La peor combinaci¨®n al volante

Desnuda de cintura para arriba, as¨ª recibi¨® una conductora a los Mossos d'Esquadra el verano pasado en Tarragona. ?stos acababan de hacer que detuviera su veh¨ªculo en el margen de la carretera nacional, donde hab¨ªan observado su circulaci¨®n perezosa y zigzagueante. La mujer iba hasta arriba de coca¨ªna y a¨²n le quedaban reservas en el coche. Para desenredar el fatal binomio que forman conducci¨®n y drogas, el Departamento de Interior puso en marcha a principios de a?o los drogo-test, unos controles de tr¨¢fico similares a los que se realizan para detectar a los conductores que han consumido alcohol

A los tres meses de su puesta en marcha, los primeros resultados dan una aproximaci¨®n, aunque todav¨ªa muy relativa y sin valor estad¨ªstico, de las modas del consumo de estupefacientes. Lo que s¨ª hacen estos datos es alertar sobre la peor de la opciones en la carretera: la mezcla de alcohol y drogas.

Conducir tras consumir un estupefaciente est¨¢ calificado de muy grave por el c¨®digo

El alcohol potencia la somnolencia debida a drogas que deprimen el sistema nervioso

"Los que dan positivo en los controles de drogas son muy colaboradores, nada agresivos. Casi pasotas: te dicen sin problemas lo que han tomado y no parecen afectados al saber que les caer¨¢ una multa que puede llegar a los 600 euros. Algunos hasta se r¨ªen". Es la descripci¨®n de Joan Bergad¨¤, subinspector de tr¨¢fico de los Mossos, sobre sus experiencias. Cita una excepci¨®n: el car¨¢cter irascible de los que han tomado drogas y alcohol. La mezcla crea la cocaetilena, que est¨¢ detr¨¢s de las reacciones abruptas. Tambi¨¦n de bajadas de tensi¨®n y palpitaciones del coraz¨®n, fatales durante la conducci¨®n.

En otros casos, el alcohol potencia la somnolencia provocada por drogas que en grandes dosis deprimen el sistema nervioso, como el Cannabis (marihuana y hach¨ªs). "Alguno se nos queda dormido sobre el volante", dice Bergad¨¤. "Lo peor son las combinaciones de sustancias", remacha Santiago Nogu¨¦, m¨¦dico del Servicio de Toxicolog¨ªa del hospital Cl¨ªnico de Barcelona, que recuerda que el alcohol tambi¨¦n es una droga. "Cada vez hay m¨¢s mezclas porque cada vez hay m¨¢s oferta", precisa.

De 88 controles de drogas practicados por la polic¨ªa auton¨®mica desde principios de a?o, 38 han dado positivo. En 26 aparecieron rastros de ¨¦xtasis (el 68%), solo o combinado con otras sustancias. En m¨¢s de la mitad se detect¨® coca¨ªna (20). En cambio, el pasado fin de semana, de 17 controles en el Baix Llobregat, 14 fueron positivos.

La mayor¨ªa relativa de ¨¦xtasis en estos controles tiene una explicaci¨®n y radica en la metodolog¨ªa de los drogo-test, ya que estas pruebas son subsidiarias de los controles de alcohol; es decir, s¨®lo si el control de alcohol ha dado negativo y el conductor presenta s¨ªntomas sospechosos, se le analiza la saliva en busca de drogas. Eso hace que la mayor¨ªa de los cocain¨®manos, proclives a mezclar esta droga con el alcohol caigan ya en la primera prueba, la del alcohol¨ªmetro, suficiente para inmovilizar el veh¨ªculo y sancionar con 600 euros de multa a su conductor. En cambio, los consumidores de ¨¦xtasis reh¨²yen el alcohol porque rebaja la excitaci¨®n que produce aqu¨¦l y se hartan de agua para atenuar los temidos golpes de calor que provoca el consumo de esta droga. La otra raz¨®n es la ubicaci¨®n de los controles de drogas. El primero se coloc¨® a la salida de una discoteca del Maresme con fama de juntar a pastilleros, y el criterio en la distribuci¨®n de estos controles no ha variado.

Las sanciones por conducir bajo los efectos de una droga son calificadas de muy graves: Van de 300 a 600 euros y siempre comportan la retirada del carnet entre uno y tres meses. Por conducir bajo los efectos del alcohol, la sanci¨®n es la misma. Pero como los alcohol¨ªmetros precisan la cantidad de bebida consumida -al contrario que los drogo-tests, que s¨®lo detectan la presencia del estupefaciente-, las sanciones son calificadadas de administrativas -multa y retirada de carnet- si no se superan los 0,75 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, y de penales cuando se sobrepasa esta cantidad, lo que adem¨¢s puede comportar el ingreso en prisi¨®n.

?D¨®nde reside el peligro de conducir bajo los efectos del ¨¦xtasis? Al igual que el alcohol, distorsiona la capacidad autocr¨ªtica. Hace creer a su consumidor capaz de gestas al volante. Pero, a diferencia del alcohol, no afecta a la coordinaci¨®n motora (no hay problemas para introducir la llave en el contacto, por ejemplo) ni disminuye la capacidad de reacci¨®n, ni siquiera la de percepci¨®n, sino la de asimilaci¨®n. "Pueden ver perfectamente una se?al de giro peligroso, pero no la procesan. Es como si el cerebro se volviera pasota". El 90% de la conducci¨®n es automatizada.

Aunque son qu¨ªmicamente diferentes, la coca¨ªna y el ¨¦xtasis comparten muchos efectos. Las pupilas se dilatan en ambos casos y aumenta la sensibilidad a la luz. Los faros de un coche que viene de frente deslumbran y obligan a conducir unos segundos con los ojos cerrados.

En peque?as dosis, el Cannabis es euforizante y afecta poco a la conducci¨®n, sostiene Nogu¨¦. El estupor, la somnolencia y el riesgo de accidente aumentan seg¨²n la dosis. El estado de bienestar relaja las precauciones al volante. Comparte con el alcohol la somnolencia y la mengua de reflejos, que en conducci¨®n en carretera puede traducirse en unas cuantas decenas de metros sin actuar. Como el Cannabis, la hero¨ªna deprime el sistema nervioso en peque?as dosis y crea estupor en grandes, aunque siempre con mucha m¨¢s intensidad y gravedad.

Antes de implantar estos controles espec¨ªficos, los Mossos d'Esquadra hab¨ªan estudiado los signos externos de cada droga. Los servicios sanitarios que los acompa?an fueron de mucha ayuda en los primeros d¨ªas. "Ahora acertamos casi siempre", afirma Joan Bergad¨¤, que desgrana la sintomatolog¨ªa. Los que han consumido Cannabis est¨¢n "somnolientos y relajados". La coca¨ªna los hace "sobreexcitados, desinhibidos, tensos y nerviosos". Los efectos del ¨¦xtasis son parecidos a los de la coca¨ªna, y adem¨¢s quienes lo han tomado "repiten argumentos y tienen una fuerte presi¨®n mandibular". Aunque evita dar un perfil preciso de consumidores, admite que hay signos que les ayudan en el diagn¨®stico: los ¨¢cidos son m¨¢s propios de los okupas y la coca¨ªna de los ejecutivos. "Y cuando encontramos un coche con m¨²sica chunda chunda, hay n¨²meros de que d¨¦ positivo por ¨¦xtasis", concluye.