Maragall asegura que no quiere ser "el presidente de la connivencia"

Pasqual Maragall convirti¨® su respuesta a Josep Piqu¨¦ en una reafirmaci¨®n del compromiso por la transparencia en la gesti¨®n de la Administraci¨®n de la Generalitat. El presidente catal¨¢n afirm¨® con rotundidad: "No quiero ser el presidente de la connivencia. No quiero ser el presidente que mira hacia otro lado". Piqu¨¦ intent¨® en vano, reiteradamente, que Maragall especificara "con un s¨ª o un no" si su alusi¨®n al 3% de hace dos semanas en el Parlamento catal¨¢n se refer¨ªa al cobro de comisiones ilegales por los Gobiernos de CiU.

La r¨¦plica de Maragall se orient¨® a rehacer las relaciones entre Gobierno y oposici¨®n.Admiti¨® que la crisis de estas dos ¨²ltimas semanas "ha hecho saltar los puentes" del di¨¢logo y se aprest¨® a rehacerlos.

Maragall: "Me hago responsable de los excesos verbales en el incidente parlamentario. Pido formalmente excusas a los ciudadanos por la parte que me toca".

Piqu¨¦: "Est¨¢ bien que pida excusas. Pero no basta. El se?or Mas

[l¨ªder de CiU, primer grupo de la oposici¨®n] est¨¢ esperando cualquier pretexto para retirar su querella. Pero usted tiene la obligaci¨®n de dar una explicaci¨®n sobre el 3%".

En el primer envite, Maragall eludi¨® responder directamente a esta exigencia del diputado del PP. Hizo una decidida reafirmaci¨®n del compromiso del Gobierno catal¨¢n con la transparencia. Record¨® que forma parte del programa de gobierno firmado por los tres partidos que componen el Ejecutivo. Y asegur¨® adem¨¢s su compromiso personal en este asunto: "Estoy comprometido a que nadie tape las verg¨¹enzas de nadie".

Para disipar las suspicacias sobre un pacto de silencio entre los partidos sobre las sospechas de corrupci¨®n, Maragall expres¨® varias veces su deseo de que tanto la Fiscal¨ªa como la comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n reci¨¦n constituida sobre este asunto aclaren todo lo que haya por aclarar. Pero insisti¨® tambi¨¦n con mucho ¨¦nfasis en que el compromiso por la transparencia s¨®lo lograr¨¢ rehacer la confianza de los ciudadanos en las instituciones y en los dirigentes pol¨ªticos si es asumido conjuntamente por todos los partidos. Si no se hace as¨ª, afirm¨®, todo lo que se haga para erradicar la corrupci¨®n "ser¨¢ visto como un intento de sacar r¨¦ditos" electorales por unos u otros.

Tanto valor atribuy¨® Maragall a su compromiso por la transparencia que lo antepuso a las reformas institucionales que se han emprendido en esta legislatura, en primer lugar la del Estatuto de Autonom¨ªa y la financiaci¨®n de la Generalitat. Sin una vida p¨²blica "decente", afirm¨®, "poco valdr¨ªan las reformas institucionales". Para disipar tambi¨¦n las suspicacias de que se hab¨ªa sometido a un chantaje formulado por Artur Mas cuando condicion¨® su participaci¨®n en la reforma del Estatuto a la retirada de la insinuaci¨®n sobre el 3%, Maragall agreg¨®: "Quiero creer que se ha desvanecido la disyuntiva entre transparencia y reforma del Estatuto. Habr¨¢ transparencia y habr¨¢ Estatuto, o no habr¨¢ nada".

Piqu¨¦ calific¨® de "positivo" que el presidente pidiera excusas por el incidente parlamentario que desencaden¨® la crisis y que hubiera "reconocido errores", pero consider¨® que con ellas no bastaba. E intent¨® ser lo m¨¢s incisivo que pudo.

Piqu¨¦: "Se lo digo mir¨¢ndole a los ojos: ?Acus¨® usted de corrupci¨®n a los anteriores Gobiernos de Converg¨¨ncia i Uni¨®? ?S¨ª o no? Si no responde, la pregunta le perseguir¨¢ siempre. Esto es como los embarazos. Se est¨¢ o no. Pero a medias, no".

Maragall: "La respuesta la dar¨¢ la Justicia y la comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria".

Piqu¨¦: "Constato que el presidente no contesta".

A pesar de que el diputado del Partido Popular no logr¨® la respuesta que demandaba a Maragall, s¨ª acept¨® el compromiso por la transparencia ofrecido por el presidente, as¨ª como su oferta de "mano tendida" para "rehacer los puentes" y "trabajar juntos" para las reformas institucionales.