Par¨¢lisis en la Audiencia Nacional
Hoy hace un a?o y medio que nuestro hijo y hermano ?gor fue detenido en Barcelona e incomunicado durante cinco d¨ªas; por aplicaci¨®n de la ley antiterrorista fue internado sin libertad condicional en el centro penitenciario de Soto del Real (Madrid). A¨²n no ha sido juzgado de los cargos de que se le acusa y el fiscal ni siquiera ha realizado la petici¨®n de condena. Ya son 18 meses, 78 semanas de desplazamientos desde Sant Cugat del Vall¨¨s hasta Soto del Real (Madrid) para visitarle y darle apoyo emocional.
Hemos pedido en varias ocasiones al juez la libertad condicional y se nos ha denegado; a pol¨ªticos catalanes y a las organizaciones Amnist¨ªa Internacional, Acci¨®n de los Cristianos para la Abolici¨®n de la Tortura (ACAT) y al S¨ªndic de Greuges que le permitan estar en un centro penitenciario cercano a su casa, o que ayuden en los desplazamientos de amigos y familia, o que no se permita que la justicia de la Audiencia Nacional est¨¦ funcionando sin compasi¨®n con un retraso tan inhumano de hasta cuatro a?os antes de realizarse un juicio. Los jueces y fiscales de la Audiencia Nacional lo consideran normal; los pol¨ªticos creen que no es oportuno el asunto y que no pueden tomar posici¨®n en una cuesti¨®n relacionada con el terrorismo, ya que se puede hacer mucha demagogia; el S¨ªndic de Greuges considera que es un asunto que no le incumbe y aconseja que nuestra solicitud sea evaluada por los servicios sociales penitenciarios de Madrid, y de Amnist¨ªa Internacional todav¨ªa estamos esperando respuesta desde hace m¨¢s de seis meses. La ¨²nica excepci¨®n es la respuesta de la asociaci¨®n ACAT, que envi¨® una carta al ministro del Interior recogiendo nuestras consideraciones, pero no ha tenido resultado aparente.
Hasta que no vives una experiencia as¨ª, no te das cuenta de lo injusto que es que una persona pase hasta cuatro a?os de su vida en la c¨¢rcel sin ser juzgada y que nadie diga nada. Creemos que ya es hora de que nuestro hijo y hermano y las dem¨¢s personas que esperan su turno tengan un juicio con todas las garant¨ªas y sin m¨¢s demoras. Nuestro hijo y hermano deber¨¢ responder de sus acciones, pero no hay derecho de que lo tengan recluido sin juicio y que sus familiares y amigos tengamos que desplazarnos semanalmente m¨¢s de 1.000 kil¨®metros. Es injusto, inhumano, y es un problema grave que creemos que la sociedad no puede permitir que siga igual.
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