Se?ora de grandes destinos
Una visita a la villa monumental que fue cuna de Cisneros y santa Mar¨ªa de la Cabeza y tumba de Juan de Mena
En 1456 cabalgaba por Torrelaguna el poeta favorito de Juan II y del condestable don ?lvaro de Luna. Cabalgaba por Torrelaguna uno de los tres grandes de la literatura castellana del siglo XV, no menor que Jorge Manrique y su amigo el marqu¨¦s de Santillana. Cabalgaba por Torrelaguna el autor del Laberinto, que dec¨ªa haber visitado el palacio de la diosa Fortuna y contemplado las ruedas con que ¨¦sta gobierna y marea los humanales destinos.
Cabalgaba por Torrelaguna Juan de Mena, cuando -sin darle tiempo de advertir la broma que la diosa le gastaba, ni el pareado que la ocasi¨®n le brindaba- se vino al suelo con la mula y la di?¨® en Torrelaguna. No era la primera vez que do?a Fortuna hac¨ªa aqu¨ª de las suyas: 20 a?os antes nac¨ªa en Torrelaguna el que iba a ser el hombre m¨¢s influyente del siglo y parte del siguiente, el cardenal Cisneros.
Los muros de la ermita de la Piedad descuellan a la vera del r¨ªo Jarama
Esa loter¨ªa explica el que en aquel pueblo de 2.500 labrantines surgiera de sopet¨®n una aut¨¦ntica catedral g¨®tica, con tres amplias naves cubiertas con b¨®vedas de crucer¨ªa, un coro digno de ¨¢ngeles, capillas llenas de estatuas orantes y, tapizando el suelo, una muchedumbre de nobles laudas sepulcrales, que hasta da apuro pisar.
Siendo muchos y muy grandes los tesoros de esta iglesia -sobre todo, teniendo en cuenta que fue mercado durante la guerra civil y los trajinantes procesionaban en sus carretas ataviados con las dalm¨¢ticas del cardenal-, nosotros nos quedamos con dos peque?os: el retablo de San Gregorio, ingenuo y colorista, como un c¨®mic plateresco, y la l¨¢pida con la redondilla que le dedic¨® a su camarada el marqu¨¦s de Santillana: "Feliz patria, dicha buena, / escondrijo de la muerte, / aqu¨ª le cupo la suerte / al poeta Juan de Mena".
Al lado de la iglesia se alza el antiguo P¨®sito -hoy casa consistorial-, con una inscripci¨®n de 1515 que recuerda que el cardenal deposit¨® aqu¨ª 7.000 fanegas de trigo para perpetuo socorro de pobres y viudas.
Un tramo de soportales y una cruz indicadora del solar donde naci¨® Cisneros completan el cuadro de esta plaza Mayor, que, junto con las casas blasonadas de las calles aleda?as, forma uno de los m¨¢s bellos conjuntos arquitect¨®nicos de nuestra regi¨®n, todo ¨¦l resplandeciente de piedra caliza de la sierra de la Caleriza. Saliendo de la plaza por la calle de las Monjas, se descubre la portada plateresca del convento de Concepcionistas, donde en 1849 fue encerrada, por lianta, sor Patrocinio, la Monja de las Llagas.
Y al fondo, en los jardines del Coso, el palacio de Salinas, donde los corchetes de la Inquisici¨®n apresaron en 1559 a fray Bartolom¨¦ de Carranza, confesor de Carlos I, acusado de luteranismo. Ahora (nueva broma de quien ya sabemos) es cuartel de la Guardia Civil. Muy cerca, detr¨¢s del palacio de Arteaga -actual oficina de turismo-, un escudo con arado, reja y aguijada se?ala la casa donde cohabitaron a principios del siglo XII san Isidro y santa Mar¨ªa de la Cabeza.
Mar¨ªa Toribia, que as¨ª se llamaba esta torrelagunera, era guardesa de la ermita de la Piedad, cuyos muros a¨²n descuellan a la vera del Jarama, el cual r¨ªo, cuando bajaba crecido, la santa lo cruzaba arrodillada sobre su mantilla, prefigurando a Aladino.
Del pasado ¨¢rabe de Torrelaguna quedan varias puertas de la muralla y, en lo alto de la Caleriza, a cuatro kil¨®metros por la carretera de El Berrueco, la atalaya de Arrebatacapas, que desde el a?o 950 ofrece unas vistas insuperables de la vecina sierra de la Cabrera.
Otro paisaje memorable es el de la dehesa de Valgallego, un para¨ªso de vegetaci¨®n mediterr¨¢nea -encinas, alcornoques y quejigos- que puede explorarse desde el ¨¢rea recreativa que hay se?alizada cerca del kil¨®metro 5 de la carretera de Torrelaguna a La Cabrera. A 200 metros del ¨¢rea, subiendo por el arroyo del Molino, veremos erguirse las imponentes crestas calizas de las Cuchilleras, con sus curvos filos resquebrajados, como las ruedas de la diosa Fortuna, despu¨¦s de tanto girar en Torrelaguna.
Migas, cochinillo y dulces t¨ªpicos
- C¨®mo ir. Torrelaguna dista 58 kil¨®metros de Madrid yendo por la A-1 y desvi¨¢ndose en la salida 51 por la N-320. Hay autobuses de Continental Auto (Tel. 91 745 63 00) desde la plaza de Castilla.
- Qu¨¦ ver. En la villa destaca la iglesia de Santa Mar¨ªa Magdalena (visita gratuita, previa cita en el Tel. 91 843 19 45); en el t¨¦rmino, la atalaya ¨¢rabe de Arrebatacapas y la dehesa de Valgallego.
Alrededores: en Torremocha (a 4 km): Museo de la Agricultura. En Patones de Arriba (a 8 km): casas de arquitectura tradicional, cueva del Reguerillo y presa del Pont¨®n de la Oliva (siglo XIX).
- Comer. La Cueva (Tel. 91 843 18 82): cardo con jam¨®n y gallina en pepitoria; 20-25 euros. Antigua Casa Patata (Tel. 91 843 00 02): garbanzos a la garrota, cochinillo asado y carnes a la brasa; 25 euros. La Posada del Camino Real (Tel. 91 843 00 03): migas serranas y asados en horno de le?a; 25-30 euros. La Casa Escondida (Tel. 91 843 03 46): verduras y frutas naturales a la parrilla y chuletillas de cochinillo lechal con patatas panaderas; 25-30 euros.
- Dormir. La Posada del Camino Real (Tel. 91-843 00 03): casona de hechuras hidalgas con patio porticado, restaurante, sauna y jacuzzi; doble, 63 euros. El Zagu¨¢n de la Villa (Tel. 91 843 19 24): en la plaza Mayor, edificio del siglo XVII dividido en cuatro apartamentos de r¨²stica ambientaci¨®n; 55 euros. La Casa del Puente Colgante (Torremocha; Tel. 91 843 05 95): hotelito de arquitectura modernista en una id¨ªlica alameda junto al r¨ªo Jarama, 70 euros.
- Compras. La Trastienda de Lydia (plaza Mayor, 10): artesan¨ªa y restauraci¨®n de antig¨¹edades. Casa Mart¨ªn (Cardenal Cisneros, 11): pan candeal, mantecados y magdalenas de manzana y pasas.
- M¨¢s informaci¨®n. Oficina de Turismo de Torrelaguna (La Cava, 4; Tel. 91 843 19 45): abre los d¨ªas laborables, de 10.00 a 18.00, y los domingos, de 10.00 a 14.00. En Internet: www.torrelaguna.es.
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