El fatigoso camino del Prado a la modernidad

Un f¨¦rreo consenso pol¨ªtico ha sido clave en el proceso emprendido por el Museo del Prado desde hace una d¨¦cada. Un consenso que ha permitido superar pol¨¦micas de todo tipo, desde la airada protesta vecinal a la controversia medi¨¢tica. Un consenso que han mantenido tres presidentes de Gobierno (Felipe Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero), cinco ministros de Cultura (Carmen Alborch, Esperanza Aguirre, Mariano Rajoy, Pilar del Castillo y Carmen Calvo), tres presidentes del patronato (Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, Eduardo Serra y Rodrigo Ur¨ªa) y cuatro directores del museo (Francisco Calvo Serraller, Jos¨¦ Mar¨ªa Luz¨®n, Fernando Checa y Miguel Zugaza).

Un consenso iniciado en el a?o 1995 con el acuerdo parlamentario para la ampliaci¨®n, y confirmado en 2003 con la aprobaci¨®n un¨¢nime del nuevo estatuto jur¨ªdico de la pinacoteca. Pero ahora, algunos ven peligrar este acuerdo. El detonante: las declaraciones de la ministra de Cultura, Carmen Calvo, en las que ha denunciado un incremento en el coste de las obras. La ampliaci¨®n de Villanueva se ha incrementado un 44,5% (ha pasado de 42 a 61,5 millones de euros) y el Cas¨®n del Buen Retiro, un 241% (de 9 a 30 millones). La ministra ha culpado al Gobierno anterior de falta de previsi¨®n: "Se ha hecho todo de forma irreal", afirm¨®. La pol¨¦mica vuelve as¨ª a la vieja pinacoteca, que podr¨ªa sufrir, seg¨²n temen algunos sectores del propio museo, un nuevo retraso en las obras y que podr¨ªa poner en peligro la finalizaci¨®n de las obras en 2006.

Moneo: "Aqu¨ª no hay improvisaciones y deber¨ªan dejarnos trabajar tranquilos"

Zugaza: "Todos debemos hacer un ¨²ltimo esfuerzo para culminar con ¨¦xito esta gran operaci¨®n"

"Yo s¨®lo puedo reclamar serenidad", afirma Miguel Zugaza, director del museo. "La misma serenidad que ha presidido el consenso sobre el Museo del Prado y que ha permitido que prospere el ambicioso proyecto de ampliaci¨®n y modernizaci¨®n en marcha. Todos hemos sido testigos de los beneficios que ha reportado el mantener el Prado fuera de la batalla partidista". Zugaza a?ade que, en el fondo, la ministra ha dicho que la ampliaci¨®n del Prado lo que necesita es m¨¢s presupuesto. "?sta es la realidad. Yo no conozco los datos con exactitud, pero ¨¦sta es la realidad".

En la primavera de 2006, si los plazos se cumplen, el museo pasar¨¢ a convertirse en Campus Museo del Prado. Un centro para el arte formado, entre otros, por el edificio Villanueva, el claustro de los Jer¨®nimos, el Cas¨®n del Buen Retiro (que se convierte en Centro de Estudios) y el Museo del Ej¨¦rcito. Por primera vez se van a integrar las colecciones modernas (siglo XIX) y las hist¨®ricas "La ampliaci¨®n se encuadra en el marco de un proyecto que entiende el Prado como un campus, como un conjunto de edificios en torno al que construy¨® Villanueva", ha explicado el arquitecto Rafael Moneo.

Fue la ministra socialista Carmen Alborch (en el ¨²ltimo Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez) quien puso la primera piedra. Entonces (1996) se organiz¨® un concurso internacional para adjudicar las obras. Qued¨® desierto y el proyecto sufri¨® su primer par¨®n. "Fue un momento importante", recuerda Alborch. "Entre todos logramos un acuerdo para dejar el Prado fuera de las pol¨¦micas pol¨ªticas. El Prado se salvaba de todo. Las grandes instituciones del Estado, y el Prado es una de las m¨¢s importantes, deben estar fuera de las confrontaciones". Ya con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el Partido Popular gobernando se convoc¨® el siguiente concurso, esta vez restringido. Lo gan¨® Moneo. Ide¨® un museo que respeta el antiguo edificio, su entorno y las estructuras colindantes, que unir¨¢ el museo con un complejo formado por una construcci¨®n de nueva planta y el claustro restaurado de los Jer¨®nimos. El puente entre los dos edificios (el nuevo y el viejo) es una plataforma ajardinada que remite a los jardines paisaj¨ªsticos del siglo XVIII. "Rafael Moneo", afirma Zugaza, "est¨¢ realizando un gran proyecto que se encuentra en su fase final. Por su parte, en el Cas¨®n del Buen Retiro se ha superado, afortunadamente, la fase m¨¢s dram¨¢tica de la obra, y gracias a un proyecto de ingenier¨ªa admirable se encuentra garantizada totalmente la seguridad del edificio. Ahora nos corresponde a todos hacer un nuevo y ¨²ltimo esfuerzo para culminar con ¨¦xito esta gran operaci¨®n". Zugaza hace referencia a la presa subterr¨¢nea que se ha tenido que construir para frenar el agua que fluye desde el Retiro y a una nueva estructura de hormig¨®n que se ha fabricado rodeando cada muro del edificio. "Todo est¨¢ controlado", afirma Moneo. "Efectivamente, el primer proyecto se modific¨® en 2003 tambi¨¦n por dificultades en la cimentaci¨®n de los Jer¨®nimos. Se consolid¨® con unas t¨¦cnicas muy sofisticadas el muro que garantizaba que no hubiera movimientos. Lo que se ha modificado ha sido con todos los mandatos y con todas las de la ley".

A diferencia de otros grandes museos internacionales, como el MoMA -cuyo coste de ampliaci¨®n ha sido de 600 millones de euros ("Esa cifra hace desdramatizar totalmente el desajuste que tiene la obra de ampliaci¨®n del Museo del Prado", apunta Zugaza)- o el Albertina de Viena, el Prado ha seguido abierto. Entre andamios y camiones, se mantiene su actividad expositiva. En 2003, 2.300.000 personas visitaron la pinacoteca.

Las obras de ampliaci¨®n las contrata, financia y gestiona el Ministerio de Cultura a trav¨¦s de la Gerencia de Infraestructuras. Antonio Hidalgo, actual subsecretario y presidente de la Gerencia de Infraestructuras, no quiere hacer declaraciones sobre el actual estado de las obras y las cuentas hasta la comparecencia que, a petici¨®n urgente del Partido Popular, har¨¢ pr¨®ximamente en el Congreso. Las sospechas lanzadas esta semana por la ministra Carmen Calvo han provocado la indignaci¨®n del PP. El viernes, la vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, a la pregunta de cu¨¢l era la posici¨®n del Gobierno ante los datos facilitados por la ministra, respond¨ªa: "Yo no conozco ning¨²n indicio de ninguna irregularidad".

Durante los a?os de Gobierno del Partido Popular se acometieron la reforma de las cubiertas, la adquisici¨®n del edificio Aldeasa, el convenio con la Iglesia para la utilizaci¨®n del ¨¢rea del claustro de los Jer¨®nimos, la contrataci¨®n de las obras, la financiaci¨®n del traslado del Museo del Ej¨¦rcito a Toledo, la contrataci¨®n del Cas¨®n y la del proyecto de ?vila. El nuevo museo ser¨¢ un complejo con varias sedes: Villanueva para las colecciones; el claustro para las exposiciones temporales hasta la incorporaci¨®n al campus del Museo del Ej¨¦rcito; el Cas¨®n ser¨¢ un centro de estudios y escuela, y en ?vila estar¨¢ el centro de gesti¨®n de dep¨®sitos, lo que algunos llaman el Prado itinerante.

La ex ministra Pilar del Castillo tacha de "irresponsable" a Carmen Calvo. "Es una gran irresponsabilidad crear esta sensaci¨®n de conflicto y sospecha en torno al Prado. Todo por un af¨¢n gratuito de protagonismo", a?ade. Seg¨²n Del Castillo, el incremento de las obras ya estaba consignado en los Presupuestos Generales del Estado. "Cada ampliaci¨®n se hac¨ªa consignada en los Presupuestos Generales del Estado. Ten¨ªamos un proyecto de ejecuci¨®n con fechas determinadas y todo lo requerido se ha consignado. Creo que la ministra tendr¨¢ que corregir su actitud en la manera de afrontar la responsabilidad de la gesti¨®n cultural. Esa actitud de borrar todo lo hecho anteriormente, y adem¨¢s, buscando culpables".

"Evidentemente, ¨¦sta no es una obra barata", dice Rafael Moneo. "Cada punto de actuaci¨®n es un problema y por tanto se entiende que sea una obra costosa. Cuando est¨¦ terminada se ver¨¢ el porqu¨¦ y se ver¨¢ adem¨¢s que es una ampliaci¨®n bien hecha. El Prado necesita lo mejor, los acabados deben ser muy buenos porque se trata de un museo que recibe millones de visitantes. Creo que la mejor manera de entender el coste de la obra es visitarla. A m¨ª me gustar¨ªa que todo el mundo pudiera hacerlo. S¨¦ que este trabajo se entender¨¢ cada vez m¨¢s y mejor. Entonces se ver¨¢ c¨®mo el Prado ha encontrado su medida justa, porque aqu¨ª no hay improvisaciones y deber¨ªan dejarnos trabajar tranquilos".

"Hemos encontrado la medida y el tono", a?ade el arquitecto. "Un proyecto que, no siendo espectacular, es extraordinariamente complejo. Por eso me gustar¨ªa que se hablara con m¨¢s conocimiento de causa. Aunque problemas como los de ahora no son los que van a establecer las valoraciones y la memoria de todo lo que se est¨¢ haciendo. El d¨ªa que termine, ese ¨²ltimo d¨ªa, respirar¨¦ hondo".