"No puede haber desarrollo sin inversi¨®n extranjera"
En apenas cuatro d¨ªas, Carlos Mesa (La Paz, 1953) ha pasado de estar a punto de abandonar la presidencia de Bolivia ante la situaci¨®n de ingobernabilidad del pa¨ªs a colocarse al frente de una de las reformas pol¨ªticas y econ¨®micas m¨¢s importantes de la historia boliviana, contando adem¨¢s con el respaldo del Parlamento y una amplia mayor¨ªa social. Mesa se declara un defensor del indigenismo y pide realismo a la oposici¨®n para que comprenda que la inversi¨®n extranjera es indispensable para el desarrollo de Bolivia.
Pregunta. ?Qu¨¦ balance hace como protagonista de la crisis que ha vivido Bolivia esta semana?
Respuesta. Creo que el pa¨ªs ha tomado conciencia de que hay que tomar decisiones que no pueden esperar, que requieren consensos y criterios comunes independientemente de las posiciones. La Ley de Hidrocarburos, la Asamblea Constituyente y el refer¨¦ndum de autonom¨ªas son instrumentos fundamentales para fortalecer la econom¨ªa, la institucionalidad y la democracia en el pa¨ªs. Todav¨ªa hay cosas que construir y cap¨ªtulos que no est¨¢n cerrados, pero, en conjunto, siento que tengo un respaldo abrumador. El sentimiento de apoyo y solidaridad con el presidente es extraordinario.
"No podemos pensar en una naci¨®n ni ind¨ªgena ni mestiza ni blanca. Hay que pensar en un pa¨ªs multicultural y diverso"
"Es muy c¨®modo desde cualquier capital europea hablar de la teor¨ªa de derechos ind¨ªgenas sin tener en cuenta la realidad"
P. ?Qu¨¦ apoyos ha recibido durante estos d¨ªas?
R. He recibido una solidaridad extraordinaria de pr¨¢cticamente todos los presidentes suramericanos, de EE UU y de organismos multilaterales. Hace poco he recibido una llamada de Fernando Henrique Cardoso en nombre del Club de Madrid. Me siento realmente reconfortado. Quiero destacar que como presidente de la Rep¨²blica las encuestas me marcan un respaldo popular en torno al 55%, que tomando ocho de los nueve departamentos del pa¨ªs pasa del 80%. Eso se convirti¨® en una realidad conmovedora cuando present¨¦ mi renuncia.
P. Todo el conflicto parece girar en torno a la Ley de Hidrocarburos. ?Saldr¨¢ adelante?
R. Tenemos que aprobar la Ley de Hidrocarburos en el plazo m¨¢s corto posible. No lograremos unanimidad ni la esperamos. Requerimos una mayor¨ªa clara, que podemos alcanzar, para una ley que yo califico como revolucionaria porque marca una recuperaci¨®n de la fuerza del Estado. Marca un ingreso muy superior al que hemos estado recibiendo hasta ahora en impuestos, abre los espacios para la industrializaci¨®n y exportaci¨®n del gas y debe garantizar al inversionista la seguridad jur¨ªdica. No se puede plantear una cosa sin la otra. No se puede plantear un Estado fuerte y unos ingresos positivos si no se garantizan seguridad jur¨ªdica y seriedad en las reglas del juego a la inversi¨®n extranjera, que es indispensable para Bolivia. No podemos concebir el desarrollo de los hidrocarburos, ni casi de ning¨²n sector, sin inversi¨®n extranjera privada.
P. Algunos sectores, especialmente el Movimiento Al Socialismo de Evo Morales, proponen otro modelo de Estado. ?Se est¨¢ polarizando Bolivia?
R. La polarizaci¨®n no es algo que est¨¢ surgiendo ahora. La crisis de octubre de 2003 fue el producto de una naci¨®n profundamente polarizada. ?ste es un elemento clave. Ocurre que en un contexto de democracia sale a la superficie un conjunto de contradicciones muy duras que la sociedad boliviana se hab¨ªa negado a aceptar. Lleg¨® el momento en que Bolivia tiene que establecer una resoluci¨®n de esos conflictos. Una Asamblea Constituyente va a plantear visiones, a veces radicalmente diferentes, de lo que tiene que ser el pa¨ªs. Tenemos que ser capaces de realizar proyectos de Constituci¨®n que unan y que logren consensos. No podemos pensar en una naci¨®n ni ind¨ªgena, ni mestiza, ni blanca. Hay que pensar en un pa¨ªs multicultural y diverso. Es una combinaci¨®n muy dif¨ªcil, pero Evo Morales, las regiones y el presidente tenemos que entender que hay una cosa que se llama voluntad popular. Yo creo en un Estado democr¨¢tico cuyos principios y valores se basan en la democracia liberal surgida en el siglo XVIII, pero que tiene que contar con elementos de participaci¨®n e inclusi¨®n.
P. Evo Morales habla constantemente como si usted estuviera en contra de los ind¨ªgenas.
R. Voy a hacer una afirmaci¨®n categ¨®rica e inequ¨ªvoca. Yo, como presidente, como vicepresidente, como periodista, como historiador, soy un militante activo de la defensa de los pueblos ind¨ªgenas, de la necesidad de acabar con un pasado racista inaceptable y de que la Constituci¨®n del Estado refleje los derechos de los ind¨ªgenas. No acepto, ni siquiera en matiz, la posibilidad de que Morales o Felipe Quispe [dirigente sindical ind¨ªgena] pongan en cuesti¨®n la acci¨®n positiva del presidente de la Rep¨²blica en este asunto. En este aspecto soy absolutamente intransigente. El hecho de que Morales est¨¦ en este momento enfrentado conmigo le da todo el derecho a criticarme por lo que quiera, pero esa cr¨ªtica ni la acepto ni la tolero.
P. En su carta de dimisi¨®n citaba el papel desestabilizador de algunas ONG. ?A qu¨¦ se refer¨ªa?
R. Las ONG en general cumplen un papel esencial en la sociedad boliviana y mundial. En t¨¦rminos generales, creo que el trabajo que hacen es positivo para el pa¨ªs, pero hay algunas ONG extranjeras que tienen una visi¨®n idealizada -rousseauniana en algunos casos- de lo que debe hacerse con el mundo ind¨ªgena. Es muy c¨®modo desde cualquier capital europea hablar de la teor¨ªa de derechos ind¨ªgenas sin tener en cuenta la realidad. En Bolivia alrededor del 60% de los ciudadanos se considera ind¨ªgena. Me da la impresi¨®n de que esa visi¨®n utopista, idealizada, de determinadas ONG se estrella contra la realidad y a veces plantea posiciones ultrarradicales imposibles que est¨¢n generando falsas expectativas.
P. ?Va a adoptar el Estado boliviano medidas contra estas ONG?
R. Hay que hacer un an¨¢lisis en profundidad con la ley en la mano, con la Constituci¨®n, y ver si algunas ONG est¨¢n vulnerando la ley y los derechos y obligaciones que marca. Es algo que tenemos que ver.
P. ?Qu¨¦ va a existir primero en Bolivia, las autonom¨ªas o la Asamblea Constituyente?
R. Lo l¨®gico es que la Asamblea Constituyente defina a las autonom¨ªas, porque es uno de los puntos centrales del debate nacional. Pero las circunstancias pol¨ªticas que vive el pa¨ªs nos han marcado una agenda distinta que har¨¢ que el debate de las autonom¨ªas se haga a trav¨¦s de un refer¨¦ndum donde se decidir¨¢ la voluntad o no de ir a las autonom¨ªas. Aqu¨ª uno tiene que entender que lo ideal debe compartirse con la realidad. A veces la realidad te obliga a aceptar hechos que, no siendo ideales, te pueden ayudar en el camino.
P. Sobre las autonom¨ªas, y utilizando la expresi¨®n espa?ola, ?habr¨¢ caf¨¦ para todos?
R. Lo ideal ser¨ªa que los nueve departamentos tuvieran un sistema auton¨®mico, pero creo que puede haber otros dos caminos. Autonom¨ªas progresivas en la medida en que cada departamento se va preparando, y eventualmente (y es el que menos me gusta) el que haya departamentos que mantengan con el Estado una relaci¨®n como la que han tenido hasta ahora y otros que tengan autonom¨ªa. Esta ¨²ltima opci¨®n no me parece muy consistente ni coherente, pero hay una flexibilidad sobre todo porque dadas las caracter¨ªsticas de Bolivia de repente se puede plantear esa opci¨®n.
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