A vueltas con la estatua
No entiendo por qu¨¦ cada vez que se retira una "jaca con Franco encima", o cualquier cosa que pertenezca al tiempo en que gobern¨® nuestro pa¨ªs, se arma tanto revuelo aunque lo hagan de forma clandestina durante la noche, cuando a pesar del tiempo que hace que muri¨® sigue teniendo tantos adeptos que a¨²n dicen que durante su dictadura se viv¨ªa mejor.
Yo pienso que en lugar de tomar tantas precauciones y darle importancia a un asunto tan banal, ser¨ªa mejor hacer una subasta con sus recuerdos y, trat¨¢ndose de esculturas, regalarlas a aquellos que lo a?oran y mantienen su recuerdo con fidelidad. Las esculturas se pueden poner en un jard¨ªn y en la intimidad hacer homenajes con el brazo en alto cantando el Cara al sol hasta caer extenuados. Yo les prometo mi ausencia.
Sin embargo, tengo que darle las gracias a este personaje, que dur¨® casi una eternidad, porque por ¨¦l supe del amor, la abnegaci¨®n y la valent¨ªa de mis padres. Yo nac¨ª el 12 de agosto de 1938, faltaba muy poco para que ¨¦l ganara la guerra, a la que siguieron casi cincuenta a?os de dictadura.
Despu¨¦s de agradecerle la parte que tuvo en mi descubrimiento, tengo que decir las desilusiones que sufr¨ª durante su Gobierno, son simples, peque?os detalles propios de la edad: nunca tuve una mu?eca Gisela ni parecida, tampoco una bicicleta ni de tercera mano, ni un vestido bonito o unos zapatos a mi medida; iba heredando de las personas cercanas lo que desechaban cuando crec¨ªan.
Pero sobre todo, en su momento no tuve la posibilidad de adquirir la cultura que yo deseaba. Recuerdo c¨®mo mis padres, cuando s¨®lo ten¨ªa 11 a?os, me dijeron llorando que no pod¨ªa seguir en el colegio, ten¨ªa que trabajar, nunca podr¨ªa estudiar porque ten¨ªa tres hermanos m¨¢s y mi padre hac¨ªa m¨¢s horas que las que tiene un reloj y apenas ganaba para comer, siendo su mayor cualidad la honradez.
No obstante, oigo comentarios de personas que vivieron la dictadura y piensan que semejantes armatostes deben seguir a la vista y en las plazas, porque forman parte de la historia, de esa historia que a m¨ª me importa un pito y no tengo ning¨²n inter¨¦s en recordar.
A pesar de haber nacido en un pueblo y, por supuesto, sin ayuda de este se?or, no he sido una analfabeta como ¨¦l esperaba que fu¨¦ramos "los espa?oles todos". Mis hermanos y yo pudimos hacer una carrera y no tenemos nada que agradecerle.
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