Imputado por complicidad en genocidio el holand¨¦s que vendi¨® productos qu¨ªmicos a Irak
El gas mostaza elaborado por Sadam Husein caus¨® despu¨¦s miles de muertos en el Kurdist¨¢n
La justicia holandesa sent¨® ayer un precedente al imputar de complicidad en genocidio a un s¨²bdito nacional. Frans van Anraat, de 62 a?os, vendi¨® a Irak miles de toneladas de materias primas para fabricar gas nervioso y mostaza entre 1984 y 1988. Ambos fueron utilizados por Sadam Husein en su guerra contra Ir¨¢n (1980-1988) y en la campa?a contra la poblaci¨®n kurda iraqu¨ª. En una sola incursi¨®n, en Halabja, perecieron 5.000 civiles, en su mayor¨ªa mujeres y ni?os. Seg¨²n la acusaci¨®n, Van Anraat sab¨ªa que las sustancias con las que traficaba serv¨ªan para la guerra qu¨ªmica.
El fiscal, Fred Teeven, aprovech¨® la audiencia preliminar de ayer, celebrada en un juzgado de alta seguridad de Rotterdam, para afirmar que existen indicios suficientes para demostrar que Van Anraat "sigui¨® comerciando con los mismos productos despu¨¦s de lo ocurrido en Kurdist¨¢n". La informaci¨®n que lo avalar¨ªa procede de una autoridad en la materia, Al¨ª Hasan al Majid, Al¨ª el Qu¨ªmico, antiguo responsable del programa iraqu¨ª.
Tambi¨¦n obra en poder de la fiscal¨ªa un expediente de la aduana de EE UU, donde consta que Van Anraat minti¨® con conocimiento de causa sobre la naturaleza de un env¨ªo, as¨ª como su aut¨¦ntico destinatario. El comerciante holand¨¦s admiti¨® en 2004 ante la televisi¨®n holandesa la venta de esas mercanc¨ªas, pero neg¨® conocer su uso final. En una entrevista concedida hace dos a?os a la revista holandesa Revu, lleg¨® m¨¢s lejos en sus calificaciones. Dijo que las im¨¢genes del ataque con gases contra la ciudad de Halabja le sobrecogieron, pero a?adi¨®: "Pero no di la orden de hacer algo as¨ª".
Naciones Unidas le considera el principal intermediario de Bagdad en la obtenci¨®n de armas qu¨ªmicas. Su nombre figuraba en la lista de delincuentes m¨¢s buscados por las polic¨ªas europeas y estadounidense desde 1989. La larga huida emprendida ese a?o por el holand¨¦s incluye una primera detenci¨®n en el aeropuerto italiano de Mil¨¢n a petici¨®n de Washington. Tras ser puesto en libertad dos meses despu¨¦s, se march¨® a Irak. All¨ª permaneci¨® hasta la invasi¨®n de EE UU, hace dos a?os. La polic¨ªa le detuvo en diciembre en una casa de Amsterdam.
Sentado en el banquillo de los acusados, Van Anraat tuvo que enfrentarse ayer a la presencia en la sala de cuatro supervivientes de la matanza de Halabja; en el exterior se expusieron fotos de las v¨ªctimas. Algunas de ellas dieron la vuelta al mundo el 16 de marzo de 1988, fecha del ataque. Los cuerpos de madres abrazadas a sus hijos y de ancianos desplomados eran lo m¨¢s parecido, sin estar calcinados, a los muertos de Pompeya tras la erupci¨®n volc¨¢nica. Im¨¢genes similares colgaban el mi¨¦rcoles de las pancartas portadas por los manifestantes kurdos que recorrieron La Haya para conmemorar el 17? aniversario de la matanza.
La fiscal¨ªa afirm¨® que las heridas sufridas por dos de los supervivientes fueron causadas por thiodiglycol, un producto que sirve para fabricar gas mostaza. "El da?o y el dolor provocados por su efecto no ser¨¢ olvidado f¨¢cilmente. Si es que llega a olvidarse nunca", dijo Teeven. Los cuatro kurdos presentes en la sala piden 7.513 euros de compensaci¨®n.
Mientras estuvo en activo, Van Anraat hab¨ªa organizado al menos cuatro env¨ªos de esta clase. De lo necesario para conseguir gas nervioso hubo 36 remesas procedentes de EE UU y Jap¨®n. A pesar de sus demandas de inocencia, la acusaci¨®n tiene en su poder documentos que demuestran que nueve meses despu¨¦s de Halabja prosegu¨ªa con sus entregas. Una vez en Europa, el cargamento sal¨ªa del puerto belga de Amberes y entraba en Irak a trav¨¦s de Jordania. Para no llamar la atenci¨®n de las autoridades aduaneras, Van Anraat se val¨ªa de una compa?¨ªa paname?a radicada en la ciudad suiza de Lugano. Este laberinto financiero ha sido investigado y comprobada la tapadera helv¨¦tica por las autoridades de Holanda, EE UU, Suiza, Italia, Alemania, B¨¦lgica y Jordania.
La trayectoria del empresario dio un giro antes de su traslado a los Pa¨ªses Bajos. Dada su estrecha relaci¨®n con el r¨¦gimen de Bagdad, dispondr¨ªa de informaci¨®n valiosa para los Gobiernos occidentales sobre un posible programa de guerra qu¨ªmica iraqu¨ª. De ah¨ª, que se presuma que el servicio de inteligencia holand¨¦s le facilitara un pasaporte en regla. Del mismo modo conseguir¨ªa el domicilio donde le hall¨® la polic¨ªa en Amsterdam.
Van Anraat, que permanecer¨¢ tres meses en prisi¨®n preventiva, ser¨¢ juzgado en noviembre.
El recuerdo de Halabja
En plena guerra entre Ir¨¢n e Irak por el control del estuario del Chat el Arab, el Gobierno de Sadam Husein utiliz¨® armas qu¨ªmicas contra su poblaci¨®n kurda del norte del pa¨ªs para reprimir sus ansias independentistas. Corr¨ªa el a?o 1988 y Halabja es el s¨ªmbolo m¨¢s atroz.
El cementerio de esa localidad kurda recuerda hoy, l¨¢pida por l¨¢pida, hasta 5.000, los nombres de las v¨ªctimas del ataque qu¨ªmico llevado a acabo por las tropas de Badgad en marzo de 1988. Cuando los fot¨®grafos internacionales llegaron al lugar, s¨®lo encontraron cad¨¢veres de civiles esparcidos por las calles. Mujeres, ancianos y ni?os sobre todo, perecieron asfixiados por el gas mostaza lanzado contra ellos.
Los testigos aseguraron que fue "como si lloviera veneno" sobre sus cabezas. A muchos, el ahogo les paraliz¨® en plena carrera en busca de un refugio. Otras 10.000 personas resultaron heridas y arrastran todav¨ªa secuelas.
Durante la antesala del juicio que se celebrar¨¢ en noviembre pr¨®ximo contra Frans van Anraat, pudo o¨ªrse a uno de los supervivientes. Se llama Karwan Abdula, y le dijo a la agencia France Presse que la detenci¨®n de Van Anraat "era tan importante como el del mismo Sadam Hussein".
Los abogados del holand¨¦s, por su parte, quitaron importancia a sus emocionadas palabras con un argumento impecable. Se?alaron que no hay "pruebas convincentes" que relacionaran los productos vendidos por su cliente con las armas qu¨ªmicas usadas por Irak.
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