El cerdito del ladrillo
El cerdito listo construy¨® su casa de ladrillos y el lobo no prevaleci¨®. Supongo que la har¨ªa en Espa?a, en Marbella; y comprar¨ªa previamente el terreno, los ladrillos, los permisos y licencias, y todo lo dem¨¢s. Blanqueaba dinero. Siempre son los cerdos ricos quienes se salvan, sea del tsunami o del lobo, del diablo o del obispo de la di¨®cesis, que a veces son la misma persona. Espa?a tiene ahora grandes negocios de tierra y ladrillos, con tal fuerza que han conseguido anular unas elecciones porque sospechaban que los socialistas iban a meterse en sus asuntos. Se sabe que la verdad de todo esto no consiste en el material, que es el m¨¢s barato aunque se hundan las construcciones por haberlas hecho con falsos ladrillos y cemento de mantequilla. Lo interesante de Marbella no est¨¢ tanto en el material o las tierras, sino en los papeles. En Odessa, cuando era comunista, necesit¨¦ cambiar dinero y entr¨¦ en una oficina: no estaba la dama, tuve que esperar ante su mostrador y vi c¨®mo en su mesa abundaban los billetes de varias monedas del mundo. "Qu¨¦ buena gente", pens¨¦: nadie roba. Pero cuando lleg¨®, sac¨® unas llaves, hizo una combinaci¨®n en la caja acorazada y mostr¨® lo importante: impresos y tampones, sellos y papeles. De nada me hubieran servido los rublos si, a cada intento de compra, no hubiera mostrado los papeles de su legalizaci¨®n.
Y en Marbella. Viv¨ª all¨ª un tiempo: mont¨¦ un peri¨®dico entero. Era una ciudad tranquila, con grandes trozos de costa para los ministros antiguos; pasaba do?a Carmen, y en el bar Zero, de Pepito Carleton, me presentaban a Carmencita y Crist¨®bal tomando unas copas: hubiera sido de mal gusto presentarlos como "los marqueses de Villaverde". El alcalde era un hombre sencillo aterrado de ver lo que le estaba creciendo entre las manos. Y el due?o de todo era el arcipreste de Marbella, el padre Rodrigo Bocanegra. Para el ladrillo, para el sello, para el terreno, ¨¦l ayudaba en nombre de Dios. Se ve¨ªa, entonces, cu¨¢l era el designio sagrado para Marbella: ciudad de mafias. Se fue arreglando m¨¢s con el tiempo; se redonde¨® con la democracia. Habr¨ªa que saber cu¨¢nto tiempo estaba este negocio funcionando hasta que ha sido obligatorio darse cuenta. Y qui¨¦n ha propiciado el descubrimiento.
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