Pugna por la Fundaci¨®n Puigvert

Tras varios a?os de ascenso constante de la temperatura, la Fundaci¨®n Puigvert ha echado a hervir. Cuatro nietos del eminente ur¨®logo Antoni Puigvert Gorro, fundador del hospital, han presentado varias denuncias en los departamentos de Sanidad y Justicia contra la directora general y presidenta del patronato que rige la entidad, Esperanza Mart¨ª, por irregularidades en la gesti¨®n y por un cambio de estatutos que consideran fraudulento. La directora general niega las acusaciones y las atribuye a los intentos de una parte de la familia Puigvert por controlar un hospital que se ha levantado a partir de la herencia cient¨ªfica del eminente profesor, pero que ha crecido hasta alcanzar una plantilla de 700 personas y 120 m¨¦dicos gracias a la aportaci¨®n de muchas personas, entre las cuales se cuenta ella misma.

Una de las nietas del fundador, que ejerc¨ªa como andr¨®loga en el hospital, fue despedida

Sanidad abre un expediente sancionador por irregularidades leves en la facturaci¨®n

Las denuncias presentadas por las nietas del profesor Puigvert han dado lugar a una investigaci¨®n del Departamento de Sanidad y otra del de Justicia. Tras un mes de escrutinio, los inspectores de Sanidad han concluido que las denuncias m¨¢s graves no est¨¢n fundadas, pero han abierto un expediente sancionador por irregularidades leves en la facturaci¨®n. En el trasfondo del conflicto, sin embargo, hay una historia de desavenencias familiares y una lucha por el control de la entidad, que siempre ha ejercido con mano f¨¦rrea Esperanza Mart¨ª y que ahora le disputan las nietas del ur¨®logo despu¨¦s de que en una modificaci¨®n de los estatutos, la directora general asumiera tambi¨¦n el cargo de presidenta del patronato.

El conflicto permaneci¨® larvado durante a?os, pero estall¨® con toda su crudeza tras la muerte, en octubre pasado, de Antoni Puigvert Ser¨¦s, hijo primog¨¦nito del profesor. ?ste hab¨ªa decidido que el centro creado por ¨¦l como una extensi¨®n del hospital de Sant Pau adoptara la forma jur¨ªdica de una fundaci¨®n. Lo hizo aconsejado por el banquero Joan March, al que acababa de operar y que hab¨ªa creado hac¨ªa poco la famosa Fundaci¨®n March. El profesor Puigvert ten¨ªa como colaboradora m¨¢s directa a una joven y en¨¦rgica gestora: Esperanza Mart¨ª.

En los estatutos qued¨® establecido que en el patronato habr¨ªa, con car¨¢cter vitalicio, dos miembros natos "de sangre"; es decir, parientes directos del fundador, y que Mart¨ª asumir¨ªa, tambi¨¦n con car¨¢cter vitalicio, el cargo de secretaria del patronato. El profesor Puigvert muri¨® en 1990, a los 83 a?os, pero en los ¨²ltimos a?os su estado qued¨® muy deteriorado, especialmente desde que en 1988 sufri¨® un grave envenenamiento al tomar por equivocaci¨®n unas pastillas que conten¨ªan mercurio.

Desde 1984 el patronato estuvo presidido por el hijo primog¨¦nito del fundador, Antoni Puigvert Ser¨¦s, y pese a que en los estatutos se establec¨ªa la presencia de otro miembro "de sangre", la otra hija del eminente ur¨®logo, Rita Puigvert, nacida del tercer matrimonio, nunca fue invitada a formar parte del mismo. Mientras tanto, una de las hijas de Antoni Puigvert Ser¨¦s, Ana Puigvert Mart¨ªnez, estudi¨® la carrera de Medicina y comenz¨® a trabajar en la fundaci¨®n en el servicio de Androlog¨ªa.

Durante los a?os siguientes el hospital creci¨®, con la ampliaci¨®n del edificio y un incremento constante de la actividad bajo la f¨¦rrea batuta de Esperanza Mart¨ª, que adem¨¢s de dirigir la fundaci¨®n, presidi¨® durante a?os la patronal Uni¨®n Catalana de Hospitales y se convirti¨® en una de las figuras de referencia del sistema sanitario.

En 2000 le fue diagnosticado a Antoni Puigvert Ser¨¦s un c¨¢ncer de vejiga que m¨¢s tarde se complicar¨ªa con otro de est¨®mago. En abril de 2001, siendo a¨²n presidente del patronato el primog¨¦nito del profesor, se aprob¨® una modificaci¨®n de los estatutos por la que a partir de entonces, en lugar de dos miembros "de sangre" habr¨ªa uno. Puigvert Ser¨¦s muri¨® en 2004. Se plante¨® entonces la sustituci¨®n del fallecido. Su hija, Ana Puigvert Mart¨ªnez, que ejerc¨ªa como adjunta de Androlog¨ªa en el servicio dirigido por Josep Maria Pomarol, tante¨® entre distintos miembros del patronato la posibilidad de sustituir al padre. Pero el patronato acord¨® que el miembro "de sangre" que se incorporar¨ªa ser¨ªa esta vez Rita Puigvert, la otra hija del fundador, hasta entonces marginada. Tambi¨¦n se acord¨® que Esperanza Mart¨ª asumir¨ªa la presidencia. Ah¨ª estall¨® la guerra abierta.

La tensi¨®n larvada que hab¨ªa enturbiado el centro subi¨® varios grados. El conflicto hab¨ªa alcanzado en febrero al jefe del servicio de Androlog¨ªa, que present¨® la dimisi¨®n, seg¨²n algunos de sus compa?eros, forzado por la directora general. Ana Puigvert se enfrent¨® entonces p¨²blicamente a Esperanza Mart¨ª y fue despedida junto a otro m¨¦dico, Albert Ros¨®. El despido est¨¢ ahora en Magistratura, pendiente de conciliaci¨®n.

Rita Puigvert sigue formando parte del patronato, pero una parte de la familia no considera que sea la persona adecuada, por su estado de salud, para ocupar ese cargo y representar a los Puigvert en la fundaci¨®n. Una de sus hijas, Niomar del Valle Puigvert, es la firmante de la denuncia presentada ante el Departamento de Salud en la que se acusa a Esperanza Mart¨ª de mala praxis asistencial, irregularidades en la facturaci¨®n a la Seguridad Social, mal uso del dinero p¨²blico y desviaci¨®n de recursos econ¨®micos de la fundaci¨®n hacia una empresa privada, Interhospitalia, que ofrece servicios de lavander¨ªa a varios hospitales y que tambi¨¦n preside Esperanza Mart¨ª. Como consecuencia, pide la intervenci¨®n provisional de la entidad por parte de la Generalitat y el cese de la directora general y del patronato. Al mismo tiempo, cuatro de los seis nietos del profesor Puigvert, entre ellos Ana Puigvert y Niomar del Valle, firman otro escrito ante la Direcci¨®n General de Fundaciones del Departamento de Justicia, en el que piden la nulidad de los estatutos alegando que el cambio se ha hecho de forma fraudulenta y vulnera el esp¨ªritu fundacional de la entidad.

La tramitaci¨®n del recurso ante la Direcci¨®n General de Fundaciones no ha concluido, pero en los ex¨¢menes realizados no se ha encontrado motivo de anulaci¨®n. Los estatutos fueron elaborados en forma y con publicidad, el cambio fue avalado por Antoni Puigvert Ser¨¦s como presidente del patronato, y en su momento ning¨²n miembro de la familia los impugn¨®.

El Departamento de Sanidad, por su parte, ha llevado a cabo una inspecci¨®n exhaustiva que se ha prolongado durante m¨¢s de un mes para evaluar si se ha producido mala praxis asistencial y facturaci¨®n fraudulenta. Concretamente, en la denuncia se dec¨ªa que en las operaciones con litotricia se realizan dos disparos en lugar de uno para poder facturar dos veces. La inspecci¨®n no ha encontrado mala praxis asistencial en los dos disparos porque es una t¨¦cnica avalada m¨¦dicamente: uno se hace para fragmentar la piedra renal y otro para expulsar los restos que puedan quedar en el ur¨¦ter.

Pero dada la identidad de los demandantes, Sanidad ha efectuado una inspecci¨®n severa. Finalmente, ha encontrado 60 litotricias de facturaci¨®n dudosa, de un total de 2.500, por lo que ha abierto un expediente que, en caso de confirmarse la irregularidad, dar¨ªa lugar a una sanci¨®n leve. En su descargo, la directora general alega que se realizan dos disparos por razones m¨¦dicas y nunca para facturar m¨¢s, entre otras cosas porque la fundaci¨®n tiene contratadas por la Seguridad Social 1.900 litotricias anuales a la tarifa normal, y todas las que hace de m¨¢s, hasta las 2.500 que factura, las cobra a un precio marginal. Tampoco se han observado de momento anomal¨ªas en la compra de acciones de la empresa Iberhospitalia por parte de la Fundaci¨®n Puigvert ni en el cr¨¦dito puente concedido para el lanzamiento de la empresa.

A d¨ªa de ayer las espadas segu¨ªan en alto. Esperanza Mart¨ª ten¨ªa el prop¨®sito de proponer al patronato la presentaci¨®n de una querella por difamaci¨®n contra las nietas de Puigvert. La consejera de Sanidad, mientras tanto, contempla con preocupaci¨®n el conflicto y pide a las partes una soluci¨®n pactada que no da?e ni el prestigio ni el funcionamiento del hospital.