Dos bandos irreconciliables sin perder la compostura
Nadie pensar¨ªa que se juegan 14 a?os de c¨¢rcel. La gran mayor¨ªa de los 33 acusados de pertenecer a ETA a trav¨¦s de las organizaciones juveniles Jarrai, Haika y Segi se pasan la mayor parte del juicio entre risas y gestos de complicidad con los familiares y amigos que est¨¢n entre el p¨²blico.
Tambi¨¦n saludan alborozados a los testigos afines: parlamentarios de Sozialista Abertzaleak (SA), ex dirigentes de ETA encarcelados o procesados en otros sumarios contra el entorno de la banda. No se aprecia por ning¨²n lado preocupaci¨®n por la gravedad de la situaci¨®n. Festejan todas las ocurrencias e iron¨ªas de sus compa?eros sin advertir de que su vida puede cambiar significativamente en pocos d¨ªas y por mucho tiempo.
"Todo esto es duro, pero yo he hablado con mi hijo Igor y lo tiene asumido. De hecho, a ¨¦l le gusta la pol¨ªtica y tiene madera, ya en su momento me dijo: 'Todos los grandes pol¨ªticos han pasado por la c¨¢rcel, aita' (padre). Han crecido personalmente mucho en estos cuatro a?os y nosotros con ellos". Quien habla, en euskera, es Koldo Ortega, un profesor de instituto en Hondarribia (Guip¨²zcoa) que el viernes pudo celebrar la salida de prisi¨®n de su hijo, acusado de integraci¨®n en organizaci¨®n terrorista y reci¨¦n licenciado en Sociolog¨ªa. Los 16 que se encuentran en libertad provisional -a excepci¨®n de una de ellas, Amaia Maestre, que se ha desmarcado del grupo- llevan camisetas rojas con un eslogan en euskera que reza En defensa de los derechos civiles y pol¨ªticos. La juventud siempre adelante.
Se pasan caramelos y agua en los descansos y extreman el colegueo con los abogados. El viernes, con el auto de excarcelaci¨®n a¨²n caliente, la salida de la pecera de seis de ellos fue una fiesta. Mientras, en los bancos en donde se apretaban los seguidores de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo, que ejerce la acci¨®n popular, dos mujeres entradas en a?os dec¨ªan: "Mira c¨®mo se r¨ªen ¨¦sos". Junto a ellas, perfectamente organizados, sus seguidores llevan camisetas azules con una bandera espa?ola en el pecho y, en letras blancas, el lema Memoria, dignidad, justicia. Todos contra ETA.
Dos mundos extremos, casi irreconciliables y separados por un abismo que pese a todo no provoca encontronazos en la sala de vistas. A¨²n restan varias semanas de convivencia a la fuerza.
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