso el list¨®n de madres muy alto, me entra un dudar entre Leopoldine Konstantin, la nazi progenitora del nazi Claude Rains (despierta en mitad de la noche: "?Lo sab¨ªa! Te enga?a con ese americano, ?no es cierto?", mientras enciende un cigarrillo), o Louise Latham en Marnie la ladrona, venga a recordar, la pobre, c¨®mo se tiraba a un marinero tras otro, en su pasado-put¨®n, raz¨®n por la cual su hija Tippi Hedren, futura madre a su vez de Melanie Griffith, se hab¨ªa vuelto un¨¢nimemente fr¨ªgida.
En cuanto al eje hermana-cu?ado, creo que mis predilectos son Phyllis Calvert-Cecil Parker en Indiscreta, divertida comedia rom¨¢ntica de adultos, dirigida por Stanley Donen y protagonizada por Cary Grant e Ingrid Bergman.
Tenemos, pues, una unidad familiar de m¨ªnimos para ir tirando con cierta gracia (en lo que a m¨ª respecta, paso de figura paterna y, en cuanto a animalitos dom¨¦sticos, los prefiero reales), con lo cual ya podemos dedicarnos a lo interesante: el servicio de auxilios cercanos, lo que incluye amas de llaves, asistentas, masajistas rehabilitadoras y personal de bares. Solventado el ¨²ltimo apartado echando mano de los camareros y barmans que aparecen en la filmograf¨ªa completa de Blake Edwards (pero no la mucama de Ten, que soltaba terribles ventosidades), podemos concentrarnos en Thelma Ritter. La m¨¢s tierna, ¨¢cida, c¨¢ustica y en absoluto sosa, lista, afilada y simp¨¢tica de las damas de compa?¨ªa (y eso comprende las compa?¨ªas teatrales, como bien demostr¨® pinchando pelucas y egos en Eva al desnudo).
Nadie se puso en jarras como Thelma Ritter, bien le tocara limpiar el apartamento de un playboy como Tony Curtis en Boeing, Boeing o de una p¨¢nfila como Doris Day en Confidencias a medianoche (para lo cual su personaje, Alma, inger¨ªa previamente un litro de vodka, y es de comprender). Y nadie dio mejores friegas y lecciones de sentido que la querida dama que hoy cumple cien a?os en La ventana indiscreta. Muri¨® con 64 a?os, de un infarto; fue nominada siete veces al Oscar y siempre se lo arrebat¨® otra.
(Nota: juro que este art¨ªculo ha sido escrito sin consultar libros ni webs, que yo recuerde).
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