Bach sin t¨®picos
Para el investigador, ensayista y poeta Ram¨®n Andr¨¦s (Pamplona, 1955) la m¨²sica de Johann Sebastian Bach (1685- 1750) es una constante fuente de inspiraci¨®n. Nunca se cansa de Bach, pero cada vez soporta menos la imagen estereotipada que retrata al genial compositor barroco como un hombre ajeno a las pasiones que, encerrado en una aburrida vida dom¨¦stica, acud¨ªa cada d¨ªa a su trabajo como si fuera un funcionario. Tras a?os de paciente labor investigadora, Andr¨¦s desmonta t¨®picos y falsedades en Johann Sebastian Bach. Los d¨ªas, las ideas y los libros (Acantilado), un ensayo ins¨®lito que, a partir del an¨¢lisis de su biblioteca personal, recrea las ideas y las lecturas que nutrieron la personalidad de Bach y su portentosa m¨²sica.
"Bach no fue ese fervoroso luterano que vivi¨® aislado del mundo y tuvo una vida dom¨¦stica gris e inalterable", afirma Ram¨®n Andr¨¦s. "Vivi¨® una ¨¦poca de grandes cambios, la ¨¦poca de Leibniz y Newton, y no fue ajeno a esos cambios de orden cient¨ªfico, religioso y teol¨®gico, al contrario, fue un m¨²sico muy curioso, con una memoria prodigiosa y gran apertura de pensamiento, capaz de absorber todo tipo de influencias e incorporarlas a su propio lenguaje musical con apabullante naturalidad".
El inventario de su biblioteca efectuado a su muerte nos remite a poco m¨¢s de ochenta vol¨²menes, en su mayor¨ªa libros teol¨®gicos y de espiritualidad comprados durante sus m¨¢s de dos d¨¦cadas en Leipzig como maestro cantor de la Escuela de Santo Tom¨¢s. "La relaci¨®n, como muchos inventarios de la ¨¦poca, debe tomarse con cautela, porque eran documentos de informaci¨®n imprecisa y con lagunas, que no inclu¨ªan libros de bajo precio pese a su posible importancia. Y tambi¨¦n se ha sugerido que un buen n¨²mero de t¨ªtulos desapareci¨® de su biblioteca antes de inventariarla".
El an¨¢lisis de esos libros y partituras, a pesar de las limitaciones apuntadas, supone un novedoso punto de partida, un pretexto para trazar un retrato de la vida y la personalidad de Bach en el que Andr¨¦s -autor de un referencial Diccionario de instrumentos musicales (Pen¨ªnsula)- filtra con rigor y sentido com¨²n una avalancha de informaci¨®n fruto de casi tres d¨¦cadas de estudio de la amplia bibliograf¨ªa bachiana existente. Andr¨¦s analiza con datos rigurosos la situaci¨®n personal y el entorno laboral de Bach en Leipzig, la ciudad que ser¨ªa su ¨²ltimo destino; la influencia de Anna Magdalena, su segunda mujer; el papel que ten¨ªan los m¨²sicos de entonces; qu¨¦ ambiente encontr¨® en la capital sajona; cu¨¢les fueron sus temores de ¨ªndole econ¨®mica o c¨®mo influy¨® en su car¨¢cter la presencia de la muerte.
La imagen familiar de Bach celebrando pl¨¢cidas veladas musicales en un hogar tranquilo es falsa, asegura Andr¨¦s, como tambi¨¦n es falsa la creencia de que en su condici¨®n de cantor de la Escuela de Santo Tom¨¢s de Leipzig encontrara el lugar id¨®neo para el desarrollo de su m¨²sica. "Bach tuvo que doblar esfuerzos y no perder aliento para mantener una casa en la que nada faltaba, pero tampoco sobraba. No muri¨® pobre, pero es sumamente revelador el hecho de que su viuda, Anna Magdalena, acab¨® apareciendo en los registros de Leipzig como Almosenfrau, es decir, una mujer que vive de la caridad", apunta Andr¨¦s.
La decisi¨®n de optar a la cantor¨ªa de Leipzig tampoco result¨® la mejor para el futuro profesional de Bach y, mucho menos, para el de Anna Magdalena, que al trasladarse a la capital sajona tuvo que renunciar a su carrera de soprano debido a la prohibici¨®n de que las mujeres participaran en la m¨²sica de iglesia. "Ni el salario ni las condiciones de trabajo fueron las que Bach esperaba: con una candidez impropia de ¨¦l, pens¨® que la m¨²sica era primordial para los patronos y el profesorado de la Escuela de Santo Tom¨¢s, cuando en realidad s¨®lo era un complemento a su educaci¨®n".
Andr¨¦s describe los espacios cotidianos, el ambiente cultural que el m¨²sico encontr¨® en Leipzig y reflexiona sobre los dramas familiares que cercaron su existencia, como la muerte de su primera esposa, Maria Barbara, y muchos de sus hijos: de los siete hijos habidos con su primera mujer s¨®lo tres le sobrevivieron; y de los trece nacidos de la convivencia con Anna Magdalena s¨®lo seis llegaron a una edad adulta. "En muchos estudios biogr¨¢ficos se nos muestra a Bach como alguien imperturbable, ajeno a la adversidad. Es una idea falsa que desmienten sus cartas y su obra, siempre se ampar¨® en su capacidad de trabajo para soportar los sinsabores, los golpes m¨¢s duros de la vida, y lo hac¨ªa con una m¨²sica que le permit¨ªa recomponer el silencio y su idea de Dios", comenta.
El libro, que incluye un uti-
l¨ªsimo anexo de compositores relacionados con Bach, analiza el poder de abstracci¨®n y condensaci¨®n del m¨²sico, su prodigiosa memoria, las influencias del pensamiento filos¨®fico de Leibniz y del principal propagador de sus ideas, Christian Wolff, que impart¨ªa lecciones en la universidad de Leipzig, donde se fraguaba un mosaico de tendencias espirituales, ideol¨®gicas y tambi¨¦n cient¨ªficas a las que Bach no fue ajeno. La posible militancia de Bach en c¨ªrculos esot¨¦ricos -diversos autores sostienen que pudo servirse del simbolismo de los Rosacruces- es para Andr¨¦s algo "m¨¢s que improbable" aunque en algunos momentos usara ingenios muy del agrado de los siglos XVII y XVIII. "No hab¨ªa matem¨¢tica ni apriorismo simb¨®lico que entrara en juego en sus imponentes improvisaciones al teclado. Hay una dimensi¨®n artesana en su obra, una humildad que lo convierte en un m¨²sico de una grandeza ¨²nica, sin rastro de vanidad ni soberbia".
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