Espa?a da el salto

Se desesperaba, no se gustaba. Hasta que a la cuarta, Lino Mart¨ªnez salt¨® 8,37 m. Y empez¨® a gritar. Su su dentadura a dar destellos y sus brazos a agitarse; hab¨ªa establecido la mejor marca del a?o y el oro era suyo. "S¨®lo firmo el oro, est¨¢ en mis piernas", repet¨ªa. El metal m¨¢s preciado le lleg¨® a Espa?a al final, cuando todas las estrellas hab¨ªan pasado por caja. La v¨ªspera el saltador del origen cubano despuntaba como visionario adem¨¢s de funambulista del aire, convencido de que las medallas se cotizaban a m¨¢s de 8,30 m. Lo dec¨ªa con el criterio de su bronce en Atenas, de aquel salto de 8,32. Cumpli¨®.

Lino Mart¨ªnez (La Habana, Cuba; 27 a?os) entr¨® ayer en el restringido c¨ªrculo de los atletas reconocidos. "Cualquiera firmar¨ªa un salto as¨ª en un Mundial; a ver si as¨ª me surge ahora un patrocinador, porque siendo campe¨®n europeo y bronce ol¨ªmpico..." se reivindic¨®. Pese a su tercer puesto en Atenas, a Lino Mart¨ªnez apenas le reconocen por la calle; tan s¨®lo en un restaurante de comida r¨¢pida le hicieron firmar en el libro de honores. Ya nada ser¨¢ lo mismo, ni tendr¨¢ que compartir piso y puede que tenga que dejar sus clases de ingl¨¦s en la Escuela Oficial de Idiomas. Por eso, cuando hizo 8,37, su entrenador, Juan Carlos ?lvarez, empez¨® a inmortalizar el instante en su c¨¢mara de v¨ªdeo. La hab¨ªa estrenado antes, con su ni?a mimada, Carlota Castrejana, que salt¨® hasta la medalla de bronce batiendo tres r¨¦cords de Espa?a. Triple salto, triple r¨¦cord.

Con 19 a?os sobresal¨ªa tanto, 1,88 metros nada menos, que la seleccionaron para disputar los Juegos de Barcelona. Cuando terminaron, Castrejana (Logro?o, 31 a?os) se dijo que botar un bal¨®n no era lo suyo y cambi¨® de deporte. Se hizo atleta e hizo sus pinitos en el salto de altura y en la longitud. Al final tom¨® una sabia decisi¨®n: el triple salto.

No le hizo falta a Lino tanto esfuerzo. La ausencia del franc¨¦s Sdiri le facilit¨® el entorchado. Coleccionista de tar¨¢ntulas y serpientes, Sdiri aterriz¨® en Madrid con la mejor marca, 8,25m, pero no super¨® la previa.

Con los mismos deseos que Lino, Carlota decidi¨® hace 13 a?os que ser¨ªa ella misma la que botara por el tam tam, la que cayese en la arena tras hacer uso de sus alargadas piernas. Nada de rebotes ni canastas de bandeja. Licenciada en Derecho e innumerables veces campeona de Espa?a de triple salto super¨® todas sus marcas: sab¨ªa que la medalla estaba m¨¢s all¨¢ de su r¨¦cord de Espa?a de 14,37m en pista cubierta. Lo super¨® por partida triple, 14,42, 14,44 y 14,45 m en sus tres ¨²ltimos saltos. "Los atletas no saltamos pensando en r¨¦cords; simplemente, me sent¨ªa c¨®moda" cont¨® aguantando las l¨¢grimas. Ayer, al ritmo de los boing que imitaban el sonido de los muelles, despu¨¦s de 13 a?os de espera, lleg¨® la recompensa en forma de presea europea. "Por fin me he acercado a lo que durante tantos a?o hab¨ªa so?ado desde que dej¨¦ el baloncesto". S¨®lo la superaron la rusa Gurova (14,74 m) y la italiana Mart¨ªnez (14,54 m).

La actuaci¨®n de Carlota no sorprende; "hay que saber esperar, el bronce es el fruto de much¨ªsimo trabajo, de las disciplinas t¨¦cnicas que, como el triple salto, son tan exigentes. Esto no se consigue de repente", dej¨® claro. S¨®lo que a la riojana la medalla le lleg¨® con m¨¢s a?os de diferencia que a su compa?ero de piel de ¨¦bano. "La vida son detalles, los detalles son momentos y los momentos son la vida", expres¨® al respecto su compa?ero de saltos. Lino Mart¨ªnez imit¨® a su media naranja en la arena espa?ola dos horas m¨¢s tarde, salt¨¢ndose todas las normas del protocolo, corriendo a abrazar a su hija, sentada entre el p¨²blico. "Pues claro, encima que ha venido desde Guadalajara... ?bueno, mi madre lleg¨® hace unos d¨ªas de Cuba!", dijo entre carcajadas.

Los mundiales de Helsinki esperan a Lino Mart¨ªnez, a quien no le gusta el t¨ªtulo de sustituto de Yago Lamela. "En absoluto, y le deseo que se recupere y vuelva a ser el que era cuanto antes", afirm¨®. Tambi¨¦n esperan a Carlota Castrejana. Helsinki espera.