Lecci¨®n de arbitrariedad
Nunca se ponderar¨¢ con suficiente ¨¦nfasis la importancia de la estabilidad pol¨ªtica y la seguridad jur¨ªdica de un pa¨ªs para atraer inversiones y generar riqueza. Los inversores huyen de la arbitrariedad y de la intervenci¨®n descontrolada de los Gobiernos. Sorprende que el presidente argentino, N¨¦stor Kirchner, demuestre peri¨®dicamente que no le interesa aplicar esta lecci¨®n capital. Como ¨²ltimo ejemplo, ha exigido a las compa?¨ªas extranjeras que act¨²an como concesionarias de servicios p¨²blicos -Endesa, Repsol YPF, Telef¨®nica, Aguas de Barcelona y Gas Natural, entre ellas- que retiren las demandas presentadas ante el Banco Mundial antes de iniciar las negociaciones para descongelar las tarifas que pueden cobrar por sus servicios. ?stas reclaman 38.000 millones de d¨®lares en compensaci¨®n por las medidas de emergencia dictadas durante la crisis de 2001, y Kirchner utiliza la amenaza para librarse de las reclamaciones.
La actitud del jefe del Estado ha sido m¨¢s tosca si cabe al enfrentarse a la subida de los precios de los combustibles aplicada en Argentina por la compa?¨ªa Shell: ha pedido a los ciudadanos que no compren "ni una lata de aceite" en los establecimientos de la firma anglo-holandesa. Es un claro boicoteo desde instancias pol¨ªticas contra una empresa, inflamado adem¨¢s con argumentos demag¨®gicos.
El presidente argentino es aficionado a estas t¨¦cnicas de intimidaci¨®n. Recu¨¦rdese su visita a Madrid el a?o pasado, durante la cual acus¨® a las empresas espa?olas de preocuparse m¨¢s de negociar subidas de tarifas que de garantizar los servicios b¨¢sicos del pa¨ªs. Los bancos y las empresas espa?olas se comportan con extremada paciencia en Argentina: soportaron las consecuencias de las repetidas depresiones econ¨®micas, sufrieron pesificaciones y aceptaron congelaciones de tarifas.
Kirchner ha vulnerado otro l¨ªmite al intentar que un contencioso arbitral, que se maneja con conceptos jur¨ªdicos, resulte claramente violentado por una amenaza pol¨ªtica. Esta clase de conductas destruye la seguridad jur¨ªdica de un pa¨ªs y ahuyenta la inversi¨®n. Argentina acabar¨¢ pagando la prima de riesgo de la arbitrariedad. Ya no basta con disculpar estos arranques como "mensajes para consumo interno". El l¨ªder argentino se est¨¢ jugando el bienestar de los ciudadanos que dice defender; y todo porque, en lugar de articular una estructura econ¨®mica y fiscal que evite la arbitrariedad y extienda la riqueza, est¨¢ empe?ado en fiar casi toda su pol¨ªtica en este tipo de mensajes amenazantes a las empresas que garantizan los servicios b¨¢sicos del ciudadano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.